La gasolina que mueve al país tendrá alza en sus precios, es una decisión tomada por el gobierno central, el presidente Petro culpa de ello a Iván Duque, el ministro de Hacienda respalda ese incremento y contempla que es una necesidad para cubrir el déficit del fondo de estabilización de los precios de los combustibles. El senador Gustavo Bolívar pronosticó que el precio tendría que duplicarse, es decir tendría que llegar a valer un galón de gasolina corriente unos 18 mil pesos.
El alto consejero para las regiones, el caucano Luis Fernando Velasco, conocedor del tema, antes de llegar al cargo que ahora ostenta se había mostrado contrario a esta alza en los precios de los combustibles, pero obviamente su opinión queda relegada a un segundo plano y no es tomado en cuenta porque el presidente manda y ordena que suba la gasolina. Se sabe que por ahora costará a partir de octubre 400 pesos más, luego vendrán otros aumentos de manera escalonada intentando evitar la protesta cuando se sienta el impacto en el costo de vida.
Desde cuando se formuló la reforma tributaria del actual gobierno se dijo que con ella se pretendía un recaudo de 50 billones de pesos, luego se bajó el monto a 25, sin que importe el valor uno de los puntos que tendrá en cuenta es la eliminación de los subsidios a la gasolina que se consume en la zona de frontera, es decir el golpe será mayor para quienes habitamos en esta parte del territorio nacional.
Los argumentos de mayor peso son que el fondo tiene un hueco creciente y que el valor del litro de gasolina es uno de los más bajos de Latinoamérica, solo superado por Venezuela, Bolivia y Haití. Según los datos actuales un galón cuesta aproximadamente 2,10 dólares, y se pretendería llegar a una cotización cercana a lo que cuesta ese mismo galón en Estados Unidos, 3,96 dólares. Pero hay una gran diferencia entre las economías de los dos países. Mientras el Producto interno bruto (PIB) per cápita en el 2021 para Colombia fue de 6.131 dólares, en el país norteamericano para el mismo año alcanzó 69.287 dólares americanos, es decir 11,3 veces mayor el de los gringos, lo cual les confiere una mayor capacidad para pagar la gasolina a esos precios, nosotros no tenemos ese alcance con los ingresos que reporta el Banco mundial.
Para ahondar el problema el propósito del gobierno actual, que había sido anunciado con suficiente divulgación antes de llegar al poder, es el de suspender la exploración petrolera y según ha informado la ministra hay reservas del hidrocarburo para 7,5 años, aunque ella realmente dijo que las reservas eran de gasolina. Luego tendremos que importar petróleo para refinar, si no cierran las refinerías. El senador Jorge Robledo con muy buen juicio le ha recordado al presidente que somos un país que produce su propio combustible y por tanto los precios no deberían estar sujetos al vaivén del valor del barril de petróleo que se negocia en la OPEP.
Con el sobrecosto anunciado el precio oscilará alrededor de los $ 9.700, sin embargo, algunos expendios de gasolina locales ya tienen fijado un valor que sobrepasa los 9.500 pesos. Luego vendrán más alzas y seguramente en el mediano plazo alcanzaremos la cifra que anunció el senador Bolívar y nos acercaríamos a Uruguay que tiene el mayor precio de la gasolina en Latinoamérica porque ellos todo el combustible que consumen lo importan, pero a su vez tienen la mejor economía de la región.
No son los ricos los que van a pagar este nuevo precio, seremos todos, incluidos los taxistas, los que tienen un pichirilo, una camioneta o motocicleta. Los camiones y buses que usan diésel por ahora quedan aplazados, pero solo por un plazo corto. ¿Y qué sucederá con las estaciones de servicio nuevas que se construyeron en el área metropolitana?
jorgepabonl@yahoo.com
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