Las relaciones de los CISO con el resto de la organización son débiles (cuando tener fuertes conexiones es clave para la seguridad), el 77% dijo que sus colegas no los incorporan a las iniciativas hasta que finaliza la etapa de planificación y solo al 33% se le incluye en la etapa de diseño de nuevas estrategias.
“Los CISO deben asesorar en las etapas más tempranas del proceso de toma de decisiones. Sin embargo, de acuerdo con nuestra investigación, las relaciones entre la función de ciberseguridad y otras áreas del negocio son débiles; donde el 31% de los encuestados ha visto a equipos empresariales hacer a un lado los procesos de ciberseguridad para facilitar el trabajo remoto y flexible, lo que representa un riesgo significativo”, dijo Gustavo Díaz, Socio Líder de Ciberseguridad para el Sector Financiero en EY Latinoamérica Norte.
Sin duda alguna, los CISO se preocupan por las vulnerabilidades introducidas por la transformación en la era de la pandemia. En este contexto, 7 de cada 10 compañías vieron un aumento en la cantidad de ataques disruptivos en los últimos 12 meses y el 57% de los CISO está más preocupado que nunca por la capacidad de su empresa para gestionar las amenazas cibernéticas.
Durante el último año, los ciberdelincuentes han mejorado sus técnicas, adoptando estrategias más sofisticadas. El 45% de los encuestados desconoce si su cadena de suministro está preparada para defenderse y recuperarse de un ataque y solo el 30% de los CISO mantiene reuniones mensuales o semanales con la Junta Directiva en temas de ciberseguridad, el resto solo lo revisa de forma cuatrimestral, anual o según se requiera.
Por otro lado, de acuerdo con la encuesta realizada por EY, el 78% de los líderes en ciberseguridad en Latinoamérica considera que el COVID-19 les dio una oportunidad de posicionarse como socios estratégicos en el negocio por medio de distintas estrategias que transformaron su enfoque, por ejemplo:
Mapear la estrategia de ciberseguridad con la estrategia empresarial y de TI. Aplicar los niveles adecuados de controles para proteger la información del negocio. Establecimiento de canales de comunicación adecuados para la retroalimentación y la mejora continua del modelo de ciberseguridad. Mecanismos de informes de desempeño.
Hoy más que nunca los perfiles de los ejecutivos de ciberseguridad requieren ser más estratégicos, con más y mejores conocimientos manteniéndose a la vanguardia para afrontar los retos y desafíos que enfrentan actualmente las organizaciones.
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