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Política
Ley de participación debe ser entendida por alcaldes y gobernadores
La directora para la Democracia, la Participación Ciudadana y la Acción Comunal, del Ministerio del Interior, habló de este tema con La Opinión.
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Lucy Araque
Lucy Araque
Sábado, 29 de Octubre de 2016

A mediados de 2015, el presidente de la República le dio vía libre a una nueva ley estatutaria (la 1757, Ley de Participación Ciudadana) cuyo objetivo es mejorar y agilizar los mecanismos democráticos con los que cuenta la ciudadanía para hacer control a sus gobernantes y cabildantes y de esta forma garantizar sus derechos.

Si bien ya existía una norma que le abrió el camino a herramientas para la participación como el referendo, la consulta popular, la revocatoria del mandato, el plebiscito y el cabildo abierto, hasta el momento estos no han tenido el peso suficiente para el fortalecimiento de la democracia en Colombia.

De ahí que la nueva apuesta del Gobierno es lograr que la ciudadanía cuente con instrumentos mucho más asequibles y se interese por “promover, proteger y garantizar modalidades del derecho a participar en la vida política, administrativa, económica, social y cultural, y así mismo a controlar el poder político”.

Ana María Almario, directora para la Democracia, la Participación Ciudadana y la Acción Comunal, del Ministerio del Interior, conversó con La Opinión sobre el panorama de Colombia hoy en esta materia, a propósito del concurso ‘La participación ciudadana sí genera cambios’ en el que acaban de premiar tres iniciativas ciudadanas que demostraron cómo este tipo de procesos sí puede propiciar acciones en beneficio de las mismas comunidades.

¿Cuál es el panorama en materia de participación ciudadana en Colombia?

Hoy tenemos una participación muy interesante. Hay una oferta enorme por parte del Estado para la conformación de consejos de toda índole, en los que hay instancias ya creadas o que se están creando. Tenemos una explosión grande de esos escenarios, pero en ellos sí hay una baja articulación o incidencia de las comunidades en la toma de decisiones públicas. Por otro lado, tenemos una gran movilización ciudadana que cada vez va creciendo más y que está interesada en que sus derechos puedan ser agenciados no por la vía, exclusivamente, de los consejos creados por las autoridades, sino a partir de la unión entre las distintas comunidades.

Pero, ¿qué tanta efectividad tienen estos espacios o expresiones?

La idea es que estas instancias tengan más dientes e incidencia en la toma de decisiones porque quien está sentado en ese consejo de participación es el secretario de Gobierno y el secretario de Planeación. Entonces, estos son  espacios en los que todas esas personas se reúnen para poder generar la toma de decisiones. Pero, además, lo que necesitamos es reconocer todos esos escenarios de movilización y escucharlos. Que los alcaldes, los gobernadores y las autoridades del orden nacional empiecen a comprender que la participación ciudadana es una herramienta que beneficia en la toma de decisiones. Si logro escuchar todas esas movilizaciones públicas que se están produciendo y logro incorporarlas, pues mi inversión va a ser más pertinente y mis programas más efectivos.

¿Cuál es la principal razón por la cual los colombianos no participan o participan poco, a pesar de todos los mecanismos que tienen para hacerlo?

Hay varias causas. Una de ellas es porque la comunidad no siente que va a incidir realmente en la toma de decisiones. Considera que participar está muy instrumentalizado o que puede ser manipulado y por esa razón no le genera confianza participar. Pero, además, entendemos que la comunidad participa a través de cosas que la motivan, como la iglesia, las juntas de acción comunal, un grupo de vecinos del barrio que se mueve por el parque, por el arreglo de la calle, en fin, frente a situaciones que son absolutamente cercanas y reales de la ciudadanía, no exclusivamente frente a políticas públicas.
 
¿Los colombianos siguen convencidos de que participar es solo votar y por eso pocos se interesan en hacerlo?

Sí. En el voto o en el bla, bla, bla. La ciudadanía no siente que haya todas las garantías para que las elecciones sean absolutamente transparentes y esto parte de la manera como los partidos políticos se han acercado a la ciudadanía para ‘vender’ su programa y ganar unas elecciones. Hay muchos delitos electorales que se involucran en la mitad de esto y la gente no siente confianza a la hora de votar. En el plebiscito también se evidenció una gran abstención que nos muestra que hay unos problemas grandes de nuestra democracia en términos de qué tanta confianza tengo yo del valor de mi voto en la toma de decisiones.

