Las jugadoras del América de Cali acarician la gloria continental tras padecer en casa toda suerte de males. Ni la precariedad laboral, ni el desdén de los dirigentes locales fueron obstáculo para que las colombianas llegaran a la final de la Copa Libertadores 2020 que se disputará el domingo. 

En un duelo sin piedad, 'las escarlatas' se medirán ante el equipo brasileño Ferroviária  en el estadio José Amalfitani de Buenos Aires, sin público por la pandemia. 

El camino que las trajo hasta aquí fue escabroso. Las autoridades del fútbol colombiano recortaron el calendario de la liga femenina hasta reducirlo a menos de dos meses de competencia. 

Con un torneo tan corto, alcanzar un nivel profesional es casi imposible, alegan las jugadoras. En países como Brasil, la categoría femenina compite al menos seis meses.

Además, la Asociación Colombiana de Futbolistas Profesionales (Acolfutpro) denuncia precariedad laboral.

Aún así, las colombianas pelean de igual a igual. 

América es la segunda escuadra colombiana en alcanzar la final del torneo de clubes más importante del continente. Huila ya levantó la copa en 2018.  

Sus conquistas contrastan con el pobre desempeño de los equipos colombianos masculinos en la Libertadores, cuya final no alcanzan desde la victoria de Atlético Nacional en 2016.

Futbolistas a ratos

A pesar de no haber disputado partidos oficiales desde diciembre de 2020, 'la mechita' llegó pisando fuerte a Argentina para pelear la Libertadores, que arrancó el 5 de marzo.

Primero golearon al Club Universitario de Perú (5-0) y a El Nacional ecuatoriano (5-1). Luego confirmaron su aspiración al título al dejar en el camino a las argentinas de Boca Juniors (2-1), candidatas a la corona. 

Pero las victorias no alcanzan para tapar la realidad. 

"No hay una política real (...) para que las mujeres (futbolistas) tengan condiciones dignas de trabajo siquiera cercanas a lo que hoy pueden disfrutar los hombres", dice a la AFP Carlos González Puche, director de Acolfutpro.

Mientras ellos disputan dos competencias al año en un calendario de diez meses, en Colombia las jugadoras solo compiten profesionalmente durante unas ocho semanas.

En su mayoría, las mujeres jugaron entre seis y diez partidos en menos de dos meses del 2020. Tan solo el campeón Independiente Santa Fe y el finalista América de Cali alcanzaron la docena de encuentros. Los hombres, en cambio, jugaron un mínimo de 20. El campeón, el América de Cali masculino, jugó 26.

Cuando acaba el torneo las chicas "están viendo (...) qué hacen porque al fútbol no se pueden dedicar porque no hay actividad", añade González. 

Según Acolfutpro, en 2020 al menos diez clubes hicieron contratos a sus futbolistas apenas por la duración del campeonato: unos 57 días.

La siguiente edición del campeonato está programada para julio, aunque no se han confirmado los equipos participantes.

La dirigencia del fútbol colombiano responsabiliza a la pandemia. Pero el deterioro de las condiciones para el torneo femenino data de tiempo atrás. 

En las primeras dos ediciones del campeonato (2017 y 2018) cada club jugó mínimo diez partidos. Para 2019 la cifra cayó a seis.

Y además las jugadoras son tratadas con desaire. En enero, el expresidente de la Dimayor (ente rector del fútbol local), Jorge Enrique Vélez, se quejó de tener que estar "limosneando todos los años" en busca de un patrocinio.

"En desventaja"

"El tema de cantidad de partidos sí es algo en lo que estamos en desventaja, sobre todo con Brasil que es la liga más estructurada", lamentó la presidenta del América de Cali femenino, Marcela Gómez, en entrevista con Blu Radio.

De las once ediciones anteriores, los equipos brasileños se adueñaron de ocho. Solo el chileno Colo Colo (2012), el paraguayo Sportivo Luqueño (2016) y el colombiano Atlético Huila (2018) han logrado cortar la supremacía de la nación del jogo bonito.

Durante la fase de grupos, la diferencia de ritmo pareció cobrar factura a las colombianas que tropezaron 3-0 contra el poderoso Corinthians, bicampeón continental (2017 y 2019) y principal candidato a revalidar el título en la capital argentina.

Pero el calendario las volvió a enfrentar en semifinales y las jugadoras del América supieron sobreponerse, para deshacerse del 'Timão', vigente campeón del Brasileirao, en la tanda de penales.

El de este domingo será una batalla de David contra Goliat. Un duelo entre un país de apuestas grandes por el fútbol femenino y otro donde las mujeres se abren paso a contracorriente.