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Miguel ¿Y a qué horas se echó a Pe´edé?
El Concejo Municipal y Miguel Peñaranda.
Jueves, 14 de Julio de 2022

El doctor Édgar Cortés con su columna Dominical del diez de julio nos despertó a los golpes de este marasmo maldito, al que nos resignó sin culpa Jairo Tomás Yáñez. Yo me había dormido con el sabio consejo de un copartidario ocañero que me advirtió: ¡“no jodás más, que vos ya no podés cambiar, es na!”. 

Pero con la advertencia de Edgar que hacía muchos años que la Ciudad no se veía tan desorganizada y caótica como hoy, cualquiera se despierta.  Y se despierta uno más atolondrado, cuando le dicen que ni el Honorable Concejo Municipal, ni el Director del Área Metropolitana funcionan. Miguel Peñaranda por chambón con sus 12 convenios por la no despreciable suma de setenta mil millones de pesos, que andan enredados y el Concejo que eligió su contralor Municipal y su personero deambulan ciegos y mudos sin incitarlos a ejercer sus funciones de responsabilidad fiscal y disciplinaria.

Bueno fuera que se impusiera el poder preferente de la Procuraduría General de la Nación que la faculta para adelantar actuaciones disciplinarias contra cualquier servidor público sin consideración a su jerarquía, cuando lo considere conveniente o necesario.

O el preferente de la Contraloría General de la Republica a petición de los concejales conforme al Acto Legislativo reciente, para Intervenir en los casos excepcionales previstos por la ley en las funciones de vigilancia y control de competencia de las Contralorías Territoriales. Dicha intervención podrá ser solicitada a la corporación de elección popular del respectivo ente territorial como dice la Constitución y la ley.

No se puede seguir así. Con convenios que se negocian en las caferías vecinas al palacio municipal, que de adicionan o modifican como plastilina de jardín infantil. Así no se puede seguir.  Yo tenía otra imagen de Miguel Peñaranda a quien no conozco personalmente, pero que por los ancestros de su abuelo Miguel, de honorabilidad y simpatías inigualables desde el añejo Lourdes, asimilé que se podrían dar en el director del área. ¡Que vaina,  tal parece que no.

Con esa imagen di mi firma para contratarlo en el sector privado en dos obras de Instituciones de Educación Superior y nos dejó satisfechos. Con tal imagen escribí el 21 de enero de 2021 alguna columna sobre las expectativas que nos dio algún día, sobre el Transporte Masivo en Cúcuta, que me imagino, como lo advierte Édgar Cortés en su columna, seguramente se quedaron en eso: promesa y convenio de plastilina infantil.

¿A qué horas, Miguel se nos echó a perder? Y donde andarán los asesores de Miguel, que no le advierten asuntos elementales como ¿cuáles terrenos son del municipio y cuáles no?

¡O sea! Miguel ¿cómo dicen los universitarios de ahora, que el cuento que nos echó, no era cierto? No hubo nunca el tal Centro de Pensamiento del Área Metropolitana, como una oficina de estructuración que cuenta actualmente con unos 75 profesionales nuestros: ¿antropólogos, ingenieros, arquitectos, ambientalistas, politólogos, humanistas, abogados, administradores, agrónomos y zootecnistas, expertos en transporte público y en movilidad, en fin, un verdadero equipo multidisciplinario y verificable? ¿Dónde quedó tanto genio junto? ¿Setenta y cinco contratos?

Que lo relativo al proyecto de transporte masivo, que nos dejó estupefactos ¿no existió? Dios guarde a Miguel.

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