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En Montevideo I, residentes anhelan ser dueños de sus propias tierras
El golpe de inseguridad ha hecho que el transporte público y las proveedoras de tiendas y mercados ya no entren a este barrio de Villa del Rosario.
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Jueves, 8 de Julio de 2021

En 1986, en un terreno contiguo a la Autopista Internacional, en el municipio de Villa del Rosario, nació el barrio Montevideo I.

Sus primeros habitantes llegaron a invadir el terreno y se encargaron de construir las calles, organizar las manzanas y dejar espacios propicios para la educación y esparcimiento.

“Por mucho tiempo fue catalogado como asentamiento humano, pero se logró conformar la primera Junta de Acción Comunal (JAC) y se enviaron varios oficios para que este sector fuera reconocido oficialmente como barrio”, señaló José Ángel Barrera, presidente de la JAC.

Barrera agregó que algunas vías están mal terminadas o no están bien cimentadas, porque la comunidad no hizo ningún estudio previo ni tecnificado y solo las construyeron a su propio parecer.

Sin embargo, han sido los mismos residentes los que han logrado distintos avances en el sector para mejorar sus condiciones de vida, entre ellos, la instalación del sistema de alcantarillado y el acceso a los servicios públicos, además de la construcción de parques, colegio e iglesia.

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Quieren ser dueños de las tierras

En una lucha se ha convertido el tema de la titulación de predios en Montevideo I, a diferencia de muchos barrios del área metropolitana de Cúcuta, la pelea no ha sido por el alto valor del terreno, sino porque el dueño falleció.

“En el 90% del barrio no existe una propiedad de terrenos, eso nos limita y no nos permite acceder a algunos beneficios, como el subsidio de arreglo de vivienda que ofrece el Gobierno”, precisó el líder comunal.

Por esa misma razón, la alcaldía de Villa del Rosario no ha podido intervenir el polideportivo y acondicionar el espacio para un mayor disfrute de la comunidad, porque el terreno en el que está ubicado pertenece a particulares.

Según el presidente de la JAC, el problema es aún más grande porque el terreno es muy extenso, cubre casi tres barrios más y es un proceso jurídico largo y complejo para que las propiedades sean cedidas a los herederos del difunto.

Ante la imposibilidad de gestionar mejoras, por el momento, la comunidad intenta mantener con recursos propios este lugar deportivo que es visitado por niños y adultos del barrio.

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El colegio se salvó

Antes de que falleciera el propietario de las tierras, los líderes comunales de este barrio de Villa del Rosario lograron que las escrituras de la Institución Educativa Presbítero Álvaro Suárez, sede Montevideo, quedaran a nombre del municipio.

La acción oportuna de los habitantes fue lo que permitió trabajar para que fueran acondicionadas las instalaciones y se dieran clases a los alumnos desde primero a once grado.

“Actualmente, el colegio tiene inscritos cerca de 500 alumnos, nos habían quitado los grados 10 y 11, pero ya los volvieron a poner y casi todos los niños y jóvenes del barrio pueden acceder a la educación”, afirmó Barrera.

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Problema con el agua

En Montevideo I se encuentra el tanque de suministro de agua de la empresa de acueducto  Aqualia, pero, al igual que en otros sectores del municipio, han venido denunciando que, además de las alzas en los recibos, el servicio llega a sus casas de forma intermitente.

“Se supone que deberíamos tener un buen servicio, que nos llegue el suministro de agua, que es lo mínimo que se pide para que vivamos dignamente como seres humanos, pero nos hemos visto obligados a hacer protestas y pararnos en el tanque para que nos presten atención”, dijo el líder comunal.

Barrera agregó que, luego de la protesta, se pudieron sentar a dialogar con los representantes de Aqualia y se pactaron unos compromisos para que les garanticen un buen servicio.

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“Ya nadie quiere venir al barrio”

Así como en áreas cercanas, Montevideo I no ha estado exento de la oleada de inseguridad que afecta a Cúcuta y su área metropolitana.

Residentes del barrio manifestaron que los distribuidores de productos para las tiendas o supermercados han tomado la decisión de no volver, porque los pueden robar o estar envueltos en otras situaciones en medio del camino.

“Ya nadie quiere venir al barrio, algunas tiendas se han quedado sin productos porque los distribuidores ya no se atreven a pasar por acá”, afirmó un vecino del sector.

La sede de reciclaje que se encuentra ubicada en la entrada del barrio también ha sido asaltada en dos ocasiones y a los habitantes les preocupa que en cualquier momento puedan entrarse a sus viviendas.

Sumado a esto, no han podido lograr que una ruta de transporte público llegue al sector por la inseguridad que los agobia y por el mal estado de sus calles.

“Las personas tienen que ir hasta la autopista para poder abordar una buseta, no ha sido posible gestionar otra ruta porque muchos factores nos juegan en contra”, dijo el presidente de la JAC.

Las únicas soluciones planteadas ante este problema creciente es la solicitud de mayor presencia policial, pero, según afirman, un cuadrante cubre muchos barrios y no es suficiente para la difícil situación de inseguridad.

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