Hace nueve años, la fonoaudióloga Kathe Sánchez, comenzó en su casa de Pamplona, Norte de Santander, una aventura que hoy la proyecta en el sector del calzado y la moda. Mientras estudiaba, recorría las calles del municipio con un costal al hombro vendiendo casa por casa sus diseños de las alpargatas Pera.
Hoy es una marca con reconocimiento, con una comunidad en redes sociales de un millón de ‘peramigos’, que recientemente participó por primera vez en la Feria Internacional del Cuero, Marroquinería e Insumos de la Asociación Colombiana de Industriales del Calzado, el Cuero y sus Manufacturas (Acicam), en Bogotá.
Kathe Sánchez, la creadora de esta empresa nortesantadereana conversó con La Opinión sobre el crecimiento que ha tenido y lo que se proyecta para 2023.
Tiene seis tiendas físicas, ¿a qué se debe ese crecimiento?
Toca hacer muchos sacrificios, renuncias, esfuerzo y tener disciplina. Así se ha logrado esta marca con un producto 100% colombiano. He aprendido demasiado, he crecido como ser humano. Inicialmente fue una sociedad que se terminó y yo compré la otra parte de la empresa. Nos expandimos con seis tiendas físicas en Pamplona, Bogotá, Cali, Medellín, Barranquilla y Cartagena, tres de ellas en un año.
¿Cuál fue la clave para esa expansión?
El enfoque, cuando te enfocas, entonces dije: ‘quiero tiendas físicas para que la gente pueda vivir una experiencia mayor, más allá de las redes sociales’.
¿Cuál experiencia viven los clientes?
Que se dejan envolver por nuestro aroma en las tiendas, reciben un dulcecito morado, se sientan en el vestier para probarse el calzado y el impacto visual de nuestras instalaciones moradas, con mensajes que recuerdan lo que es ser colombiano, los envuelve. Esto es una filosofía de vida.
¿Cómo nació la idea con la alpargata?
La alpargata no me la invité, pero me dije: ‘esas van a ser mis Pera’, por eso la gente ya no les dice alpargatas. Lo que hice fue crear un modelo que fuera más moderna, hacer confortable, fabricarla con una suela antideslizante y una lona que no pierde color, con diseños personalizados.
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¿Qué brinda su calzado?
Comodidad y seguridad. Yo comencé a vender también por internet hace nueve años cuando casi nadie compraba así. Nosotros generamos más de 100 empleos en nuestra fábrica de Pamplona y todo es hecho a mano, ahí está la magia.
Usted dijo que se equivocó mucho para llegar a donde está, ¿cuál es la importancia de equivocarse?
Si no te equivocas, no aprendes, no creces, no haces. Entonces la gente que no se equivoque y tiene miedo a equivocarse, nunca va a lograr nada en la vida. Todo lo que he aprendido lo sé porque me he equivocado. Un equivocación que parece muy importante de la que aprendí es saber con quién asociarse. Del socio depende que el negocio crezca.
¿Cuántos diseños tiene?
Tenemos más de 400 diseños propios y cada uno tiene un propósito, porque Pera tiene un propósito: cambiar el entorno. Por eso tenemos una biblioteca moradita, que donamos con tecnología para niños de una zona muy vulnerable de Pamplona, a donde llevamos computadores. También Pera hizo una alianza con la Fundación Leporinos, para poder donar de cada compra un porcentaje, para las operaciones de los niños de bajos recursos.
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¿Por qué no tiene tienda física en Cúcuta?
Ni en Cúcuta ni en Bucaramanga, pero este año tenemos planificado tener presencia con distribuidores autorizados.
¿Qué busca en el 2023?
Sé que Pera va a estar en muchos lugares del mundo y en todos los departamentos de Colombia. Lanzamos el área de distribuidores autorizados, donde quiero buscar aliados, para que más personas se unan a este sueño y puedan emprender con nuestro producto.
¿Están exportando?
Ya lo estamos haciendo. Tenemos clientes en España, Ecuador, Bolivia y Perú y la idea es fortalecernos en el comercio exterior con nuevos clientes.
¿En cuánto se proyecta crecer este año?
Queremos crecer lo que Dios nos permita. Todo el mundo tiene miedo por la crisis que se está viviendo, pero sabemos que la mejor manera de afrontar una crisis es no quedándose quieto, hay que seguir intentándolo y, para mí, en el 2023 o una empresa crece o desaparece.
¿Cuál es la clave del éxito?
Cuidar los pequeños detalles.
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