Luego de anunciar que el Cúcuta Deportivo seguirá jugando en el estadio General Santander, y que su presidente y máximo accionista lo puso en venta durante los próximos seis meses, la firma del acta de compromiso entre las autoridades de la región, la Dimayor y el club, dejó mucha tela por cortar.
Conformar un equipo competitivo para afrontar en 2016 la segunda división y buscar a los inversionistas que adquieran el 64% de las acciones, fueron algunas de las consideraciones que quedaron registradas en el acta que tuvo la firma y el acompañamiento del presidente de la Dimayor, Jorge Fernando Perdomo Polanía.
Sin embargo, el máximo dirigente del rentado nacional sostuvo que las negociaciones entre el gobernador y el alcalde con el club no fueron fáciles, y que la Dimayor solo podrá vigilar hasta cierto punto todo lo que se pactó.
Así resumió la misión que le compete dentro de lo acordado el dirigente que fue elegido el 25 de noviembre de 2015, en reemplazo de Ramón Jesurum, ahora presidente de la Federación Colombiana de Fútbol.
“Hay elementos deportivos que solo le competen al Cúcuta Deportivo. Hubo un acompañamiento de César Guzmán, presidente de Patriotas, que ha sido a voluntad”.
“A mí me corresponde ser garante de los elementos que son de mi influencia como el cumplimiento de unas obligaciones contractuales y de unas obligaciones parafiscales, y ser garante del pago”.
Las obligaciones a las que se refiere Perdomo Polanía fueron las que quedaron consignadas en el cuarto punto del acta que establece la forma como el Cúcuta Deportivo deberá pagarle la deuda a la Alcaldía.
El club fronterizo le debe $700 millones al municipio, que, de acuerdo a lo firmado, deberá saldar en dos años empezando el 30 de marzo con una primera cuota de $200 millones.
Además, el Cúcuta Deportivo deberá girar abonos equivalentes al 30% de cada taquilla del Torneo y la Copa Águila
Si al cumplirse los dos años, finalizando el campeonato de 2017, la acreencia siguiera pendiente, la Dimayor le retendrá al club los dineros que le correspondan por derechos de televisión y otros conceptos, y serán girados directamente a la administración municipal de Cúcuta para cumplir con la obligación.
El presidente de la Dimayor, Jorge Perdomo Polanía, será uno de los garantes de la negociación en la venta del equipo si llegaran a aparecer los inversionistas con los 10 millones de dólares ($30.000 millones aproximadamente) que pide el presidente Cadena.
No obstante, Perdomo Polanía dejó en claro que en el aspecto deportivo, que es el que más interés le despierta al hincha, no podrá inmiscuirse pues es una obligación netamente de la dirigencia del club.
Por tanto, en la conformación del “equipo competitivo” ni el alcalde, ni el gobernador, ni el presidente de la Dimayor podrán intervenir.
El cara y sello de varios presidentes del Cúcuta
En los últimos 20 años, el Cúcuta Deportivo ha descendido en cuatro ocasiones desde que se creó el torneo de la B, en 1991.
Durante todo este tiempo han desfilado varios presidentes que han vivido más las verdes que las maduras.
En 1995, Efraín Pachón que había comprado el equipo, lo desciende por primera vez a la B.
En 1995-1996 Cúcuta asciende a la A con German Guerrero Vargas como presidente.
En 1996-1997, el equipo vuelve a caer con Germán Guerrero Vargas.
En 2001, en la presidencia de Efraín Pachón Roncancio, los motilones tuvieron su primer chance de regresar a la A, en el triangular que disputó contra Bucaramanga y Unión Magdalena.
En 2005, en el mandato de Álvaro Vélez Trillos, el Cúcuta asciende por segunda vez a la A.
A 2006-2007 se le considera la mejor temporada en la historia de la tribu rojinegra. Cuando la presidencia era ocupada por Ángel Uriel García Torres, el conjunto cucuteño obtuvo su primera estrella en el fútbol profesional colombiano, al ganar el Torneo Finalización.
En 2007 alcanzó la semifinal de la Copa Libertadores de América, al caer (3-0) frente a Boca Juniors en el estadio La Bombonera, en Buenos Aires. El juego de ida había terminado (3-1) a favor de los cucuteños, en el General Santander.
En 2008, en la presidencia de Iván Abreu, no pasó de la primera ronda en la Libertadores.
En 2013, José Augusto Cadena Mora, actual presidente, lo tomó descendido.
En 2014 jugó la categoría B, avanzando hasta semifinales.
En 2015 asciende a la primera categoría, en los cuadrangulares inventados por la Dimayor, pero fue flor de un día porque no pudo mantenerse y en 2016 empieza jugando en la B.