En el año 2005, la Junta Directiva de FEDEGÁN instauró el 30 de septiembre como el Día Nacional del Ganadero, fecha en que las Farc, en 1995, asesinaran alevemente a José Raimundo Sojo Zambrano, expresidente de FEDEGÁN, a quien le cobraron su rechazo a la violencia contra los ganaderos.
Para escribir estas líneas revisé informes de la época de mi antecesor, Jorge Visbal, a quien también le hicieron varios atentados, afortunadamente fallidos. Entonces se llevaba un doloroso registro sobre el impacto de la inseguridad, y allí encontré que, en 1995, Sojo Zambrano fue uno de los ¡50! ganaderos asesinados ese año, cuando también secuestraron a 527. La mayor cifra de secuestros, 585, se produjo en 2001, antes de la Seguridad Democrática.
La Fundación Colombia Ganadera, FUNDAGÁN, con su programa “Acabar con el Olvido”, hizo visibles a cerca de 10.000 víctimas ganaderas, en un país donde las hay que merecen vitrina, como las de la UP, y otras ocultas por las narrativas de sus victimarios y por la impunidad de un Acuerdo que también escogió víctimas a conveniencia.
Así pues, honrar ese pasado de victimización y de heroísmo de quienes sobrevivieron al terror, fue el objetivo del primer Día Nacional del Ganadero, y lo seguirá siendo, pues la paz ofrecida nunca llegó y la inseguridad amenaza a la ganadería, en un campo sembrado de coca y de violencia.
Por eso, en el Día Nacional del Ganadero, reiteramos nuestro rechazo a la violencia rural y apoyamos los esfuerzos del Gobierno por garantizar la seguridad.
Respaldamos a las Fuerzas Militares y de Policía que nos protegen; organizaciones humanas y perfectibles, cuyos héroes no solo enfrentan el delito, sino la incomprensión ciudadana, azuzada por interesados en el caos como arma política para el acceso al poder.
Hacemos profesión de nuestra fe en el imperio de la ley, en las instituciones democráticas y en un verdadero “Estado de Derecho”, con una justicia que se reencuentre con el anhelo ciudadano de derrotar la impunidad.
Rechazamos la estigmatización de los ganaderos y reivindicamos la dignidad de los 600.000 colombianos que le madrugan al ordeño y al cuidado de sus animales, para llevar carne y leche a la mesa de los colombianos y a los mercados internacionales.
Defenderemos a la ganadería de las falsas acusaciones de gran depredadora de la naturaleza, y el papel insustituible de la carne y la leche dentro de la dieta de los colombianos y para la seguridad alimentaria del país.
Seguiremos buscando un mejor relacionamiento con la naturaleza, para construir la ganadería del futuro, rentable, competitiva y, sobre todo, sostenible a través de la implementación de sistemas silvopastoriles.
Los ganaderos, como nos recuerda nuestro himno, “no bajamos nuestros brazos ni nos damos por vencidos”. 30 de septiembre: Feliz día, ganaderos de Colombia.
@jflafaurie