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Cúcuta
Vendieron novillos y parcelas para volverse millonarios y los estafaron
Dramáticos testimonios de víctimas de Ábrego, El Tarra y Ocaña que lo perdieron todo por creer en Generación ZOE.
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Laura Serrano
Jueves, 16 de Marzo de 2023

A las más de 700 personas estafadas por Generación ZOE, en Cúcuta, ahora se suman más víctimas residenciadas en diferentes municipios de Norte de Santander. Todos creyeron en la farsa del argentino Leonardo Cositorto, que ayudado por los colombianos Rooger Ramírez García y James Spencer Ruiz Isaza, generaron pérdidas económicas y daños emocionales aún irreparables.


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Generación ZOE, una organización fantasma en Argentina, tiene hoy a Cositorto, su creador preso en ese país, pero antes de su declive, los tentáculos de este engaño no solo terminaron en Cúcuta sino también en hogares de El Tarra, Ocaña, Ábrego y otros municipios nortesantandereanos, donde los inversores, la mayoría creyentes cristianos, confiaron sus ahorros para recibir ganancias en dólares que prometían retornos del 7.5% mensuales.

Testimonios

Una pareja de esposos que vive en El Tarra vendieron lo único que tenían: su parcela. Después de tanto dudar de las tremendas ganancias que sus familiares les aseguraban obtener con Generación ZOE, al final se dejaron convencer y se vincularon sin freno.

“Nos creímos un cuento bien inventado”, dijo la víctima, quien pidió reserva de su identidad.

Sin saberlo, la mala hora para esta familia inició el 30 de noviembre del 2021, cuando depositaron el primer pago a la cuenta de ahorros de Bancolombia a nombre de la Asociación Latinoamericana de Coaches, la cual figura como representante legal en el registro cámara de Comercio, Ramírez García.

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Rooger Ramírez García y el argentino Leonardo Cositorto, ambos visitaron en 2018, el Congreso de Colombia.

En esa cuenta, esta familia entregó un depósito de $3.995.000 lo equivalente al pago mínimo de la membrecía que les daba el ingreso a dicho negocio, que consistía en ser parte de un proyecto educativo, en donde prometían pagar mientras se estudiaba virtualmente y ‘mágicamente’, porque nadie se explica cómo después ese dinero se multiplicaría y representaría las tentadoras ganancias.


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Para las 7:00 de la noche, del 10 de diciembre, de ese mismo año, realizaron una transacción a la misma cuenta de ahorros, por el valor de $19.999.200 por el pago de unos robots que consistía en obtener mayor rentabilidad porque a través un software o inteligencia artificial iban a generar hasta el 30% de ganancias, comprando y vendiendo criptomonedas.

“Como nos darían una mega rentabilidad para marzo de 2022 nos dimos cuenta que podíamos vender la parcela y recibir más ganancias, por eso nos fuimos con todo”, añadió la víctima.

Por eso la mayor inversión de esta familia ocurrió la tarde del 13 de enero de 2022, cuando entregaron $49.665.000 por una promesa de rentabilidad anual que los catapultaría en sus ingresos. En total, giraron $73.659.200. Solo recibieron $400.000 de la ganancia de la membrecía.

“Nos quedamos sin nada, lo perdimos todo. Pero lo irreparable es el daño emocional que causaron en mi esposo. Está sumergido en una depresión y tristeza que medicamente debe estar monitoreado”, expresó la mujer víctima.

Según los testimonios, en El Tarra se regó la oferta de Generación ZOE, y unas 20 personas también se dejaron convencer.

Las víctimas depositaban sus dineros a cuentas también de la Confederación Mundial de Coaches S.A.S (CMC) y a la Escuela Empresarial de Coaching Y Negocios S.A.S. en donde, Rooger Ramírez García y James Spencer, figuraban como representantes.

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James Spencer Ruiz Isaza quedó grabados en varios videos y fotografías junto a Leonardo Cositorto.

“Somos muchos los estafados pero a la gente le da pena decir que fueron víctimas. Hay una pareja de esposos que se separaron, a raíz de esta situación. Personas que se enfermaron, están deprimidos, que un año después de que todo empezó a descubrirse, aún están afectados emocionalmente y atrapados por los bancos por créditos impagables”, dijo otra víctima.

