Casi matan a un consumidor por hurtarlo, en Cuberos Niño

La Opinión

Las esperanzas que tenían los familiares de Bryan Rodolfo Lozano Moreno para que dejara, de una vez por todas, el tétrico mundo de las drogas volvieron a derrumbarse al enterarse (por una llamada telefónica) que fue herido de gravedad. Los hechos se presentaron cerca de un canal del barrio Cuberos Niño, sector ‘Pelelojo’, donde existe un fuerte comercio de estupefacientes.

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Una vez su madre conoció la noticia no tardó en trasladarse al centro asistencial donde estaba su hijo. Sin embargo, los extrañó saber sobre el barrio donde fue herido puesto que pensaban que Bryan Rodolfo permanecía en una fundación, que lo estaba ayudando a rehabilitarse, en el corregimiento La Garita (Los Patios) como lo venía haciendo los últimos quince días.

“Su mamá ha luchado mucho por intentarlo mantener fuera de las calles, pero es muy complicado porque tiene ese vicio demasiado arraigado. Esta vez pensábamos que sería distinto, tenía dos semanas en la fundación y hasta había subido de peso, todavía no sabemos por qué salió y no nos avisaron, se rumora que hubo una discusión entre uno de los dueños y él”, explicó con tristeza una de sus familiares.

¿Qué se sabe del hecho?

Según una fuente judicial, la víctima salió en la tarde y se dirigió a Cuberos Niños, al parecer, con el objetivo de comprar estupefacientes. Una vez allí, tres hombres se le acercaron y sin decir nada, le dispararon, con armas traumáticas, en más de 8 ocasiones en distintas partes del cuerpo para hurtarle sus pertenencias.

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Con cinco disparos en la cabeza, dos en la espalda, uno en la mano izquierda y dos en la frente, Bryan Rodolfo, de 25 años, quedó tendido en el suelo esperando ayuda. Fue trasladado al Hospital Universitario Erasmo Meoz.

La víctima alcanzó a dialogar con los uniformados respecto al hecho delictivo y les explicó que no conocía a los agresores, así mismo aseguró que no había sido objeto de amenazas en los últimos meses.

Los médicos por su parte, le manifestaron a las unidades policiales que pese a la cantidad de impactos en su contra, las heridas no presentaban profundidad y esperan su recuperación.

“La verdad es que así como sonaron esos tiros pudo haber sido una botella rompiéndose, entonces no sabría decirle si los escuché. Por acá hay una gran cantidad de habitantes de calle que son consumidores a uno solo le toca encerrarse antes de las 6:00 de la tarde, porque se pone pesado, roban lo que sea con tal de buscar dinero para sus vicios”, dijo una vecina.

Un gran sacrificio

La humilde familia del herido, aparte de estar constantemente trabajando para buscar el sustento diario de su manutención, ha apoyado en lo que está a su alcance a la madre del joven, que trabajaba vendiendo comidas rápidas.

“Lo más triste es que no entró a las drogas por esta ciudad, vivió un tiempo con el papá en Medellín y por la falta de oportunidades terminó siendo adicto y durmiendo en las calles. La mamá lo quiso traer para Cúcuta para sacarlo de ahí, pero no se ha podido. A ella le ha tocado muy duro con ese muchacho”, expresó entre lágrimas una pariente.

Por ahora el joven, que fue remitido a la clínica Medical Duarte, está con un pronóstico reservado, pues la cantidad de impactos de bala en su cabeza han afectado seriamente su salud. La madre quien no ha dejado de acompañarlo, espera que su hijo logre superar este sombrío capítulo y pueda superar sus adicciones.