También es cierto que muchos de los espacios para participar  no generan mayores resultados, ¿eso desmotiva?

La participación a veces se nos queda en bla, bla, bla. Es decir, la discusión es deliberativa absolutamente, pero no hay acuerdos concretos y poco seguimiento. También hay una deliberación muy grande y producto de eso se llega a un acuerdo, pero hay poco seguimiento  por parte de las autoridades para que siga un curso normal. La ciudadanía no puede estar toda la vida movilizada y las autoridades no pueden estar toda la vida de espalda a esas peticiones.

En Colombia, los mecanismos de participación ciudadana que ha provisto la ley no han tenido la relevancia que se esperaba. ¿Qué valor agregado tiene  la nueva Ley de Participación para lograr una mayor efectividad de los mismos?

Flexibiliza un poco los requisitos, que es muy importante. Además, le da preponderancia a mecanismos de participación ciudadana que estaban un poco olvidados como los cabildos abiertos. También flexibiliza algunos aspectos relacionados con las consultas populares o mecanismos como la revocatoria del mandato y clarifica cuáles son los pasos para hacer uso de ellos.

En las zonas de conflicto o en donde hay una alta influencia de actores armados existe el temor de participar por miedo a ser objeto de represalias, ¿qué está haciendo el Gobierno para generar mayor confianza y blindar estos procesos?

Desafortunadamente en nuestro país aún se matan líderes sociales, comunales o de organizaciones de la sociedad civil, por el hecho de hacer un ejercicio ciudadano. Al respecto, tenemos una mesa nacional de garantías que la lidera el Ministerio del Interior, pero que está acompañada por la Fiscalía y la Policía. Para el caso puntual de los comunales, durante todo este proceso electoral tuvimos un acompañamiento directo de todas las entidades a través de esta mesa. Aunque se siguen presentando casos, hemos logrado reducir las cifras de asesinatos en comparación con el año anterior. El objetivo es que nunca haya un comunal o ningún líder que muera por defender una causa social.

Ejemplos de participación

La Dirección para la Democracia, la Participación Ciudadana y la Acción Comunal, del Ministerio del Interior, junto con la Fundación Foro Nacional por Colombia organizaron el primer concurso ‘La participación ciudadana sí genera cambios’, con el que buscan incentivar la vinculación de la ciudadanía en los procesos y acciones que contribuyan a generar bienestar para sus mismas comunidades.

En la primera entrega, los organizadores premiaron tres propuestas que fueron seleccionadas de un total de 42 de todo el país, en las que sus promotores demostraron cómo a partir del trabajo colectivo y la participación de los ciudadanos lograron incidir en las decisiones públicas y en el mejoramiento de aspectos que los afectan de una u otra forma.

Ellas son:

Fundación Montecito, de la provincia de Sugamuxi (Boyacá): sus integrantes lideraron una serie de acciones mediante las cuales lograron la protección de la laguna de Tota, luego de que el alcalde de ese municipio permitiera el ingreso de viajes de arena con contenido de arcilla que afectó el sector de Playa Blanca y amenazó el equilibrio ambiental.

Agendas ciudadanas del Magdalena Centro 2015-2019: a partir del empoderamiento comunitario local y el sentir de los ciudadanos y líderes se plantearon 13 agendas ciudadanas con base en la realidad del territorio, las cuales fueron incorporadas en igual número de  planes de desarrollo de los alcaldes electos de los municipios de la zona.

Festival ciudadano anual que promueve participación y el empoderamiento ciudadano: esta iniciativa del movimiento 100en1Día se desarrolló en 11 ciudades del país, incluida Pamplona, en Norte de Santander, con el fin de crear un modelo de transformación social y trabajo en red que contribuya a fomentar acciones de cambio, a partir de iniciativas espontáneas a nivel cultural, ambiental en las cuales los ciudadanos se toman cierto lugar, por medio de manifestaciones pacíficas.

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