Otra mujer, para octubre de 2021, también creyó en Generación ZOE, y por eso invirtió la venta de cinco novillos y hasta se endeudó con una entidad bancaria para obtener unos $90 millones y hoy pide que las autoridades, hagan algo.

“No entendemos por qué con que tantas denuncias no hay respaldo de las autoridades. En Argentina ese hombre está preso, pero en Colombia no hay ni siquiera una investigación que se adelante en contra de esas dos personas”, dijo la afectada de Ábrego, que perdió 70 millones.

En Ocaña, Isabel Olivares, también cristiana depositó $100.000.000 el 16 de enero del 2022, un mes después todo se le vino al piso cuando la Policía Internacional (Interpol) dio a conocer la orden de captura en contra de Cositorto.

Soy víctima de ZOE y ahora tengo el apartamento a punto de perderlo y de quedarme en la calle porque no tengo para pagar las cuotas del banco, pues por culpa de ZOE, lo hipotequé”, narró la víctima.

Casas, apartamentos, fincas, vehículos, todo en cuanto bien portaban las víctimas lo perdieron por creer en Generación ZOE.

Fraude o estafa de afinidad

La mayoría de las víctimas entrevistadas por este medio coinciden que aunque se enteraron por amigos y familiares de Generación ZOE, el génesis y la base de esta empresa estaba en los mensajes difusivos de líderes cristianos de varias iglesias que permitieron que en sus altares y reuniones líderes impulsaran esta empresa.

“Vendí mi camioneta para invertir en ZOE porque nos metieron el cuento a través de la Iglesia y uno creía que eso era serio, pero todo resultó una mentira. Por eso queremos ir hasta las últimas consecuencias para que los responsables paguen”, contó un estafado de Ocaña.

Otra víctima añadió que se aprovecharon de su fe y de la afinidad que tenían como creyentes. “El discurso de lavado de cerebro de la prosperidad financiera. El primer gancho era entrar luego venía la propagación y era que si traías a otra persona, de lo que ella pagaba yo conseguiría el 20%. Solo se pensaba en ganar”, añadió otra víctima, que perdió $40 millones.

Aunque La Opinión se comunicó en reiteradas veces con Ramírez García y Ruiz Isaza, estos no contestaron nuestras llamadas ni aceptaron ser entrevistados por este medio.

Iniciando el proceso investigativo

Tras indagaciones de este medio en la Fiscalía de Cúcuta se conoció que muchas de las denuncias fueron interpuestas recientemente, razón por la cual, la Fiscalía apenas inició el proceso.

“Los casos ya están asignados y ahora lo tomará un fiscal, quien dará inicio el proceso”, dijo una fuente de esa entidad.


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La afectada Isabel Olivares agregó que son más de 4 mil los afectados en toda Colombia. “Solo en Norte de Santander llegamos a casi la mitad de las víctimas y mientras tanto, los responsables deberían estar dando cuentas a la justicia, pero están campantes riéndose de nuestra desgracia. La información que estamos aportando a la Fiscalía es veraz y con fundamentos y no han hecho nada”.

Cositorto, un argentino estafador

Leonardo Cositorto, de 52 años, armó Generación ZOe como una comunidad.

Javier Smaldone, un argentino quien es programador informático y asistió como testigo de la Fiscalía en Villa María, una provincia de Córdoba, Argentina,- en donde se llevó a cabo el juicio en contra de Cositorto-, lo describió como un hombre que inició su como vendedor ambulante callejero.

“Hacia los años 90 él vendía cualquier tipo de baratijas, libros, perfumes. Todo lo que compraba por cantidad lo entregaba para que fuera vendido. Desde ahí comenzó con su discurso para que otros lograran ser jefes de sus propios negocios, pero las ganancias realmente eran para las cabezas de lo que emprendía”, dijo Smaldone.

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Leonardo Cositorto, el argentino que además era la cabeza de esta ilusión.

Según el compatriota de Cositorto, una vez este creó ZOE, consiguió socios en toda Latinoamérica, bajo la fachada de escuelas de liderazgo financiero y coaching, en donde hicieron creer de la existencia de empresas fantasmas como ventas de automóviles, hamburguesas, tiendas de mascotas, viajes, alimentos naturales y hasta prometieron una línea aérea porque estaban comprando aviones.

“Hablaron hasta de una mina de oro para respaldar con oro la criptomoneda, algo que realmente roza lo ridículo porque de eso todo era fachada no había nada”, añadió el argentino. 

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