Nuevamente el alcalde de Ocaña, Samir Fernando Casadiego Sanjuán, se enfrenta a los directivos de la Empresa de Servicios Públicos (Espo) S.A., al ordenar la parálisis de una obra de recuperación hidrosanitaria en el barrio La Primavera.
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El mandatario local manifestó que la contratación de ese trayecto está avanzada a través del Sistema General de Regalías por la suma de 600 millones de pesos y la Espo no puede entorpecer el proceso.
Por su parte, el presidente de la Junta Directiva de la Espo, Gabriel Ángel Álvarez Duarte, asegura que se están efectuando las adecuaciones sanitarias imprescindibles para habilitar el tramo.
“Nosotros buscamos la instalación del alcantarillado en tubería de 12 pulgadas y reposición del pavimento, rígido en la calle 8 entre carreras 32 y 33 del barrio La Primavera por un monto de 200 millones de pesos”, precisó el gerente, ingeniero Jesús Alfredo Contreras Mejía.
El profesional indica que se detectaron problemas en las conexiones erradas de las aguas lluvias, lo que obliga la ampliación del diámetro en los tubos para mitigar la colmatación.
La inspectora primera de la Policía, Sara Echávez Rincón, determinó el sellado de la obra al considerar que la Espo no adelantó los trámites pertinentes exigidos por la ley para adelantar la obra.
“A la hora de efectuar cualquier intervención se deben solicitar los permisos correspondientes para analizar la viabilidad de la obra y las repercusiones en la movilidad de la zona. Se estableció la carencia del Plan de Manejo de Tránsito y se procede a cerrar ese frente de trabajo”, dijo la funcionaria.
El presidente de la Junta Directiva de la Espo señaló que las empresas encargadas de los servicios públicos domiciliarios están exentas de presentar esos documentos.
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Pero la profesional del derecho aclara que está errado y deben cumplir con la normatividad vigente. Sin embargo, el gerente Jesús Alfredo Contreras asegura que ya fue enviada esa documentación.
El tire y el afloje
Los perjudicados son los moradores del sector quienes esperan conciliar los ánimos entre ambas partes con el fin de gozar de una arteria vial en óptimas condiciones.
“Llevamos más de 30 años viviendo en la zona y ningún alcalde se ha dignado en arreglar la calle, ahora que la Espo procede a intervenir, sale el alcalde en el último año de gobierno poniendo trabas. Estamos cansados de tanta politiquería barata”, afirma la vocera comunal, Gina Cabrales Gandur.
Agregó que están molestos por el sellamiento de la obra porque los únicos “que se han metido la mano al dril para arreglar el problema ha sido Espo.
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Toda la comunidad estuvo de acuerdo que levantaran la estructura, no nos pueden perjudicar dejándola cerrada a la hora de una urgencia con nuestros adultos mayores”, agregó.
Palos a las ruedas
El secretario de Vías, Infraestructura y Vivienda de Ocaña, ingeniero Yorbi Franco Téllez censura la manera como los directivos de la Espo, por aquellas rencillas generadas a raíz de la licitación de los servicios públicos, se atraviesan en la iniciativa que se encuentra bastante avanzada.
Fue categórico al afirmar que el proyecto no fue compartido, ni consultado con la administración municipal, antes de levantar el pavimento.
“A estas alturas no podemos alterar el objeto del contrato que se encuentra en etapa previa. En septiembre del año pasado solicitamos un certificado del estado de las redes hidrosanitarias y nos dijeron que estaban en perfectas condiciones. Ahora salen con el cuento que hay problemas”, recalcó.
Precisa que el Sistema Nacional de Regalías asignó 600 millones de pesos para la adecuación de 140 metros lineales y la Espo ha destinado más de 200 para arreglar 70 metros. “No podemos modificar el alcance del proyecto porque los trámites están bastante avanzados”, mencionó.
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El viernes se efectuará la Asamblea General de la Espo donde el alcalde tiene un escaño por ser socio de la empresa y expondrá el problema. Lo cierto del caso es que las relaciones están rotas y los platos rotos lo pagan la misma comunidad.
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