Viernes, 21 de Marzo de 2014
Desde hace once años en Venezuela ha operado el control de cambio de divisas por parte del Estado para garantizar a los ciudadanos un acceso equitativo a la moneda extranjera.
Sin embargo, las fallas acentuadas en el último año han provocado una escasez considerable de dólares, lo que ha obligado a los empresarios a acudir al mercado paralelo para su obtención a precios considerablemente altos.
Ante la urgente necesidad de controlar la alta inflación, como resultado de la escasez de alimentos y productos de primera necesidad, las autoridades venezolanas han adoptado medidas de diferenciación de precios para garantizar entrega de dólares de acuerdo a su destino.
Actualmente en el país bolivariano hay tres niveles de precios del dólar: oficial a 6.30 bolívares, Sicad (Sistema cambiario alternativo de divisas) a 11.30 bolívares y mercado paralelo hasta 15 veces el precio oficial.
Pero ante la ineficiencia de las medidas adoptadas hasta ahora, el viceministro de asuntos económicos y presidente de PDVSA, Rafael Ramírez, anunció el pasado jueves que, a partir del lunes 24 de marzo empezará a regir un cuarto nivel de precio de divisas, el Sicad 2.
Este nuevo ensayo busca combatir el mercado paralelo de divisas mediante la mejorara de la oferta de dólares a tasas superiores al Sicad.
Por esto, se permitirá a personas naturales y empresas la libre compra de moneda extranjera en efectivo o a través de bonos y, aunque el tipo de cambio lo establecerá el mercado, el Banco Central intervendrá para evitar fluctuaciones por encima de lo deseado por las autoridades.
Esta estrategia de ampliar la oferta de divisas permitirá a las empresas de bienes y servicios cambiar su estructura de costos, contribuirá a bajar la inflación que actualmente alcanza el 57 por ciento y será decisiva para disminuir el alto déficit fiscal equivalente al 13.5 por ciento del Producto interno Bruto (PIB).
Los analistas consideran que, aunque a corto plazo no bajarán los niveles de escasez, esta medida contribuirá a estabilizar el precio de la divisa americana, la cual bajó en menos de una semana de 90 bolívares a 70 bolívares en el mercado paralelo ante el solo anuncio de la medida.
Hay expectativa sobre los resultados de esta nueva estrategia en pro de la mejoría económica de un país que, pese a tener las reservas de crudo más altas del mundo y poseer las reservas más altas de gas natural en el continente, después de Estados Unidos, ha llegado a una caótica situación de estancamiento, inflación y escasez.
Sin embargo, las fallas acentuadas en el último año han provocado una escasez considerable de dólares, lo que ha obligado a los empresarios a acudir al mercado paralelo para su obtención a precios considerablemente altos.
Ante la urgente necesidad de controlar la alta inflación, como resultado de la escasez de alimentos y productos de primera necesidad, las autoridades venezolanas han adoptado medidas de diferenciación de precios para garantizar entrega de dólares de acuerdo a su destino.
Actualmente en el país bolivariano hay tres niveles de precios del dólar: oficial a 6.30 bolívares, Sicad (Sistema cambiario alternativo de divisas) a 11.30 bolívares y mercado paralelo hasta 15 veces el precio oficial.
Pero ante la ineficiencia de las medidas adoptadas hasta ahora, el viceministro de asuntos económicos y presidente de PDVSA, Rafael Ramírez, anunció el pasado jueves que, a partir del lunes 24 de marzo empezará a regir un cuarto nivel de precio de divisas, el Sicad 2.
Este nuevo ensayo busca combatir el mercado paralelo de divisas mediante la mejorara de la oferta de dólares a tasas superiores al Sicad.
Por esto, se permitirá a personas naturales y empresas la libre compra de moneda extranjera en efectivo o a través de bonos y, aunque el tipo de cambio lo establecerá el mercado, el Banco Central intervendrá para evitar fluctuaciones por encima de lo deseado por las autoridades.
Esta estrategia de ampliar la oferta de divisas permitirá a las empresas de bienes y servicios cambiar su estructura de costos, contribuirá a bajar la inflación que actualmente alcanza el 57 por ciento y será decisiva para disminuir el alto déficit fiscal equivalente al 13.5 por ciento del Producto interno Bruto (PIB).
Los analistas consideran que, aunque a corto plazo no bajarán los niveles de escasez, esta medida contribuirá a estabilizar el precio de la divisa americana, la cual bajó en menos de una semana de 90 bolívares a 70 bolívares en el mercado paralelo ante el solo anuncio de la medida.
Hay expectativa sobre los resultados de esta nueva estrategia en pro de la mejoría económica de un país que, pese a tener las reservas de crudo más altas del mundo y poseer las reservas más altas de gas natural en el continente, después de Estados Unidos, ha llegado a una caótica situación de estancamiento, inflación y escasez.