El domingo 4 de septiembre será una fecha inolvidable para los 18 niños del club Eagle Soccer, de Cúcuta, que viajaron a Bucaramanga desde el 19 de agosto para disputar el zonal oriente del Ponyfútbol, el campeonato de fútbol infantil más prestigioso y competitivo de todo el país.
De ese día todos guardarán el recuerdo de verse en lo más alto del podio, levantando el trofeo de campeones, con la medalla del primer puesto colgando de sus hombros y una felicidad que les desbordaba en cada grito de ¡campeones!, ¡campeones!, ¡campeones!.
Representando al barrio La Laguna, de la ciudadela Juan Atalaya, los pequeños campeones se embarcaron en esta maravillosa aventura llamada Ponyfútbol en agosto, junto con otros ocho equipos de Cúcuta y uno invitado de Ocaña.
Se enfrentaron a clubes con mayor tradición y más pergaminos en el fútbol infantil a nivel nacional, como el Atlético Bucaramanga y Comfenalco, pero su orden táctico dentro del campo de juego y sus ganas de hacer historia fueron más fuertes.
En semifinales dejaron en el camino al barrio Ciudad Valencia, de Floridablanca, y en la final vencieron al barrio Estoraques I, de Bucaramanga, en una definición por penales que terminó a favor de los nortesantandereanos.
Ahora, tendrán por delante cuatro meses para afinar su preparación y llegar a la final, que se jugará entre el 7 y el 21 de enero próximo en Medellín, y terminar de coronar un objetivo único para la vida de cada uno de los pequeños, sus padres de familia y el cuerpo técnico del equipo, que han tenido que trabajar entre dificultades para hacer realidad este sueño.
El resurgir de las águilas
Representaron al barrio La Laguna porque allá tiene un centro de entrenamiento, y además de ese sector surgieron muchos de los que hoy son campeones de la zona oriente del Ponyfútbol.
“Gracias a Dios con el título que conseguimos allá (Bucaramanga) han llegado muchos niños a entrenar, y nos preguntan por redes sociales cómo hacer para entrar al equipo”, afirma Jorge Rivera, uno de los entrenadores del club.
El director técnico cuenta que no todo ha sido celebración en el club. Los niños que hoy hacen parte de Eagle Soccer pertenecían a un equipo llamado Porto, que se acabó a principio de año, pero que gracias a la buena disposición de un padre de familia, y de los entrenadores que siempre quisieron colaborar, pudieron resurgir y hoy están recogiendo los primeros frutos de una generación que promete dar mucho más.
Hicieron convocatorias en los barrios Belén, La Laguna, Motilones y Comuneros; y hoy tienen una base de 80 futbolistas que esperan se incremente con el tiempo.
Un goleador de casta
Tiene 12 años, cursa séptimo grado en el Colegio Madre Carmen, pero en su mente solo hay lugar para una cosa: convertirse en futbolista profesional.
Sebastián Silva Medina fue el goleador del Ponyfútbol zona oriente, jugando con su club Simplemente Fútbol, en representación del barrio Carora; pero más allá de sus goles sorprende la capacidad que tiene para visualizar su futuro.
“Muchas personas piensan que yo soy como otros niños, que practican fútbol para pasar el tiempo, o porque no tienen nada qué hacer. Yo no, yo juego fútbol porque quiero ser profesional. Nunca he pensado en otra cosa, solo he pensado en fútbol”. Así, categórico y con la férrea personalidad de alguien que no pierde de vista su objetivo, se describe el goleador Silva, que con 12 anotaciones hizo levantar de sus asientos a los asistentes del Ponyfútbol en Bucaramanga, maravillados por la talla de sus goles.
Además de la coherencia para hablar de sus sueños, asombra su corpulencia física -poco común en un niño de 12 años- y su impecable destreza para transportar el balón. Quienes disfrutaron del Ponyfútbol se deleitaron con una joya que les regaló Sebastián en el partido de cuartos de final, en donde gambeteó a siete jugadores y terminó por dejar tendido al portero, para acabar definiendo con un potente remate de derecha. Literalmente, un gol de PlayStation.
Tiene un poco más de dos años de estar en Cúcuta, con sus abuelos y su tío; y antes, cuando vivía en Saravena (Arauca), sabía que existía un torneo llamado Ponyfútbol pero siempre lo vio inalcanzable.
Hoy, se ha convertido en una promesa del fútbol nacional. Lleva dos años siendo el goleador de la Liga Nortesantandereana de Fútbol, y ahora le sumó el trofeo de goleador del Ponyfútbol zona oriente.
Sin embargo, el premio mayor para Sebastián no fue solo quedar de goleador en Bucaramanga, pues allá se enteró que será el refuerzo de lujo que tenga el equipo de La Laguna para disputar la final del torneo, el próximo mes de enero en Medellín, otra oportunidad para seguir rompiendo redes.