Leer, narrar y producir textos donde se refleja la cotidianidad del ser humano, en aras de la transformación del tejido social, es una de las apuestas de la Escuela de Escritura Creativa para jóvenes apoyada por el Ministerio de Cultura a través del Programa Nacional de Concertación en los municipios que integran la provincia de Ocaña.

“Cuentos, mitos, crónicas y leyendas hacen parte del repertorio de los adolescentes quienes se refugian en los campos del conocimiento humano para enfrentar esa realidad llena de retos y oportunidades encaminada a salir adelante”, indicó la coordinadora del programa y comunicadora social, Kelly Vega.

Al aire libre en un parque, en medio de las zonas verdes, rodeadas de libros o cobijadas con la sombra de frondosos árboles se hace el ejercicio del proceso lector. 

La Fundación Tierra Encantada busca generar espacios de participación impulsando habilidades y destrezas para la lectura y la escritura creativa, en tanto que el arte de escribir es una herramienta de construcción educativa y social que permite efectuar transformaciones positivas indirectamente en todas las disciplinas, con el fin de formar a niños y jóvenes con estrategias para la vida desde experiencias significativas con el uso de técnicas literarias y liderazgo entre los formadores. 

El proceso de lectoescritura inició en mayo y tendrá una duración de 4 meses. Los jóvenes participan en encuentros semanales por grupos focalizados en la Biblioteca Chaid Neme de la Ciudadela Norte, el corregimiento de Buenavista, en la zona céntrica de la ciudad y un grupo de manera virtual. 

“Los resultados del proceso formativo, narraciones escritas por niños y jóvenes serán parte del libro en formato digital e impreso titulado ‘Jóvenes Relatos’ donde el Ministerio de Cultura quiere mostrar esos talentos existentes en esta zona del territorio nacional”, agregó la promotora cultural.

La Fundación organizará un evento de presentación del material recopilado donde se plasman las experiencias significativas del proceso enseñanza aprendizaje.
 

Los adolescentes tienen muchas historias que contar a la gente para la transformación del tejido social.
 

Mirada a las percepciones

Orientar a los niños y jóvenes sobre la importancia de la expresión oral y escrita a través de las narrativas urbanas y rurales es uno de los propósitos fundamentales de la iniciativa educativa y cultural.

“Mi expectativa de integrar la Escuela de Escritura Creativa parte de la necesidad de socializar con otras personas, conocer, contar con nuevas lecturas y tener el espacio para dedicar a la escritura el tiempo suficiente para generar un hábito”, manifestó Laura Cristina Bermúdez del colegio José Eusebio Caro. 

Por su parte, Julián Carrascal, estudiante de la Escuela Normal Superior de Ocaña, señaló que, con este proyecto tienen la oportunidad de “aprender, de escuchar los relatos de los demás compañeros, hacer amigos al encontrarnos con otras personas que les gusta también la escritura creativa”. 

“Es una experiencia significativa que estamos viviendo como Fundación. Siento que todo inició con el beneficio que tuvimos de mentoría a través del programa de Expedición Sensorial, dado a que esto nos permitió tener un acompañamiento para organizarnos y convertir las ideas que teníamos en proyectos estructurados para aplicar a diferentes convocatorias, en este caso logramos el respaldo para ejecutar esta iniciativa y estamos muy felices de poder compartir estos espacios de participación con los niños y jóvenes”, señaló la instructora Kelly Vega, representante del proyecto Jóvenes Relatos.

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