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Ocaña sin palacio de justicia y la pandemia
Inaudita  demora en detrimento de la justicia.
Miércoles, 13 de Abril de 2022

Increíble dos años sin entregar el Palacio de Justicia en la ciudad de los Caro, pese a que en ese período se trabajó o pudo finiquitarse esa remodelación y ampliación, está  paralizada la obra, pese a la necesidad de la terminación,  tumbaron unas partes y no se vislumbra pronta entrega; el local alquilado genera promiscuidad laboral, sin comodidad ni independencia laboral y el personal de la justicia no encuentra eco a sus necesidades.  

Inaudita  demora en detrimento de la justicia, cuando debe brindarse comodidad  y adecuada logística a los jueces y empleados para desarrollar cabalmente tan importante misión, siendo regular la prestación del Internet básico.

Debió alquilarse  unas instalaciones pertinentes, en donde se dan las condiciones adecuadas  y necesarias para impartir oportuna justicia. Recordemos que la justicia es uno de los pilares de un país democrático,  una Nación sin adecuada justicia está al garete.

No es menester mayor esfuerzo mental para observar que los despachos judiciales carecen de elementos para cumplir tan sagrada mención. No es lo más apropiado el trasteo de expedientes de la oficina a la casa para tratar de mantener al día los despachos judiciales.

Más aún, los jueces de los pueblos como se les dice en el argot popular, en muchos casos carecen del servicio  de internet, cuando  requieren más que nadie la mayor colaboración por el aislamiento en que viven, la zozobra que los acompaña  en determinadas regiones en su trabajo,  siendo lamentablemente nuestro departamento de los más azotados del país con la violencia al igual que Arauca, Chocó, Cauca y Nariño.

Retomando el tema de la justicia, es importante exigir la apertura de los Palacios normalmente, con los debidos protocolos, para una mayor garantía de los usuarios de ella, comodidad para los litigantes y sobretodo, adecuado control de los despachos judiciales en relación a los expedientes, colaboradores y certera vigilancia de las actuaciones.

Ciertamente la pandemia conllevó a una nueva modalidad de trabajo, para la cual no estábamos preparados, en términos generales, con resultados óptimos en una buena parte de despachos judiciales, otros con menor intensidad y algunos con lentitud pasmosa como se quejan algunos abogados litigantes.

En realidad mientras se labora en las instalaciones el contacto es mínimo, virtualmente se conocen abogados que en la actuación presencial no se da salvo en las audiencias.

En la calle los abogados se explayan en sus inquietudes, la morosidad en algunos y hasta se rumora de actividades indebidas.

No escapa a nadie, que nunca ha existido  voluntad política para subsanar estas fallas, ni menos aún dotar la justicia de cuerpo investigativo profesional y con adecuada formación, despejando la justicia de injerencia política que nunca es buena, para tornarla en una actividad eficiente y seria como debe ser.

Un sindicato que fue muy reacio al retorno presencial fue Fecode y se logró;  igual situación debe acontecer con la Rama Judicial para beneficio de las personas involucradas en pleitos o investigaciones por delitos de índole penal.

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