En el barrio Nuevo Horizonte las personas tienen miedo de hablar de diferentes temas sensibles, como la venta de estupefacientes, la inseguridad, los robos y los habitantes de calle.

Y es que en ese sector de la Comuna 8 la ‘ley del silencio’ impera entre la gente, quienes evitan temas que tenga que ver con la seguridad del barrio, pues no quieren ‘echarse de enemigos’ a los drogadictos, ladrones y expendedores, según dijo una residente.

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“Acá a uno le da miedo hablar de alguien que se dedique a ‘las vueltas’ o sea un ‘drogo’, pues hasta le llegan a la casa a hacerle un daño. Es más, en el parque del barrio es donde se reúnen drogadictos a diario. Uno se hace media hora en una esquina de ese lugar y se da cuenta de todo”, agregó.

El parque, un punto de consumo

El que debería ser un espacio donde los niños jueguen en los sube y baja y columpios en Nuevo Horizonte, es al contrario un lugar al que la gente teme.

El parque, ubicado en la calle 14 A con avenida 22, es el punto donde llegan diariamente consumidores a hacer sus necesidades fisiológicas o para consumir droga. Un equipo periodístico estuvo durante 30 minutos en ese lugar, evidenciando como llegó un consumidor, sacó una dosis de droga y se la fumó en una de las bancas.

“Este lugar es peligroso, de noche da miedo pasar por todo lo que puede sucederle a uno, hasta lo apuñalan por robarlo, uno piensa que si hay ‘viciosos’ es porque hay alguna ‘olla’ (lugar de expendido) cercano”, indicó un vecino.

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Un líder comunal de Nuevo Horizonte, quien omitió su identidad, explicó que se ha trabajado con la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc) para mitigar ese flagelo, pero no ha sido posible. “Los policías hacen rondas por el barrio, están pendientes de las diferentes calles, pero se les hace difícil estar las 24 horas parados en el parque, ellos deben patrullar diferentes sectores”, comentó el representante de la comunidad.

Un caso reciente

Precisamente, el martes 27 de diciembre de 2022 a las 4:30 de la madrugada, Daniel Rincón Arias recibió heridas en la cabeza, el pecho y un brazo, cuando se encontraba a un costado del parque, en la calle 15 con avenida 23.

Unidades de la policía fueron alertadas del ataque, y al llegar hasta el lugar de los hechos encontraron a la víctima, de 28 años, tendido en la calle y ensangrentado, por lo que lo trasladaron al Policlínico de Atalaya, desde donde fue remitido a una clínica, por la gravedad de las heridas.

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