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Incendios en los páramos, una amenaza que acaba la vida en Norte de Santander
Desde la noche del miércoles voluntarios de Defensa Civil de Cáchira atienden un incendio forestal en el páramo de Guerrero del complejo Santurbán, el cual no ha sido controlado.
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Viernes, 5 de Marzo de 2021

Un mes después del incendio en la vereda Playoncito (Arboledas, Norte de Santander), que avanzó hacia el Páramo de Santurbán, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, tras una visita técnica, diseñó un plan con tres acciones para evitar eventos similares a futuro y mitigar los efectos.

“El plan consiste en la creación de una comisión con las comunidades, los gobiernos municipales y las corporaciones para generar acciones de educación y prevención de futuros incendios; formular un programa de Pagos por Servicios Ambientales que vincule a la comunidad en la conservación de la zona, y la implementación del plan de restauración con el cual garantizaremos la recuperación de nuestro páramo”, explicó Nicolás Galarza, viceministro de Ordenamiento Ambiental del Territorio.

El incendio se produjo el pasado 3 de febrero en la noche. Por esos días, el viceministro sobrevoló el corregimiento de El Mohán (Suratá, Santander), acompañado por expertos de la Corporación Autónoma Regional para la Defensa de la Meseta de Bucaramanga (CDMB), la Corporación Autónoma Regional de la Frontera Nororiental (Corponor), la Dirección Departamental de Gestión del Riesgo de Desastres, la Fuerza Aérea, el Ejército y la Dirección Nacional de Bomberos.

En cuanto a las causas que originaron el incendio, se presume que se dio por una quema fuera de control, sin embargo, tan pronto se controlaron las llamas, profesionales de Corponor y de CDMB visitaron el Páramo de Santurbán y empezaron a hacerle un seguimiento directo a las secuelas que dejó la conflagración.

La visita evidenció que varios de los servicios ecosistémicos fueron afectados al alterarse el ciclo hidrológico, al darse cambios en la calidad del aire y del clima, al quedar algunas zonas expuestas a la erosión y al haber novedades en la fertilidad del suelo y el ciclo de nutrientes.

Los expertos no observaron prácticas agropecuarias, áreas de cultivo o pastoreo recientes, ni avance de la frontera agrícola, tala y caza de fauna ilegal, tampoco extracción de material vegetal sobre el área damnificada por el incendio; sin embargo, sí descubrieron estiércol de semovientes por posibles áreas de pastoreo no intensivo.

La zona afectada es un ecosistema estratégico que se encuentra dentro del corredor biológico del Cóndor de los Andes y otras especies. 

Para identificar las especies de fauna y flora afectadas, se hicieron recorridos aleatorios y observaciones de campo en busca de rastros o señales de individuos incinerados, madrigueras y posibles sitios de anidación.

El director de Corponor, Gregorio Angarita Lamk, indicó ayer que se ha atendido de manera articulada con los alcaldes y con Gestión del Riesgo otros incendios que se han presentado en los páramos, “lo cual nos tiene en alerta permanente teniendo en cuenta la temporada de sequía por la que se atraviesa. El riesgo sigue siendo muy grande”.

En efecto, desde la noche del miércoles voluntarios de Defensa Civil de Cáchira atienden un incendio forestal en el páramo Guerrero del complejo.

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