Son 68 días los que completa el país en cuarentena obligatoria debido a la crisis sanitaria generada por la pandemia del coronavirus. En este tiempo, la naturaleza ha tenido un respiro.
Los animales salvajes se han paseado con mayor libertad, las fuentes hídricas han mejorado y las aves vuelan con tranquilidad. Sin embargo, esto no es muestra de mejoría ambiental según los expertos, aunque permite ilusionarnos.
Carlos Cáceres Martínez, biólogo egresado de la Universidad de Pamplona y candidato a magíster en bosques y conservación ambiental en la Universidad Nacional, es de la opinión que la naturaleza nos estaba hablando desde hace un tiempo y que necesitaba un respiro.
“Era necesario. Debemos entender que hacemos parte de un ecosistema global del cual dependemos para vivir y que deberíamos cuidar y respetar más por voluntad propia que por obligación”, considera Cáceres.
Sin embargo, aclara que hablar de un cambio significativo sería irresponsable, porque la trasformación de los ecosistemas son procesos lentos que no se pueden identificar en tan poco tiempo.
Aun así, dice que no es malo pensar en que sí ha sido beneficioso este tiempo para la naturaleza, pues es gracias a esto que se han observado acciones que no veríamos en épocas cotidianas.
Con este concepto coincide la ingeniera Sandra Gómez, subdirectora de recursos naturales de Corponor, quien asegura que es gracias al aislamiento obligatorio al que fue llevado la sociedad, que la naturaleza nos ha dejado ver cosas como el avistamiento de osos o pumas en algunos municipios de Norte de Santander.
“En Chinácota vimos una osa y sus crías y en Salazar algunos pumas, eso no es raro, ese es su hábitat, pero como ahora hay más silencio y menos movimiento, los animales se sienten con mayor libertad de explorar su territorio”, es la explicación de Gómez a este fenómeno.
La funcionaria también asegura que estos animales no son peligrosos y que contrario a lo que se piensa, le temen al humano y es por eso que no se acercan a sitios poblados, pero por la situación de cuarenta donde nadie sale y además la época de seguía, los ha llevado a que se paseen con tranquilidad.
Cambios mínimos, pero satisfactorios
Es muy gratificante lo que la naturaleza ha vivido, en sectores turísticos como El Zulia, por ejemplo, también se ha visto mejoría. Sin duda, seguimos lidiando con problemas de contaminación, pero sí era necesario un parón, aunque obligatorio para contribuir un poco con la naturaleza.
“No podemos hablar de cambios drásticos, porque esos no se observan de un día para otro, pero sí se ha visto una mejoría que nos beneficia a todos los seres humanos”, relata.
Wilson Ortega, quien hace parte del Observatorio de Aves del municipio de Arboledas también ha visto cómo la naturaleza ha estado más tranquila en esta época.
Cuenta que antes en el municipio era necesario adentrarse hasta una hora por las veredas para ver especies de aves que por la situación del aislamiento ahora se pueden apreciar, con tranquilidad, en el parque de Arboledas.
“Es lo mejor que le pudo haber pasado a la naturaleza en los últimos años. En el caso de Arboledas, junto con el grupo de observadores hemos hecho registro mes por mes, encontrando especies que antes solo se avistaban adentro de los bosques, pero que en estos momentos es posible ver en el casco urbano”, destaca Ortega.
Además, dice que en el municipio hasta han crecido pastales en sitios donde se creía difícil y eso, a pesar de las circunstancias, los tiene contentos.
“Los humanos somos los culpables del daño que el medio ambiente ha sufrido por años y hemos tenido que soportar esas consecuencias y aun así no tenemos conciencia. Ahora, a la fuerza hemos tenido que dejarla respirar un poco”, asegura.
De acuerdo con el Instituto Alexander von Humboldt, durante el tiempo que llevamos de cuarentena, se registraron 7.970 observaciones de nuevas especies en el país, de las cuales 3.326 (41,67%) ya fueron identificadas y 4.649 (58,33%) están a la espera de surtir el proceso de identificación respectiva.
Esto permite ilusionarse con el descubrimiento de otras que potencialicen la biodiversidad colombiana.
Generar conciencia
La ingeniera Sandra Gómez considera importante que luego de que pase la emergencia, las personas tengan más conciencia por lo ambiental. “Estamos en época de sequía, es importante que seamos conscientes de que tenemos que hacer uso racional del agua. Además, durante la cuarentena, en las casas también estamos generando residuos que debemos saber utilizar para no seguir contaminando y de esa manera también contribuir con el mejoramiento ambiental”.
A su turno, el biólogo Carlos Cáceres Martínez insiste en la necesidad de seguir diseñando estrategias para que la gente deje de pensar en el consumismo y vea que la naturaleza es lo que nos mantiene vivos.
“Norte de Santander ha hecho esfuerzos importantes por la naturaleza. En el parque El Tama, por ejemplo, se hace monitoreo constante de la fauna, en Los Estoraques, también, al igual que en los páramos y los bosques secos de la región”, añade Cáceres, quien lamenta que del Catatumbo se tenga tan poca información ambiental por los problemas de orden público.
Otro de los aspectos a controlar es el tráfico de especies que es algo con lo que se ha tenido que lidiar a pesar de las acciones para contrarrestar este fenómeno por parte de las autoridades.