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Zona verde
Arquitecta argentina promueve la casa de condiciones ecológicas
Graciela Kosoblik estuvo en Cúcuta para conocer los desarrollos urbanísticos de la ciudad.
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Cicerón Flórez Moya
Cicerón Flórez
Sábado, 3 de Agosto de 2019

Arquitecta, egresada de la universidad argentina de Mar del Plata, Graciela Kosoblik es una profesional  de actividad internacional.

Nació en Buenos Aires y después de terminar sus estudios superiores se dedicó a investigar y consolidó su nueva concepción de la vivienda.

Escribió el libro Creo mi eco casa, que es una propuesta ecológica orientada a mejorar las condiciones de los espacios habitacionales.

Estuvo en Cúcuta invitada por amigos y en plan de conocer los desarrollos urbanísticos de la ciudad, pero aquí también diseñó un proyecto habitacional y dictó conferencias sobre el tema ecológico aplicado a la vivienda, especialidad a la que le dedica tiempo e investigación.

¿En el desarrollo de la sociedad humana, qué representa la arquitectura?

Es el reflejo del pensamiento y creencias generalizadas y aceptadas por los diseñadores, deslumbrados por la moda y la tecnología de los materiales de vanguardia impuestos por un mercado especulativo, alejado de la naturaleza y de las verdaderas necesidades humanas.

Los profesionales del diseño movilizamos el 40 por ciento del mercado de la construcción, pero nos olvidamos  que también somos responsables del 40% de la contaminación por desperdicios de obra, no reutilizables como  los escombros, del 40% del consumo de agua potable y que malgastamos en retretes, lavado de pisos, vehículos y riego del jardín, del 40% de la energía utilizada en calefaccionar o acondicionar ambientes carentes de una correcta aislación térmica, iluminación o ventilación natural. No hablemos del verde espacio público que convertimos en gris espacio pavimentado.

Siento que la arquitectura actual demuestra nuestra arrogante imposición sobre la naturaleza reemplazando ecosistemas naturales por ecosistemas artificiales.

¿La proyección que usted le da a la vivienda en su libro Creo mi eco casa, rompe con los parámetros tradicionales que han predominado?

Mi libro Creo mi eco casa no pretende romper, confrontar o rechazar el modo en que diseñamos espacios humanos habitables. Busca es que se tome conciencia de los aspectos invisibles, no evaluados ni incluidos en la enseñanza académica, o en la práctica profesional actual, que respondan a las fuerzas de la naturaleza, a los campos energéticos que nos rodean y que tanto afectan la salud física y emocional de los seres vivos. Es un llamado a considerar los materiales naturales y las tecnologías ancestrales como una verdadera opción de diseño.

¿Qué piensa de los grandes desarrollos urbanísticos en el mundo y cuál es su ciudad ideal?

No se ha cuales se refiere. Le diré que si son grandes, se alejan de la escala humana. Las ciudades ideales se las considera de alrededor de 150.000 habitantes, donde la escala no masifica y las personas pueden conocerse y hasta autoabastecerse. Hemos conocido ciudades con gran desarrollo urbano y culturas con grandes esfuerzos de superación. Siempre están relacionadas con el grado de conciencia de sus habitantes. Es allí donde se encuentra el punto. El diseño es la consecuencia.

¿Qué importancia le asigna a ciudades precolombinas de América como Machu Pichu en Perú y las aztecas en México?

Las ciudades pertenecientes a culturas o civilizaciones desaparecidas no las podemos analizar con nuestros ojos actuales, ya que no tenemos el conocimiento energético-constructivo, que ellos manejaban. Admiramos pero no sabemos exactamente como movían y encastraban gigantescas piedras. Nos sorprendió ver que los acueductos y sistemas de saneamiento de Machu Pichu, siguen fluyendo y funcionando desde entonces.

¿Cómo debe ser un entorno habitacional?

