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Editorial
Romper la alcancía
Las Farc no tienen recursos para el pago de la reparación a todas sus víctimas.
Domingo, 27 de Diciembre de 2015

Es para inquietarse, a pesar de todo el sentido de gran broma que tienen las palabras de ‘Iván Márquez’ en el sentido de que las Farc no tienen recursos para el pago de la reparación a todas sus víctimas.

Además de ponerle peros a la entrega de armas, es para inquietarse, por la inoportunidad y el tono de lo que dijo el principal negociador de la guerrilla en La Habana. Inoportuno, porque a tres meses exactos de la fecha fijada para la firma del acuerdo de paz, las Farc, o al menos ‘Iván Márquez’, desconocen lo ya pactado durante tres años largos de negociaciones.

Los documentos señalan claramente que las guerrillas tendrán que reparar a  todas sus víctimas con sus propios recursos que, como se sabe, son cuantiosos y están desperdigados por el mundo entero en negocios legales. Eran hace un año, de acuerdo con la revista Forbes, 600 millones de dólares mal contados, porque en Colombia el testaferrato les ha sido de gran ayuda.

Ese capital la convertía entonces en la tercera organización armada ilegal más rica del planeta y la que más diversificada tenía su fortuna. Un solo ejemplo es suficiente para saber a qué actividades, diferentes de la guerra y del delito, se dedican las Farc.

En agosto de 2012, un correo electrónico enviado por ‘Carlos Antonio Lozada’ a otros jefes de las Farc daba cuenta de que en ese momento, solamente el Bloque Oriental tenía 44,566 bovinos, 2.842 equinos, 2.090 ovinos y 60 caprinos por un valor de $29.306 millones.

Asimismo, dijeron tener más de 203 mil hectáreas, entre sabanas, pastos, montañas, rastrojos y páramos en toda su zona de influencia, que valdrían 66.153 millones de pesos. El mensaje informó sobre el control de 15 casas, maquinaria pesada, buldóceres y tractores y, en total, estimaron en casi 96 mil millones de pesos todos estos “activos” sumados.

Es irrelevante intentar hacer las cuentas de lo que tienen todas las Farc, ya que no es posible saber de sus inversiones en Europa, Estados Unidos, Venezuela y otros países americanos, como tampoco lo es en relación con Colombia, donde, según investigadores, la guerrilla tiene capital en casi todas las actividades de la economía.

Que ‘Iván Márquez’ al menos sugiera que no tienen dinero para pagarles a sus víctimas ni siquiera mueve a risa. No pueden, ni él ni las Farc, estar hablando en serio, y menos cuando la organización sigue participando en negocios ilegales tanto en Colombia como en el extranjero.

La minería ilegal, por ejemplo, que además de convertir al país en desierto generan millonadas, es una actividad que incluso supera al narcotráfico, del que las Farc fueron, en concepto de autoridades colombianas, el principal cartel del mundo en relación con la cocaína y la heroína.

¿Y qué decir de la extorsión, de la que todavía el país se siente atenazado y de la cual son, en mucha parte, responsables las Farc? En Norte de Santander es suficiente con ir a los pueblos de Catatumbo, para saber que todas las actividades económicas de la zona están gravadas por impuestos ilegales que cobran las Farc.

Estamos de acuerdo con el ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, en la posibilidad de buscar ayuda internacional para que las Farc dejen de delinquir. “Y si el argumento para delinquir es que necesitan ingresos para sostenerse, se busca cómo sea posible su mantenimiento, de alimento, de aseo, de ropa. Eso se puede hacer. Esperamos que nos avisen: ‘A partir de mañana dejamos de extorsionar, de hacer minería criminal, de dedicarnos al narcotráfico’”.

Pero, en lo que toca con la reparación de las víctimas, les llegó la hora a las Farc y sus comandantes de romper la alcancía.

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