~A uno de los lugares donde germina la violencia en Cúcuta le salió competencia: una semilla que amenaza con ser más impactante y más letal a sus objetivos macabros. Su ventaja se escuda bajo el riesgo de generar un futuro más prometedor para sus jóvenes y, el plus, está en la ‘aceleración y la adrenalina’ que ellos mismos le imprimen.~ A uno de los lugares donde germina la violencia en Cúcuta le salió competencia: una semilla que amenaza con ser más impactante y más letal a sus objetivos macabros. Su ventaja se escuda bajo el riesgo de generar un futuro más prometedor para sus jóvenes y, el plus, está en la ‘aceleración y la adrenalina’ que ellos mismos le imprimen.

Se trata de la única arma que quieren ver y accionar en el barrio Toledo Plata; algo que llaman, creatividad, ganas de salir adelante y proyectar el conocimiento en una microempresa que no solo produzca algo tangible para sus bolsillos, sino un tesoro que no cabe en una billetera…algo llamado paz.

Cuando más allá de las cuatro paredes de una Estación de Policía se cree que el consumo de drogas, los robos y el sicariato se están ‘tragando viva’ a la comunidad, no le quedó de otra a la Policía Metropolitana de Cúcuta, que armarse de ideas para arrebatarle de las garras de la muerte y el delito a la mayor cantidad de jóvenes de su barrio Toledo Plata, quienes fácilmente podían estar en la mira de los hilos de la delincuencia.

Pero, ¿qué resulta entre las ganas de aprender y las tradicionales arrancadas de motos en Toledo Plata? La iniciativa de la Policía ante el Servicio Nacional de Aprendizaje (Sena), de crear un curso de reparación de motores de motocicletas de dos y cuatro tiempos, pues esa es la demanda que se registra en el sector.

Con cada pique que se veía, y a la vez, con cada moto dañada, a los uniformados se les ocurrió usar la reparación como gancho para atraer a los jóvenes a que fueran ellos quienes repararan sus vehículos, pero también que fueran capacitados por expertos y tuvieran una formación que les pusiera en la mente algo más que drogas, riesgos y adrenalina en dos ruedas.

El comandante operativo de Seguridad Ciudadana de la Policía Metropolitana de Cúcuta, teniente Lincon Borja, opina que la alianza con el Sena ha sido estratégica para empezar a beneficiar a 60 jóvenes del barrio con los quieren apuntarle a recuperar el sentido de pertenencia y un mejor futuro para sus familias.

“No desconocemos los problemas y los enfrentamos. Nos empieza a preocupar el tráfico de sustancias en menores cantidades que afectan la convivencia. Yo no llamaría a este barrio como peligroso, pero sí necesita alta presencia institucional”, expresó.

Le apuntan a todos los focos

El Sena designó a Gustavo Rodríguez como instructor en el mantenimiento de motos desde enero pasado, cuando llegó a Toledo Plata para acoplar el grupo. Su tarea consistió en identificar, con la ayuda de la policía de la zona, a los grupos de jóvenes más expuestos a caer en el consumo dr marihuana, cocaína y heroína.

Varios de los jóvenes que la pisaron en otrora, fueron los elegidos. Pero esta vez no tuvieron que ir esposados, sino con voluntad propia para aprender todo lo del vehículo de sus amores.

“La Policía ayudó a conseguir la gente y el sitio para dictar el curso. Estamos trabajando todos los días de 6:00 de la tarde a 10:00 de la noche en el salón de los adultos mayores con 25 jóvenes, pero hay otros 60 que están en la parte teórica. Quieren aprender todo ya, salir a trabajar y ganarse el dinero rápido, porque lo necesitan, pero es un proceso que debemos llevar con calma”.

Recalca que este es uno de los barrios más riesgosos de la comuna seis en Cúcuta, lo que ha merecido el mayor esfuerzo para fomentar espacios del aprovechamiento del tiempo libre y buscar estrategias para prevenir cualquier forma de reclutamiento de las bandas criminales y de los expendedores de alucinógenos y cocaína.

‘Muchachos a lo bien’

Entre pensar como conductor y mecánico existen grandes diferencias para ‘Pipe’, uno de los jóvenes que hace parte del programa educativo del Sena, sobre todo si se trata del manejo y cuidado del vehículo que le quita el sueño a este joven de 20 años.

Amante de los piques, pero mentalizado en el futuro, ‘Pipe’ es uno de los destacados de su clase, al punto que ya ha arreglado su moto un par de veces, las de sus vecinos y las de sus amigos, lo que ya le absorbe la mayor cantidad de tiempo. Incluso ya piensa en montar un pequeño taller cerca a su casa para combinar lo que ahora llama las dos pasiones.

“En la parte teórica nos han enseñado cuanto hay que cobrar por cada tipo de arreglo. Eso es importante, porque si uno cobra mucho el cliente se va, pero si cobra poco, pierde”, expresó.

El curso está enmarcado en un programa del Sena que está siendo reactivado en Norte de Santander denominado ‘Muchachos A lo Bien’, enfocado a poblaciones en las que se pueda prevenir la violencia.

Pero esta vez las clases, que tienen una duración de 6 meses, tienen un complemento práctico en el que el aprendiz debe ir a trabajar a una empresa hasta completar un año de labor.

El valor agregado está en que estos jóvenes pueden engancharse laboralmente con la empresa en la que hagan su práctica, lo que se ha convertido en el incentivo de muchos en Toledo Plata.

Escuelas de fútbol y de defensa

La iniciativa de incluir a los jóvenes en programas de aprendizaje y capacitación en Toledo Plata, empezó a gestarse hace un año en la Policía. En esta versión de la mecánica, el grupo cuenta con tres niñas que no sobrepasan la mayoría de edad, interesadas en el mundo de la velocidad.

Esto muestra la acogida y el empeño que ponen los participantes, quienes proyectan una microempresa. La estrategia también cuenta con formación en prevención en abuso sexual y la cultura de la legalidad.

‘Muchachos A lo Bien’ se ha expandido con escuelas de fútbol de 40 niños entre los 7 y 14 años y, la meta antes del primer semestre, es incluir en los programas a mínimo 10 barristas de ‘La Barra del Indio’, del Cúcuta Deportivo en los cursos del Sena.

El teniente Borja resaltó que hace un mes empezó a funcionar en este barrio la primera escuela de defensa personal para evitar la violencia de género e intrafamiliar, en la que participan madres cabeza de hogar.