Los recursos presupuestados para el transporte escolar solo alcanzan hasta el mes de agosto, indicó el secretario de Educación Cultura y Turismo de Ocaña, Raúl Rolando Castro Ojeda.
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Los rectores de las instituciones educativas de la zona rural adelantan gestiones con la gobernación para garantizar ese servicio a los niños de la región.
La suspensión del transporte escolar causaría traumatismo a unos 900 estudiantes de los corregimientos de Otaré, La Ermita y Aguas Claras.
El secretario de Educación del Norte de Santander, Diomar Alonso Velásquez Bastos, respondió al director de la Unidad Educativa del corregimiento de Aguas Claras, Fernando Alberto Clavijo Vega, que no existe plata para ayudar a esas comunidades rurales.
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“Acorde a su oficio de solicitud relacionado con del transporte escolar en su municipio, nos permitimos informar que revisando los recursos financieros que se podrían destinar para esta actividad, no contamos con disponibilidad presupuestal, toda vez que se adelanta a través de los recursos de regalías la financiación de otra estrategia de permanencia educativa, como es la alimentación escolar, que tiene un impacto social muy alto. Tampoco se dispone de recursos propios que permitan coadyuvar a financiar el transporte escolar”, recalcó el funcionario departamental.
El contrato vigente
Castro Ojeda explicó que la Alcaldía de Ocaña ejecuta el contrato suscrito con la empresa Cootrans Hacaritama, cuya fecha de origen de operaciones fue el lunes 7 de marzo de 2022 y tiene una duración de 100 días calendario escolar, que, según las proyecciones, permite contar con ese servicio hasta el 24 de agosto del presente año.
“Para hacer posible este beneficio se realizaron ingentes esfuerzos económicos con la suma de $500 millones, una cifra considerable si se tiene en cuenta que cada día de operación de las rutas contratadas tiene un valor de 5 millones de pesos”, precisó.
La inminente parálisis afectará a 900 estudiantes campesinos de las instituciones que se encuentran fuera del perímetro urbano como Aguas Claras, Edmundo Velásquez de Otaré, Carlos Hernández Yaruro de La Ermita y el colegio artístico Rafael Contreras Navarro, vía a la granja de la Universidad Francisco de Paula Santander, seccional Ocaña.
“Por lo anterior nos permitimos de manera respetuosa insistir en la necesidad de apropiar los recursos necesarios para que el servicio educativo no se vea afectado durante los últimos tres meses de la actual vigencia”, expresó el secretario de Educación de Ocaña a su homólogo en la capital del departamento.
A esa petición se suma el presidente del colegio de rectores de Ocaña, Óscar Emilio Pallares León, quien propone al gobernador Silvano Serrano, hacer una bolsa común para evitar traumatismo en el calendario escolar.
“Existen niños de escasos recursos económicos y es necesario ese aporte”, recalcó.
El director de la Unidad Educativa del corregimiento de Aguas Claras, Fernando Alberto Clavijo Vega, indicó que muchos estudiantes viven en zonas alejadas y se requiere ofrecer ese servicio para evitar la deserción escolar.
“Los padres de familia esperan ese subsidio de transporte para enviar a los hijos a las aulas de clases”, recalcó.
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El personero de esa institución, Geovanny Orjuela Lázaro, indicó que es un gran beneficio para los niños campesinos y solicitó a los gobernantes de turno destinar los recursos suficientes para evitar los problemas al final del año.
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