Son muchos los significados que la generosa lengua castellana le asigna a la expresión “comisión”, pero por tiempo, respeto con los lectores y pertinencia, me referiré solo a la que la define como: “Orden y capacidad que una persona da por escrito a otra u otras, para que ejecute un encargo o participe en una actividad”.
Eso fue lo que precisamente hizo el Gobernador Edgar Díaz al emitir el decreto 000904 de septiembre 18 de 2014 denominado: “Comisión asesora para la estructuración del proyecto Cínera”.
Lo hizo como prueba fehaciente de su interés por respaldar un proyecto que se mantiene cada vez más vigente en la agenda de competitividad de Norte de Santander, solo que en la instalación – en sus casi siete meses de creado, solo la ha convocado en dos ocasiones - y frente a la inquietud que se le planteara sobre la posibilidad de revisar en el Acueducto Metropolitano de Cúcuta, el componente BOMBEO, respondió tajantemente “El proyecto Acueducto Metropolitano de Cúcuta se construirá tal y como lo describe el Conpes 3798”, es decir – esto sí es interpretación mía, las motobombas son insustituibles.
Después de esa advertencia, vimos en el Comité Intergremial lo poco fecundas que resultarían nuestras observaciones al interior de la mencionada Comisión, no obstante albergábamos la esperanza que frente a lo contundente de la alternativa Acueducto Cínera Metropolitano, la razón se impondría y finalmente los cucuteños, patienses y villarrosarences pudiésemos disponer de agua potable de excelente calidad, en las cantidades que el desarrollo lo indique y por gravedad, esto es, sin necesidad de bombearla por el resto de la vida.
A pesar de la última y contundente expresión usada por el señor Gobernador en el sentido de que el Acueducto Metropolitano de Cúcuta por bombeo “va porque va”, el Comité Intergremial sigue esperando a que por lo menos la Comisión Asesora nos responda el oficio fechado a finales del año pasado, donde le hacíamos entrega con el detalle requerido de una alternativa que a costos iguales a los calculados para el AMC, permite repito, evitar el gravosísimo bombeo y dejar vivita la posibilidad de construir un verdadero embalse.
Eso sí sería armonizar la agenda regional con los postulados del Plan Nacional de Desarrollo que solucionaría de tajo los conflictos por el uso del agua, que en el mundo están a la vuelta de la esquina.
Nota: ¿Qué pasó con los 1.000 millones de pesos que Ecopetrol entregó a la Gobernación, para según ellos actualizar los estudios del Cínera?