Los cambios en la condiciones del contrato para la construcción de 128 viviendas de las familias  damnificadas por una falla geológica ocurrida en el año 2010 en Gramalote sería la piedra de tranca para iniciar el proyecto con el nuevo contratista.

Luego de más de una década, toda clase de inconvenientes se han presentado para que se termine la construcción de las casas que faltan. 

En total, eran 850 familias que salieron beneficiadas en las primeras fases del proyecto que estaba a cargo de la Unión Temporal Nuevo Gramalote, pero debido al incumplimiento por parte del contratista, el caso pasó un litigio arbitral y el Fondo de Adaptación hizo una nueva licitación pública para la terminación y entrega de las 128 viviendas restantes.

El Consorcio Viviendas Gramalote lo ganó y quedó a cargo del proyecto que incluía una fase de pre construcción, en la que según explicaron surgieron algunas complejidades.

Cansados de la espera y por segunda vez en los últimos diez meses, los afectados salieron a las calles del municipio a protestar. La primera vez que lo hicieron fue a mediados del 2022 y en ese entonces, lograron que se iniciara la licitación para adjudicar el contrato a una nueva contratista.

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El 9 de diciembre pasado, se firmó el acta de inicio de la construcción por valor de $17 mil millones, pero para su ejecución y bajo la anuencia de la Interventoría Arquiciviles, se acordó realizar una primera fase de pre construcción que debía terminar el 9 de febrero.

Casi tres meses más tarde, la obra no se ha comenzaron y el viernes 28 de abril, la comunidad nuevamente tomó las calles.

Vuelven a cambiar la fecha

Carlos Humberto Celis, afectado y líder de la protesta, dijo que la responsabilidad recae sobre el Fondo de Adaptación. “En el 2018 nos hicieron firmar unas escrituras de unas casas que aún no existen. Lo único que hay de ellas son lotes abandonados”, contó.

Dijo que el 9 de abril la constructora tenía que estar en el municipio y no fue así. “Se suspendió el contrato, que supuestamente se activaba el 17 de abril, pero tampoco fue así. Estamos cansados de tanta injusticia”, señaló. 

Marcos Peñaranda, personero de Gramalote, indicó que la contratista hizo unos estudios de patología estructural para revisar las casas que ya tenían algún avance, es decir, las que habían comenzado a construir la Unión Temporal Nuevo Gramalote y el diagnóstico fue que había que demolerlas para empezar de cero. 

“Eso le aumenta el costo del contrato y ese es como que el cuello de botella que hay ahí porque le solicitaron al Fondo de Adaptación aumentar los precios unitarios de cada vivienda”, comentó.

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Peñaranda dijo que el líder del proyecto por parte del Fondo de Adaptación informó que se le había dado viabilidad a ese recurso económico. Sin embargo, debe haber también un estudio técnico por parte de ellos.

Esperando el otrosí

Cristopher Vargas Riveros, alcalde de Gramalote, señaló que al parecer con los nuevos ajustes, el contrato tuvo un incremento de $4.300 millones.

Dijo que el Fondo de Adaptación cuenta con una parte de ese dinero, pero no el total y lo que se espera es que se elabore el otrosí del contrato inicial con las nuevas condiciones y donde se establezca que se da inicio a la construcción con el recursos que hay, bajo el compromiso de adicionar el faltante en unos cuatro meses. 

“La molestia de la comunidad es que se han dado varias fechas que no se han cumplido y eso se entiende ya que tiene muchos años esperando una solución, pero tema puntual se está dando por procesos internos del Fondo de Adaptación”, declaró

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