Los pasos del hijo y hermano de Hernando Lizarazo Peñaranda y María del Pilar Lizarazo Matamoros se hacían cada vez más lentos, en medio de gestos de incertidumbre y de asombro, por la cruel escena que se encontró cuando tuvo que forzar la puerta del apartaestudio de la mujer y hallar a sus dos seres queridos muertos, con un impacto de bala en la cabeza, cada uno.
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El hombre llegó hasta la habitación donde estaban papá e hija sin vida, con una enorme mancha de sangre, y también el revólver con el que se generó el trágico hecho.
El presagio que hubo entre los dolientes minutos previos al atroz hallazgo, de que algo malo les había pasado, se dio al intentar comunicarse insistentemente con Hernando y María del Pilar, pero nunca respondieron las llamadas.
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“No entendemos qué pudo pasar. Estamos todos sorprendidos”, dijo un familiar que arribó al lujoso edificio donde ocurrió el hecho, ubicado en la calle 21A con avenida 0B, de Barrio Blanco.
Según se conoció, Hernando Lizarazo llegó al apartaestudio en el que vivía su hija, sobre la 1:00 de la tarde de ayer.
Sin embargo, ningún residente del lugar oyó gritos, ni discusiones ni las detonaciones de los disparos.
Por eso, solo cuando el familiar de papá e hija arribó al lugar, fue que se descubrió el hecho y de inmediato fueron alertadas las autoridades, sobre las 5:20 de la tarde, se conoció la trágica noticia.
Miembros de la Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho) tuvieron que adelantar la inspección técnica en el lugar, de manera detallada, por lo que la diligencia se extendió durante varias horas.
Una fuente judicial aseguró que por la complejidad de lo que se halló en la escena del hecho, se recolectaron todas las evidencias y será el Instituto de Medicina Legal, el que se encargue de determinar las circunstancias en las que ocurrió el mortal desenlace de los familiares.
No obstante, los investigadores tendrán que analizar los videos de las cámaras de seguridad del edificio para descartar cualquier hipótesis que ronde el hecho.
¿Quiénes eran?
María del Pilar Lizarazo Matamoros, de 55 años, actualmente se desempeñaba como docente en algunas universidades. Además, también ocupó cargos públicos en una administración municipal, por lo que era reconocida por su labor.
“Recuerdo a María del Pilar, siempre formal y cálida”, escribió una usuaria de una red social, tras enterarse del suceso.
Otra persona añadió: “Profe, lamentablemente pasan cosas inexplicables, nos queda su amabilidad, carisma y gran cariño con sus alumnos y amigos, Dios te reciba en su santo reino y le de fortaleza a su familia”.
Entre tanto, su papá, Hernando Lizarazo Peñaranda, de 85 años, era un reconocido médico. Él vivía en la calle 15 entre avenidas 1E y 2E.
Las autoridades pudieron comprobar que el revólver hallado en la escena del hecho pertenecía al médico y que tenía el permiso legal para el porte.
Por ahora las autoridades avanzan en las pesquisas para esclarecer las circunstancias del hecho y para determinar qué sucedió en las horas previas a la muerte de los familiares.
El mayor Fredy Molina, comandante operativo de la Policía Metropolitana de Cúcuta, aseguró que las evidencias recolectadas permitirán esclarecer el suceso.
