La Opinión
Suscríbete
Elecciones 2023 Elecciones 2023 mobile
Salvar la vida de sus hijos está en sus manos, ¿sabe cómo hacer reanimación básica?
El 29 de septiembre es el Día Mundial del Corazón. En el año 2020 murieron más de 1100 niños, entre 1 año y los 14 años por causas reanimables, según datos del DANE.
Image
logo
La Opinión
Martes, 28 de Septiembre de 2021

El cuidado de la salud y la seguridad de los pequeños de la casa es una tarea importante a cargo de los padres de familia y cuidadores de niños; puesto que, es labor de los adultos estar al tanto de las acciones y actividades que desarrollen los menores, sobretodo en la edad temprana cuando es inminente su afán por explorar y conocer el entorno que los rodea, fundamental, para prevenir accidentes caseros, siendo estos una de las principales causas de lesiones y muerte en los primeros años de vida.

Lea además ¿Qué es un marcapaso y cuál es su función?

Según Juan Carlos Echeverry, médico anestesiólogo, miembro del Comité de Anestesia Pediátrica de la Sociedad Colombiana de Anestesiología y Reanimación (SCARE) e  instructor de reanimación pediátrica básica y avanzada de la American Heart Association (AHA), en menores, ciertas situaciones como la no atención oportuna de una afección respiratoria, un episodio de ahogamiento, golpes en la cabeza o atoramiento con objetos extraños, son el desenlace de accidentes (prevenibles en algunos casos) que, rápidamente se convierten en paros cardiorrespiratorios. 

Si bien, un niño a corta edad no es consiente que, la introducción de un objeto pequeño por nariz o boca impiden el paso del aire, así como tampoco comprenden que correr por las escaleras les representa un peligro latente, eh ahí la importancia de educar a los menores y enseñarles conductas saludables que les permitan estar alerta.

Tales hábitos son comer despacio y no realizar otras actividades mientras lo hacen, no introducir objetos en sus fosas, no retirarse el cinturón de seguridad, no ingerir medicamentos, no estar cerca de espacios con acúmulo de agua, como piscinas o bañeras sin supervisión, ni subir a lugares altos.  

Ahora bien, frente a un caso de paro por una situación doméstica, el experto manifiesta que, atender a un niño y brindarle los primeros auxilios, es un proceso que, aunque requiera algo de experticia, cualquier persona lo debería poder brindar y el éxito de la aplicación de las maniobras de reanimación va a depender de manera significativa del tiempo de respuesta frente a la situación y de la atención que se le brinde a los signos o síntomas del menor posteriores al hecho desencadenante. 

El especialista señala que, las primeras manifestaciones fisiológicas que le permitirán identificar que un niño se encuentra en paro y que su corazón ha dejado de contraerse correctamente, son: el menor no responde al llamado, esta pálido o de color azul, no está respirando o le cuesta hacerlo, no cuenta con pulso o es muy lento. 

¿Sabe usted cómo tomarle el pulso a su hijo? 

Tenga en cuenta que el lugar para tomar el pulso, varía según la edad del infante, es decir que, para tomarle el pulso a un bebé menor de 1 año debe hacerlo en la zona de la axila, a un niño mayor de un año en la zona del cuello, y a un niño mayor de 4 o 5 años en adelante en la muñeca; en cualquiera de los casos, se toma haciendo presión en la zona determinada con los dedos índice y corazón.

Le puede interesar Cada 180 segundos, a alguien se le diagnostica leucemia

Una vez que encuentre el pulso, cuente los latidos durante máximo 10 segundos; de no encontrar el pulso, debe actuar de una manera organizada y rápida. Si los signos vitales de su niño no responden, se hace necesario mantener la calma y solicitarle a otra persona que llame al número de emergencias o hacerlo usted mismo, utilizando el altavoz de su teléfono si se encuentra solo; mientras realiza la llamada inicie de inmediato las técnicas básicas de reanimación cardiopulmonar. 

Para ello, se debe descubrir el pecho del menor, en relación el experto recomienda “iniciar las compresiones rápidas y profundas en el tórax, es decir, realizar entre 100 y 120 compresiones por minuto, con una profundidad de 4 centímetros en niños menores, y en niños mayores de 8 años de 5 centímetros”. 

La forma adecuada de realizar compresiones en niños lactantes es rodear el tórax con las dos manos de manera que con los pulgares se pueda comprimir fuerte y rápido entre en la zona del pecho.

En niños más grandes, se realizan en el mismo punto, pero, con una mano sobre la otra.  Es importante tener en cuenta que, aunque la situación generé dudas y angustia en los padres o cuidadores del menor, es la única opción para salvarle la vida al niño con pérdida de la consciencia, dificultad para respirar o pulso débil.   

Ahora, si se pregunta ¿cuándo realizar respiración boca a boca?, tenga presente que está práctica solo debe ser empleada por expertos, ya que de no contar con la habilidad se puede perder tiempo en intentar realizarlas. 

Las ventilaciones se deben administrar luego de 15 compresiones exitosas en el tórax y como asegura el especialista tenga presente que “en la reanimación siempre serán más importantes las compresiones, que la ventilación (sino se saben hacer)”. 

Dicho esto, tenga en cuenta que, los primeros 2 minutos de paro en un menor o incluso en un adulto son decisivos para brindar atención primaria, pues a partir de este tiempo, los órganos vitales, como el corazón y los pulmones, empiezan a sufrir secuelas irreparables al no transportar sangre y oxigeno por el organismo.

Es ahí cuando las células empiezan a morirse lentamente, adicional, por cada minuto que un neonato o un niño con paro estén sin reanimación, se pierde del 10% al 20% de las posibilidades de que el paciente sobreviva o no quede con secuelas irreversibles (daño neuronal severo, déficit neurológico y mental grave a largo plazo, retardos en el proceso de crecimiento y desarrollo incurables, entre otros); sumado a esto, en nuestro país la tasa de mortalidad por paro en un entorno extra hospitalario supera el 90%, esto obedece a que en la mayoría de los casos no se inician las compresiones oportunamente en el lugar de los sucesos. 

Es por eso que, es de vital importancia brindarles a las paradas cardiacas la atención que se merecen, ya que todos como ciudadanos y más los cuidadores de menores nos encontramos en la capacidad de aprender maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP) e involucrarnos en una reanimación cuando la situación así lo amerite.

Lea también Día Mundial del Alzheimer: qué es y cómo se puede prevenir
 
Según Echeverry, para estar preparados hay que aprender cómo realizar compresiones de una manera eficaz, para ello recomienda ver videos y practicar en casa, en donde el papel del paciente lo funja una almohada, o certificarse en cursos de primeros auxilios para personas legas (que no pertenecen al sector de la salud). 

Estos cursos en diversas ocasiones son gratuitos y se pueden tomar de manera virtual o presencial a través de las ARLS, la Cruz Roja, el Ministerio de salud, instituciones prestadoras de servicios de salud o ingresando a la página de la American Heart Association en donde encontrará videos y tutoriales”.  

Para finalizar, recordó que, para evitar los paros en menores y neonatos, lo mejor es prevenirlos, por eso, tome siempre medidas que le permitan reducir el riesgo de eventos adversos sobretodo en su hogar, esté pendiente de sus menores, no los deje solos, asegure los espacios inminentemente peligrosos, y tenga siempre en mente que el mejor salvavidas de su hijo es usted.  

Gracias por valorar La Opinión Digital. Suscríbete y disfruta de todos los contenidos y beneficios en http://bit.ly/SuscripcionesLaOpinion 

Temas del Día