Y dale con el “cierre financiero”, un manido argumento de los negativistas cucuteños, para detener y obstaculizar cualquier proyecto público importante.
Este año he escrito seis columnas relativas a la necesidad del Embalse del Cínera. En alguna de ellas, llegué a aceptarle a los miopes negativistas, que le quitáramos la característica de multipropósito y la dejáramos como simple embalse de agua para el acueducto metropolitano. Hoy pido excusas y rectifico, pues debe ser multipropósito, no hay más alternativas.
En enero de este año que corre advertí que no tenía fundamento el descabellado argumento que el Estado se había inventado para producir utilidades. Un absurdo que no está sentado en ninguna constitución política del planeta. Que lo que sí está es el principio de la racionalización de la economía pública, de la eficiencia, del rendimiento y la atención en las funciones de inversión en las formas de crear infraestructura, y la reducción de los costos de operación y funcionamiento posteriores.
Dije que el World Bank Group puso de moda las Asociaciones Público Privadas APP con la Ley Corzo Román 1508 de 2012, con las cuales los servicios de responsabilidad del Estado se suministren de manera compartida con el sector privado distintos de la contratación pública. Pero que ella nunca suprimió o derogó la normatividad del crédito externo para financiar obras de infraestructura que contrate, que incluye los de concesión de la ley 80/93.
Advertí las dificultades que tenemos para utilizar la figura de las APP, pues en el concierto nacional e internacional el municipio de Cúcuta y sus entes descentralizadas cargan el fardo de ser mala paga. La EIS CÚCUTA SA ESP es la prueba y de ahí la deuda que hoy tenemos con el Ministerio de Hacienda por valor de casi doscientos mil millones de pesos, que enajenó nuestro destino, en manos de burócratas inescrupulosos.
Advertí que nuestra dirigencia pública es torpe y que estando prescrita esa deuda, la reconoció violando la ley 11 años después, en el 2007.
En otros términos, necesitamos un presidente amigo, que no nos dé contentillo con visitas que se han vuelto riesgosas, sino que nos pague la alta votación que depositamos por su nombre, con el inicio de la obra.
Presidente amigo, como lo fueron Pastrana Arango y Uribe Vélez con La Guajira, por menos, y que en siete años les hicieron la represa de Ranchería, llena de agua y sin cierre financiero. Hoy 30 de junio recibió más recursos del presidente Duque, para tender la tubería a diez municipios por “gravedad”. Ya casi terminan.
El axioma hoy, es que con presidente amigo, el pretexto de los estudios se supera de un plumazo. Sí como Ranchería lo fue para irrigar 19.000 hectáreas, darles agua potable a 9 municipios y una micro central de generación de energía con capacidad de 22.6 GW/año.
Advertí a los negativistas y miopes “minimalistas” que se oponen a Cínera, que de las cien represas más importantes del país se hicieron con inversión pública, las grandes y las pequeñas: Calima- Valle, Chec-Caldas, Chivor- Guavio,- Sochagota,- Neusa,- Peñol-Guatapé,- Salvajina, - Tominé y ahora Hidrosogamoso y Ranchería entre otras y nunca hubo cierre financiero. Guavio partió de 1.300 millones de dólares y culminó en 2.800 millones. Ninguna se entregó en concesión.
Si de darles gusto se trata, ahí contamos para empezar la reformulación; si cumplen, con un aporte de mil millones de pesos de Corponor que obra en un documento escrito, con la firma de Gregorio Angarita Lamk y cinco mil millones de pesos que le dejó en caja William Villamizar Laguado a nuestro actual gobernador Silvano Serrano.
Adenda: Estamos muy complacidos por los éxitos de María Camila Osorio. Cúcuta se menciona en el planeta por nuestros deportistas. Gracias.
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