Después de la pandemia que privó a muchos turistas de visitar el santuario donde se venera la Virgen de las Gracias de Torcoroma, patrona de los ocañeros, se empezó a observar nuevamente el regreso masivo de los feligreses quienes van a renovar los votos de fe.
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Los milagros de ‘La Morena’, como ha sido denominada, atrae a muchas personas procedentes de los distintos rincones del país e incluso del mundo entero, quienes suben hasta la montaña a pagar la promesa por el favor concedido.
De esa manera se reactiva el renglón de la economía y mantiene vivas las tradiciones.
“Centra la religiosidad del culto católico y se constituye en factor de unidad regional para la convivencia pacífica de los pueblos”, señaló el escritor Wilson Enrique Ramírez.
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Recuerda el momento cuando la réplica de la imagen fue hurtada el miércoles 11 de marzo del año 1981 por el ciudadano argentino Carlos Alberto del Vecchio Bótaro, donde todos los habitantes de la zona iniciaron la cadena de oración para rechazar el sacrilegio e incluso pensaron que el apocalipsis había llegado a su terruño. Después fue recuperada por un agente de la Policía Nacional, oriundo de Convención, en el puente Pumarejo de la ciudad de Barranquilla.
Aparición de la patrona de la diócesis
El presidente de la Academia de Historia de Ocaña, Luis Eduardo Páez García manifiesta que es la máxima expresión religiosa entre los habitantes de la región.
“Esa devoción brota por los poros y cada día crece más. La gente aferrada a la fe, le perdió el miedo al virus y ha retomado el camino al santuario”, asegura al resaltar el flujo turístico hacia esta zona del país.
El 16 de agosto de 1711, hace 311 años, apareció la imagen en lo alto de la montaña a unos campesinos que cortaban un árbol para hacer un dornajo utilizado en la fabricación de dulces.
Torcoroma es un toponímico indígena para connotar la montaña y los fieles católicos beben el agua bendita o la untan en diferentes partes del cuerpo para calmar las dolencias.
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Desde entonces la devoción se ha venido propagando de generación en generación y cada año llegan desde los diferentes puntos cardinales, un buen número de turistas en romería para pedir un favor y otros en agradecimiento pagan penitencias escalando algunos tramos de rodillas o a pie descalzos.
La fe mueve montañas
La acción de gracias es comparable con la Virgen de Guadalupe en México y son muchos los testimonios de los milagros obrados por la patrona de los ocañeros.
Personas que sufren de cáncer y de la noche a la mañana el mal desaparece, a otros les han diagnosticado amputación de las piernas y luego de subir al santuario se frena esa posibilidad.
Además, intercede por secuestrados, desaparecidos y en la resolución de conflictos familiares, aseguran los feligreses.
Elkín Ibáñez sufrió un accidente de tránsito y los médicos le decían que había que cortarle la pierna, la madre se aferró a la virgen y se recuperó de la seria lesión.
La palabra cáncer suena tétrico al oído de muchas personas, pero para una profesional ocañera se convierte en esperanza de vida.
Sufrir la enfermedad no ha sido obstáculo para difundir esos mensajes de fe a toda la humanidad.
Nury Esperanza Villalba Suárez ha luchado contra una leucemia durante muchos años y se encomendó a la virgen.
Hoy lidera una fundación en la ciudad de Bucaramanga, postulada mujer Cafam por la manera en como ayuda a la gente que sufre esa terrible enfermedad.
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Subir al santuario del agua de la virgen es la mejor medicina para reencontrarse con la patrona. Su voz busca una verdadera transformación de la mentalidad frente a esa enfermedad.
Desata las cadenas del secuestro
El 12 de julio de 1999, toma sangrienta a Puerto Rico, Meta. Las noticias no eran tan alentadoras para muchas familias colombianas. Sus hijos habían muerto ante el ataque de las FARC, otros en mal estado fueron internados en la espesa selva como prisioneros de guerra. La pesadilla apenas comenzaba.
Entre ellos se encontraba el cabo de la Policía Nacional, Jorge Trujillo Solarte, quien luego del prolongado cautiverio viajó a Ocaña para dar las gracias a la Virgen de la Torcoroma por haberlo liberado de las pesadas cadenas.
Su señora madre Oliva Solarte indica que en la liberación obró la Virgen de las Gracias de Torcoroma.
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