El hundimiento del manual del espacio público en el Concejo dejó un mal sabor en la ciudad, en especial en el gremio de la construcción, debido a que se le impidió a la ciudad ingresar a la era de la modernidad y la competitividad.
Todas las voces consultadas sobre la negativa de los concejales Eduardo Antonio Gerardino, Rodolfo Torres, Carlos Alberto Jaimes, César Arbey Torres, Leonardo Jácome, Oliverio Castellanos, Manuel I. Granados, Fabio Enrique Araque, Nelson Parada, Oscar Sanabria, Wilmar Cepeda, Félix Muñoz y Magda Liliana Mora coincidieron en calificar la decisión de politiquera y en contra de los intereses de Cúcuta.
Algunos concejales de este grupo, como César Arbey Torres, Granados y Castellanos, coincidieron en que era mejor no dar segundo debate porque no se habían hecho algunas modificaciones pedidas por la alcaldía y por el mismo ponente Alex Corredor, pero además, porque consideraron de que ‘hay intereses particulares de por medio con el tema de la inclusión de los contenedores soterrados’.
Esto fue negado rotundamente por Margarita Contreras, directora ejecutiva de Camacol Cúcuta y Nororiente, quien lideró el proceso de elaboración del manual, así como por el alcalde, Donamaris Ramírez Lobo, quienes coincidieron en calificar el hundimiento del proyecto como un atentado contra Cúcuta.
“Se le impidió a la ciudad avanzar hacia la competitividad, pero también a que se ordenara su espacio público, como lo exige la ley y como ya se hace en las demás ciudades capitales del país”, dijo Ramírez.
El tema de los contenedores soterrados, además, “no es obligatorio como tal en el manual, dado que lo que se está incluyendo en el documento es una solución para la problemática de los residuos sólidos y esta puede darse por esta vía o por contenedores externos”, dijo Contreras.
El arquitecto Ramiro Alberto Vargas, miembro del equipo autor del manual, señaló que así como se pensó de los contenedores, también se hizo con otras alternativas relacionadas con el mobiliario urbano, alcantarillas, bolardos, tapas, señales, etc, que están relacionadas con el espacio público.
¿Por qué es clave el manual?
El manual del espacio público fue elaborado por los arquitectos Ramiro Alberto Vargas, José Alfredo Suárez, Bierman Suárez, Ximena García y Julio Delgado. El trabajo fue liderado por Camacol Cúcuta y Nororiente, en cabeza de su directora Margarita Contreras, con el apoyo del equipo técnico de Planeación Municipal.
Los autores dieron a conocer a La Opinión los alcances del manual.
¿De dónde surge la idea?
Había gran inquietud profesional y esto se aprovechó al saberse que el Plan de Ordenamiento Territorial (POT) contemplaba proyectos que se debían hacer en los próximos 18 meses.
¿Va a haber reglas para que nadie haga lo que se le dé la gana con el espacio público?
Por supuesto, está dirigido a establecer una política y a generar condiciones de movilidad, de accesibilidad, de rentabilidad, calidad y reparabilidad.
¿Cómo está el espacio público de Cúcuta?
No hay marco jurídico y técnico claro ni dolientes que lo controlen y lo conserven. Esto lo deberán asumir las curadurías. Algo grave es que todas las entidades administrativas y empresas de servicios públicos estaban haciendo estudios e invirtiendo miles de millones de pesos por separado. Otra falla es que en Cúcuta primero se construía y de último se dejaba lo urbano, y debe ser al contrario.
¿Las invasiones y la presencia de ranchos en las escarpas ¿cómo se analizaron en el manual?
Como no se planificó nunca, el desorden urbanístico impera y ello desencadenó la crisis del espacio público, de manera mucho más aguda en el noroccidente, donde hay un conflicto con nuestros árboles, los separadores de las vías y la falta de mantenimiento. Hace muchos años no se genera inversión para el espacio público, no solo de andenes, sino de sus componentes.
¿La ciudad brinda acceso a todos por igual?
La exclusión es un factor grave que encontramos. La ciudad no está diseñada para toda la gente, solo para las personas normales. Por ejemplo, niños, discapacitados y ancianos no tienen acceso al espacio público, porque no están creados los espacios para ellos, algo que sí consagra el manual.
¿Es común ver uso del espacio público de manera arbitraria por la gente, ¿cómo se va a controlar esto?
Esto se acabó. Una vez el Concejo incorpore el manual al POT nadie podrá intervenir el espacio público a su antojo, ni podrá sembrar cualquier especie de árboles ni donde mejor le parezca, se deberá hacer según la normatividad. Se busca unificar criterios de cara al entorno paisajístico y urbano.
¿Cómo está planteada la recuperación del espacio público invadido por ventas callejeras?
Es una necesidad que corresponde a un proyecto de más profundidad, que fije la política de comportamiento humano y de movilidad, es decir, un plan maestro del espacio público. Lo que contempla el manual es la reglamentación de las intervenciones y la parte técnica del espacio público.
Esto dijeron
Jesús Romero Alto consejero para la Discapacidad de Norte de Santander
El manual le va a dar un cambio a la estructura de accesibilidad de la ciudad. Hoy, muchos andenes están construidos en desorden y no le dan acceso a la gente, sobre todo para las personas en sillas de ruedas, los ciegos y para las madres que llevan niños en coche.
Jairo Yánez Induarcilla
Este manual se viene trabajando desde hace tres años como un tema urgente. La única ciudad capital que no lo tiene es Cúcuta y con él se pretende regularizar el uso de productos y materias primas de la región de manera técnica en los espacios públicos. No entendemos cómo a ‘pupitrazo’ se viene a borrar de un tajo una herramienta para ordenar la ciudad, además de que era una de las ilusiones del sector de la arcilla, como industria, para que la ciudad empleara esta materia prima. Imperó más el interés politiquero del Concejo que el de ciudad.
Juan Francisco Yáñez Constructor
Se invirtió esfuerzo y conocimiento de expertos, porque la ciudad tenía que ponerse a tono con las demás del país en las normas del espacio público. Nos causa tristeza que por cuestiones políticas el Concejo lo eche para atrás. Los constructores ya estamos trabajando en dirección de lo que dicta el manual. Antes, cada cual hacía lo que quería con el espacio público.
Miriam Amparo Díaz Directora de Planeación Municipal
Es muy lamentable lo que sucedió en el Concejo con la ciudad, porque por un capricho de la corporación no se atendió las consideraciones del ponente ni de los autores del manual del espacio público. Las modificaciones que se planteaban eran más de forma que de fondo, por lo tanto la plenaria no debió hundir el proyecto en esta oportunidad. Se aprovecharon de mi comunicación para no aprobar el manual y esto afecta a toda Cúcuta. Debo decir que el trabajo hecho por Camacol fue serio.