La idea de construir un parque en la conocida avenida Del Río, lugar que estaba siendo usado para el consumo de drogas y otras actividades, empezó a tomar fuerza en 2012 y se convirtió en una realidad un año después.
Con ‘bombos y platillos’ el Área Metropolitana de Cúcuta, junto a la administración de la época, en cabeza de Donamaris Ramírez, inauguraron este lugar que prometía ser un sitio de recreación para los niños y adultos de la capital nortesantandereana.
El proyecto desde sus inicios fue ambicioso, el diseño pretendía extender El Malecón hasta el Anillo Vial Oriental, contemplando tener senderos peatonales, tres plazoletas, graderías, muro de escalada, zonas verdes, canchas de voleibol playa, alumbrado en luz led, instalación de 80 bancas y la construcción de una pista BMX.
La labor fue ardua, pues además de la construcción, las autoridades locales se vieron obligadas a desalojar a cerca de 30 familias invasoras, que habían vivido en este lugar por cerca de 14 años, una pelea que duró 60 meses.
Habitantes de las zonas aledañas, como el barrio Niza, celebraron esta decisión, teniendo en cuenta de que dicho sector con el pasar de los años se estaba convirtiendo en un foco de inseguridad y esta obra, de cierta manera, mitigaba esta problemática.
La primera recaída
Solo tres años pasaron para que los habitantes de Cúcuta vieran la ‘gran inversión’ cubierta por maleza y los escenarios de recreación deteriorados.
La falta de mantenimiento e interés por parte del gobierno de turno (César Rojas), llevó a este parque al abandono y el olvido.
En ese entonces, el Instituto Municipal de Recreación y Deportes (IMRD) precisó que la Alcaldía de Cúcuta había adelantado unas intervenciones en el marco de las fiestas de la ciudad, pero luego de eso no se volvió a hacer nada más.
El monumento a las víctimas
(Monumento en honor a los militares caídos en combate en el parque Playa sobre la avenida del Río.)
El primer intento de recuperación surgió a partir de una iniciativa que buscaba darle un nuevo significado a este sitio de recreación.Pocos tenían conocimiento de que en el parque Playa se levanta el único monumento en homenaje a las víctimas del conflicto armado en Norte de Santander.
Para 2016 fueron plantados tres mil árboles y a 600 de estos les pusieron una placa que especificaba el nombre de los fallecidos y desaparecidos.
De la misma forma se levantó en el centro del lugar una escultura con 1.700 llantas de carros y motos, para que tuviera más simbolismo, contando con el apoyo del Ejército para tal fin. Pero este sector también quedó en el olvido y hoy se encuentra abandonado.
Se quedó en un intento
Ni siquiera el nuevo significado que le dieron al parque logró sacarlo de la desidia en la que se vio inmersa esta millonaria inversión.
Para 2018, dos años después de la siembra de los árboles, nuevamente el pasto se había ‘tragado’ las estructuras de concreto que adornaban este parque, el oxido cubría las atracciones hechas en metal y los únicos visitantes eran los consumidores de narcóticos y uno que otro gato que merodeaba por la zona.
Al mandatario local de ese momento (César Rojas) tampoco le interesó invertir en el mantenimiento de este lugar, a pesar de que se había puesto en marcha una licitación de 5.800 millones de pesos cuya finalidad era la construcción, mejoramiento, adecuación y embellecimiento de zonas verdes, parques y plazoletas.
En la actualidad
A inicios de este año el IMRD precisó que tenía priorizada la inversión en ciertos escenarios deportivos que se encuentran deteriorados.
Uno de ellos era el parque Playa, en el que se pensó la adecuación de una cancha de fútbol playa y todo por estar cerca al río Pamplonita, con el fin de fomentar este deporte en la capital nortesantandereana.
Óscar Montes Ararat, director del IMRD, dijo que esta cancha estaría lista en febrero de este año, pero en un recorrido hecho por periodistas de La Opinión se evidenció que la maleza sigue cubriendo gran parte de este sector y que la cancha de arena está rodeada por estructuras metàlicas.
Ante este panorama esta redacción habló con el funcionario, quien afirmó que las demoras en la obra se deben a las condiciones del terreno y a las lluvias que se han registrado en los últimos meses.
Montes agregó que se espera que la recuperación esté lista en abril de este año, y que parte de las adecuaciones se han hecho en las instalaciones del IMRD por cuestiones eléctricas.