Melbys Andrea Aguablanca Vargas llegó la noche del sábado 29 de mayo a la casa del soldado pensionado Luciano Jaimes Galvis. Ese era el tercer encuentro de la pareja, luego de conocerse hacia 20 días, por la red social Facebook. Este hombre, quien residía en una casa de la urbanización La Aurora, desconocía que estaba viviendo las últimas horas de sus 42 años.
Para esa noche, el plan del exmilitar era de rumba. Por eso, salió de su casa y compró varias cervezas en la tienda más cercana. Pero, Melbys Andrea tenía otros planes como robarle un dinero que él recientemente había retirado.
La mujer de 19 años, oriunda del municipio de El Zulia, al parecer, no estaba sola, sino que habría una tercera persona implicada, la cual es buscada por las autoridades.
Tras el rastro de Melbys
La muerte violenta de Luciano fue descubierta hasta pasada la 1:00 de la tarde del lunes 31 de mayo. A esa hora, las autoridades rompieron el candado de la puerta que da al patio y descubrieron que el cadáver estaba envuelto dentro del forro de un colchón de cama doble.
Lo primero que le contaron los familiares de la víctima a las autoridades, es que no veían su motocicleta DR 150 de placa NLN39F, por lo que de inmediato comenzaron las labores de búsqueda.
Fue a las 10:00 de la noche, de ese lunes, que en la calle 22 con avenida 23 de Barrio Nuevo, un cuadrante de la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc) ubicó la moto y de inmediato capturaron por primera vez a Melbys Andrea, quien iba manejando y llevaba a un hombre de parrillero. En ese momento, explicó que la moto la llevaba para entregarla a Luciano, quien se la había prestado.
Luego de que la Mecuc puso a Melbys a disposición de la autoridad competente por el delito de receptación, un juez los dejó en libertad.
Sin embargo, esa captura les sirvió a los investigadores de la Sijín y al Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía para seguirle el rastro a ella y supieron que le decían ‘La Negra’. Para la noche del 1 de junio ya tenían tramitada la orden de allanamiento a la habitación donde residía arrendada la mujer, ubicada en la avenida 8 con calle 6 del barrio Panamericano.
El material probatorio
Los investigadores llegaron a la habitación de la mujer con aparatos técnicos, entre ellos, unas luces forenses para determinar si había sangre en el lugar y así comprobaron que varias prendas de vestir como camisas y zapatos estaban ensangrentados.
Además, en la habitación encontraron un bolso gris, un bafle negro y unos carnés que el occiso utilizaba en su trabajo como domiciliario para las Eps, así como el celular de su propiedad.
“Se recolectaron evidencias que fueron llevadas a los laboratorios de Medicina Legal donde harán los respectivos cotejos. De allí es que el fiscal emana la orden de captura ante un juez de garantías y luego se procede a capturarla”, dijo el mayor Wilson Sanjuan, comandante de la Sijín en Cúcuta.
Melbys Andrea Aguablanca se mudó de vivienda y se fue al barrio Camilo Daza, en donde un familiar la recibió y hasta allá llegaron la mañana del viernes, los investigadores de la Sijín y del CTI a cumplirle la orden de captura. La mujer fue detenida en la calle 39 con calle 8 de ese sector de la comuna 6 de Cúcuta.
Luego de las audiencias correspondientes, Melbys Andrea aceptó los cargos de homicidio agravado más no del hurto del dinero. Un juez la envío a la cárcel.
La muerte del soldado
Durante la madrugada del domingo 30 de mayo, a Luciano Jaimes Galvis lo torturaron. Tenía una de sus manos cortada, al punto de que casi lo dejan sin ella. Otra herida abierta estaba en su mentón, así como cortadas en un codo y los antebrazos. Los asesinos le causaron también dos contusiones en la espalda como en forma de ‘V’ y en una de esas líneas le propinaron dos punzones. Además, le cortaron el muslo de la pierna derecha.
En una silla plástica que estaba en la sala, las autoridades hallaron un cordón con que presuntamente lo amarraron para someterlo y sacarle la información sobre la ubicación del dinero.
Pero, la herida final que acabó con la vida del soldado fue un golpe contundente que le fracturó el cráneo.
Algunos testigos aseguraron que vieron salir a un hombre que sacó la motocicleta DR 150 de la casa donde residía Jaimes Galvis.