En el Táchira se registraron un total de 88 homicidios en el año 2021. Gran parte de la violencia estuvo influenciada por el conflicto armado entre grupos subversivos que operan en la zona de frontera, según informó el Observatorio Venezolano de Violencia (OVV) Capítulo Táchira. 

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 La criminóloga Anna María Rondón, coordinadora del OVV en la entidad, detalló que los datos obtenidos indican que el Táchira tiene una tasa de 18,8 muertes violentas por cada 100 mil  habitantes (100/h).  Y pese a que hay  un descenso en las  muertes violentas en un 10 % en comparación del año 2020 en la región, la estadística muestra que se han disparado otros delitos como las violaciones, los robos, agresiones, entre otros.

Táchira, que venía ocupando la posición 19 en el ránquin nacional de mayor números de muertes violentas, descendió al puesto 17.

“Los homicidios disminuyeron un 46,80 % frente a los datos obtenidos en el año 2020. 18% de los homicidios ocurrieron en conflicto entre grupos armados irregulares, 8.7 % relacionado con  pandillas y el 7.2 relacionados con la pareja o familia,”, expuso la coordinadora del observatorio. 

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Fernández Feo el municipio más violento

Respecto a la distribución espacial de la violencia, en las categorías de homicidios y resistencia a la autoridad, se determinó a través del estudio, que el municipio con mayor tasa de muertes violentas es Fernández Feo con 36.9%, en segundo lugar el municipio Independencia con 18, en el tercer lugar, el municipio García de Hevia con 9.2%, seguido de Junín con 7.8%, Ayacucho con 7.7%, Bolívar con 7.3% y por último, el municipio San Cristóbal con 5.8%.

Anna María Rondón Trejo, señaló que la característica principal de dichas muertes violentas, es que han sido homicidios producto del conflicto entre Grupos Armados Irregulares (GAI) que hacen vida en la zona de frontera y municipios cercanos. Estos homicidios representan el 70,18% del total en esta categoría.

Igualmente,  se destacó el secuestro como un delito asociado a estos homicidios en un 80% de los casos identificados, pues algunas de esas víctimas, fueron capturadas en sus residencias, por hombres que se identificaron como miembros de dichas organizaciones, y posteriormente se hallaban  sus cuerpos sin vida en las trochas controladas por GAI. Los cuerpos presentaban signos de tortura, quemaduras y descuartizamiento.

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Disminuyen muertes por letalidad policial 

A lo largo del año 2021 se registraron 11 muertes por intervención policial, con una disminución del 661 % en comparación al año 2020. El 100 % de las víctimas de muertes en presuntas ejecuciones extrajudiciales fueron hombres, en su mayoría con edades comprendidas entre 20 a 34 años.

Mientras que el 70 % de los supuestos enfrentamientos ocurrieron a plena luz del día y los cuerpos con mayor incidencia en estos delitos son: el Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (Cicpc) con el 88,89 % y las Fuerzas Armadas con el 11,11%, detalló Rondón. 

Indicó que de enero a noviembre, se registró un alto índice de casos de “muertes por averiguación”, lo que en su análisis esta definición emitida por el cuerpo de investigación científica, puede significar una estrategia para invisibilizar los homicidios y las muertes por intervención policial, con el propósito de limpiar su imagen frente a la comunidad internacional.  

“Existe una cantidad importante de muertes en averiguación, pues pudieran ser muertes por intervención policial o muertes  por homicidios intencionales que quedan invisibilizados con el porcentaje muertes en averiguación”, puntualizó. 

Repuntó la violencia intrafamiliar

Como un delito de importante incidencia el OVV registró 60 eventos de agresión, frente al 2020 cuando solo se registraron 25, lo que significa un incremento del 140%, entre las causas que se asocian a este evento, se tiene la violencia intrafamiliar, conflictos entre parejas, violencia de género y en los entornos laborales, reveló la investigadora.

Asimismo, explicó que el aumento de estos tipos de agresiones pudieran deberse al rompimiento de los lazos convivenciales a causa del recrudecimiento de la crisis económica que ya venía experimentando Venezuela y que con el confinamiento se exacerbó. 

Se dispararon los eventos de robos

Con relación al delito de robos, precisó que en 2021 documentaron 24 eventos robos, mientras que en el 2020 solo se registraron 7 casos, lo que refleja un aumento del 242,85% respecto al año anterior. Una hipótesis que plantea la criminóloga a cuanto a esta incidencia es el aumento de las oportunidades para que este delito se de, debido a que en la entidad se  disparó el uso de las divisas en efectivo, principalmente peso colombiano y dólares.

Por ello, ha ocurrido un desplazamiento interno de delincuentes hacia el Táchira, provenientes del centro del país, buscando acercarse a la linea fronteriza, destacó Anna María Rondón, pues los pasos hacia Colombia que están en el municipio Bolívar y Pedro María Ureña, se prestan para conseguir dinero de forma legal e ilegal.

“Por ello desde el  inicio de la pandemia hemos visto cómo algunos delincuentes se han desplazado al estado Táchira en busca de posesionarse en algunos de estos puntos”, argumentó.

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“Otro delito que presentó un incremento en este año, es la tentativa de homicidio, el cual registró un total de 13 eventos, mientras que en 2020 solo se reflejaron 2, lo que muestra un incremento de 550%. Las causas que se asocian a este delito, son principalmente de índole intrafamiliar, conflictos entre parejas, padres y parientes”.

Según los datos del observatorio, el 100 % de los casos de femicidios ocurrieron en municipios de frontera.  El 51 % de las víctimas fueron hombres y el 49 % mujeres por violencia de género y delitos de violación.

También se observó un aumento del uso de la fuerza física como arma para concretar el delito con el 39 %, mientras que con uso de arma de fuego se un 31% y el 26% objetos cortantes y punzantes, dijo la criminóloga. 

 
Se fortalecieron los grupo subversivos

Por los hallazgos del estudio presentado,  la especialista en el tema criminal reveló que hubo un fortalecimiento de las organizaciones criminales, entre ellos, el Ejército Liberación Nacional (Eln), y las disidencias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), así como la llegada del Tren de Aragua, que han ido tomando el control paulatinamente, especialmente de los municipios de frontera o cercanos a ellos, hambrientos por  los beneficios económicos producto del contrabando, y otros delitos, lo que hace que se disputen el control del territorio, generando una multiplicidad de conductas ilegales, sin que se avizoren políticas correctivas, cuya dirección sea la disminución de dichos delitos.

"Llama poderosamente la atención porque podemos pensar que la delincuencia común está migrando hacia las organizaciones criminales y de no aplicarse los correctivos pertinentes alguna de estas organizaciones pudieran tomar el control del estado", dilucidó. 

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