Un entorno habitacional debe diseñarse como un ecosistema natural donde las personas, animales, plantas y el entorno natural coexistan en armonía con nuestro desarrollo tecnológico y cultural. La permacultura nos instruye sobre cómo crear estos espacios. La arquitectura bioclimática, la bioconstruccion, el Feng Shui, la geobiología, la geometría sagrada, los conceptos de huella ecológica y sustentabilidad, como el uso de fuentes de energía saludable y no contaminante, nos dan el conocimiento y las herramientas para poder hacerlo.

En Colombia, el Congreso aprobó la prohibición del asbesto en la construcción por sus efectos nocivos. ¿Qué piensa usted?

El asbesto es un material que ocasiona graves problemas de salud, sobre todo en su manipulación, sin hablar de los formaldehidos, bencenos y tricloroethilenos presentes en tantos materiales de construcción y elementos de uso doméstico. La toma de conciencia nos ha llevado a legislar sobre su prohibición o reemplazo.  Ya existen en el mercado de la construcción, algunos materiales ecológicos, o con propiedades saludables. Fomentar la investigación y su utilización también depende de nuestra voluntad. Y Colombia ya le ha dicho no al asbesto y es una decisión positiva.

¿Qué visión se lleva de Cúcuta?

Cúcuta me ha sorprendido por sus hermosas calles arboladas que amortiguan las altas temperaturas y también por el elevado nivel de ruido, que casualmente coincide con las zonas céntricas no forestadas, como si los árboles fueran enemigos del comercio. Se debe legislar para prohibir los claxon de los vehículos (como en la mayoría de las ciudades del mundo), incentivar la reforestación, el uso de techos y balcones verdes. Las terrazas verdes en todos los edificios, no solo moderan el clima y relajan la vista desde los apartamentos, sino que fundamentalmente devuelven a la madre tierra el trozo de suelo que le hemos ocupado.

¿Tiene proyectos en Cúcuta?

Estoy participando en el diseño de unas obras ecológicas de carácter familiar.

¿De cuánto ha hecho profesionalmente, cuál es su mejor obra?

Mi mejor obra ha sido aprender a ser una arquitecta con conciencia profesional, personal y planetaria. En los más de 40 años de trabajo arduo y habiendo transitado los dos caminos, material y espiritual de la arquitectura, he resumido en mi libro Creo mi eco casa un método, una guía paso a paso, de cómo diseñar espacios habitables en armonía con las reglas del arte, las personas, el sitio, y las fuerzas de la naturaleza que sostienen la vida.

Creo mi eco casa

En su libro la arquitecta Graciela Kosoblik recomienda que “la casa es un ser vivo, con un aspecto físico visible y otro etéreo e invisible que gobierna y modifica tanto a la casa en sí misma como a todos los que viven en ella. Ambos aspectos son la proyección de sí mismo, de su familia, del medio ambiente y del diseñador”.

¿Por qué su casa es cómo es?

La casa manifiesta sus deseos y aspiraciones, creencias, gustos y también los temores, la personalidad y la forma de ver la vida. La casa simplemente manifiesta lo que usted es, ya sea que la haya diseñado, comprado, heredado o alquilado, siempre la transformará y ordenará, del único modo que sabe, del modo en que ordenará su cabeza. Sus pensamientos, sus recuerdos, sus metas  y aspiraciones se proyectarán en la forma en que concibe el espacio. En cómo se ponen los objetos y el tipo de objetos que se eligen, sea por su color, forma o material, sus cualidades energéticas visibles y también invisibles.

¿La casa es la respuesta del inconsciente?

Todos respondemos inconscientemente al estímulo que generan absolutamente todos los objetos que entran en nuestro radio de percepción. El estímulo es vibratorio y nuestra reacción es tanto física como emocional. El Feng Shui enseña a conocer y ordenar los espacios construidos, el ‘A fuera’. Aplicar esta disciplina desde el diseño de una casa resultará altamente beneficioso para todos los habitantes, visitas, plantas, animales y la casa misma.

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