Sobre el pavimento mojado, en un día lluvioso, el pasado 10 de marzo en la avenida La Rotaria, vía Cúcuta – Villa del Rosario, fue encontrado el docente Julio Alfredo Delgado Rojas a un costado de la vía y con una fuerte lesión en su cabeza. Desde ese día, su familia rezaba y esperaba que despertara en los próximos días, sin embargo, falleció.
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El desconsuelo y vacío de perderlo no solo ha conmocionado a sus familiares, sino también a varios alumnos de la Universidad Francisco de Paula Santander (UFPS), docentes e investigadores que conocían de primera mano, el talento por su materia como arquitecto, la vocación con sus estudiantes y sus excepcionales resultados conocidos a nivel nacional e internacional.
“A todos nos ha dado muy duro la noticia, especialmente a su mamá, él era todo para ella y siempre estuvo acompañándola y haciéndola sentir orgullosa con cada trabajo o investigación que lideraba. La última vez que hablé con él fue unos quince días atrás, justamente dialogábamos entorno a andar bicicleta, un deporte que le fascinaba”, expresó un familiar.
Tristemente fue en la práctica de esta actividad que ocurrió el hecho. Según la información conocida por sus familiares, Julio Alfredo, quien dos veces por semana salía a ‘rodar’ por las calles de Cúcuta con un grupo de ciclistas en las noches, había estado horas antes con ellos, pero tenía que ir a un evento especial en una institución educativa.
“Él estaba con el grupo de ciclistas, pero se separó de ellos para ir a una cena que había organizado el colegio Gremios Unidos, donde trabajaba como profesor de matemáticas y, al parecer, tuvo una caída a mucha velocidad en el asfalto. El casco terminó partido en dos y lo tuvo que auxiliar un paramédico que pasó por el lugar, porque se pidió una ambulancia para trasladarlo, pero nunca llegó”, manifestó el familiar.
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También llegó una patrulla policial, pero no lo subieron. Según el uniformado, porque había un protocolo que se debía seguir y no podía saltarlo.
Aún así, cuando el paramédico vio que Julio Alfredo, de 39 años, se movió un poco, tomó la decisión de trasladarlo en su carro a una clínica de Cúcuta y junto con el uniformado pudieron registrarlo en el centro asistencial para que lo trataran de forma urgente.
“Ahí si agradecemos mucho la labor del uniformado, porque como no sabían qué tipo de seguro lo cubría para atenderlo, casi no lo dejan ingresar. El policía tuvo que pelear y casi sentar en la camilla a nuestro familiar para que lo diagnosticaran. Ya durante los días que estuvo internado, lastimosamente nunca respondió a los test que hicieron los especialistas”, aseguró.
Un día antes de su deceso, los médicos les dijeron a sus familiares que Julio Delgado tenía una muerte cerebral y que afectaría todos sus órganos con el tiempo, pese a los intentos que hicieron para buscar cualquier tipo de respuesta corporal o cognitiva.
‘Un ser excepcional’
En redes sociales, cientos de comentarios de fortaleza a sus allegados han escrito sus alumnos, colegas e instituciones de las que hacía parte. La UFPS una vez supo del fallecimiento del profesor también expresó sus condolencias.
“Completamente entregado a su profesión, estuvo encargado del proceso de remodelación de la Catedral de Cúcuta, justamente por su recorrido y gran labor como arquitecto. Era exigente como profesor y muy responsable. Quería que sus alumnos estuvieran encaminados a siempre ser mejores, de igual forma era un estupendo ser humano, se daba a querer, a compartir, realmente es una noticia lamentable”, concluyó su pariente.
La misa fúnebre será hoy a las 3:30 de la tarde en la Catedral de Cúcuta, y será presidida por el Obispo monseñor José Libardo Garcés Monsalve.
Alfredo Delgado fue arquitecto y licenciado en matemáticas y cómputo; especialista en administración informática de la educación; magister en educación matemática y con estudios de maestría en Arquitectura, Ciudad e Identidad. Tenía más de una década de experiencia como docente universitario.
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