Sin saber a que se enfrentaban, Karen Julieth Flórez Patiño y Sandra Naranjo Restrepo aceptaron el reto. No lo pensaron dos veces para asistir a un casting abierto que organizaron en Medellín para elegir a los participantes de ‘Asia Express’, reality del canal Caracol. Estar en este programa puso a prueba sus destrezas y ganar los desafíos se convirtió en su principal objetivo.
Ellas eran el grupo de ‘Las Modelos’, que dieron de qué hablar durante el tiempo que estuvieron en competencia gracias a sus atributos físicos, por los cuales lograban conseguir más rápidamente transporte, comida y otras ayudas que el resto de competidores. Esta situación les ocasionó ciertos inconvenientes con algunas de las otras once parejas, quienes lograron que su paso por ‘Asia Express’ llegara a su fin, porque fueron las segundas eliminadas. En diálogo con La Opinión, Naranjo habló de esta experiencia y contó detalles de su vida.

¿Por qué llegaron a ‘Asia Express’?
Karen es mi mejor amiga y hace rato queríamos una aventura así de extrema para ver cómo nos iba. Lo hicimos principalmente a nombre del hermano de ella que había fallecido días antes. Era como un reto personal. Pero realmente uno nunca sabe qué aventura es hasta el momento que llega. De pronto no nos imaginamos que iba a ser tan duro ni que íbamos a estar como a tantos extremos, pero el resultado fue muy enriquecedor para las dos.
¿Cuál fue la prueba más difícil?
La del huevo de pato. En televisión no mostraron en realidad lo difícil que fue, porque en ese momento nosotras habíamos sido de malas para conseguir transporte y nadie nos quería llevar. Cuando por fin nos paró una señora justo suena la alarma que indicaba que nos teníamos que comer el huevo. Karen medio lo abrió y vió las membranas, venas y el pico un poco desarrollado. El impacto fue muy fuerte.
¿Hablar inglés fue una ventaja?
Las dos lo hablamos y eso ayuda, pero tampoco es que sea mucho, porque allá la mayoría no habla inglés.
¿Usted volvería?
Creo que de pronto me aventuraría, pero tendría que pasar mucho tiempo.
¿Qué viene ahora?
Nosotras somos modelos en Medellín y cada una tiene además su carrera. Karen es diseñadora gráfica y yo soy publicista y relacionista pública. Sigo en mi empresa de comunicaciones y con el modelaje.
¿El reality le dejó una lección?
Algo que me pareció muy bonito fue la amabilidad de las personas de Vietnam. Uno de verdad no se espera eso, porque si nos ponemos en su lugar y estando aquí en el país que llegue alguien a decir: “deme de comer” o “déjeme dormir”, por lo general da desconfianza y podríamos actuar con rechazo. Allá nos abrían las puertas y el que menos tenía era el que más nos ayudaba. Además que uno realmente no sabe lo que es aguantar hambre. Estar días enteros sin comer, tener que pedirle a la gente, eso es una lección de humildad impresionante, porque uno cree que lo tiene todo y no sabe estar del otro lado.
¿Cómo fue la convivencia con las otras parejas?
De pronto nos dejamos afectar un poco más de la cuenta. Se sabe que en una competencia no hay aliados y que venimos es a ganar, pero hay valores que uno espera de los demás. El ambiente en general fue bueno. Puedo rescatar que tuvimos parejas que se portaron increíblemente, jugando limpio siempre. También tuvimos roces y habían parejas que creían que éramos muy fuertes y nos querían sacar. Obviamente allá uno se muere de la rabia, pero ya acá todo cambia.
Al regresar, ¿Qué fue lo primero que hicieron?
Estábamos en el aeropuerto y nos fuimos para Burger King. Nosotros sentimos que comimos mucho, aunque en realidad nuestro cuerpo no aguantó tanta comida.
En días reales, ¿Cuánto duraron?
Dos semanas, que para nosotras fueron como tres meses (risas).
¿Hay proyectos para seguir en la pantalla chica?
Proyectos aún no. Estudié actuación en México y vengo con ganas de empezar en ello. Me voy a unir con un representante para ver cómo me va.
