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Sucesos
Mató a la vecina a machete y casi le quita la mano al hijo
Impresionante relato del joven sobreviviente. El caso ocurrió en zona rural de Lebrija (Santander).
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Miércoles, 2 de Febrero de 2022

 

Tres machetazos en la cabeza acabaron con la vida de Miriam Buitrago de Ojeda, de 58 años, quien el pasado 12 de enero fue atacada por un vecino en zona rural de Lebrija.

En el hecho también resultó herido Jackson, un hijo de Miriam quien recibió tres machetazos en la cabeza y otro en una muñeca que por poco le amputa la mano. La familia pide justicia y celeridad en el caso pues el homicida sigue libre.

En medio del dolor de haber perdido a su mamá y del temor de que el homicida vuelva a atacar, el joven relató lo que ocurrió esa mañana.

Según Jackson, no era la primera vez que tenían problemas con el vecino a quien hace cinco años le habían comprado la parcela donde ocurrió el crimen.

“A mi mamá ya la tenía amenazada, en la inspección hay denuncias. La amenazaba con machete al igual que el obrero de ese señor, eso ya está consignado. En la inspección hay como ocho demandas, mostrábamos videos y nunca hicieron nada para sancionar”.


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Los hechos

Era miércoles, Jackson salió temprano de la casa a llevar a su pareja hasta la parada de un bus y regresó de nuevo a la casa. “Ya había guardado la moto y quitado el casco, me iba a entrar cuando escuché gritos, al voltear vi que ese señor (agresor), acababa de llegar en el carro, él vive en Bucaramanga, pero frecuentaba la parcela.

Empezó a grabarme, a gritarme, estaba muy alterado, peleando solo, diciéndome que yo me le atravesaba en el camino. Yo entré a dejar el casco. Al escuchar los gritos mi mamá salió, acababa de levantarse. El man entró el carro y luego lo vi bajar de nuevo, ya traía la macheta encintada. Llegó de alzado y me dijo que no me le atravesara porque no respondía, que él me había vendido era un pedacito de tierra. Desde que le compramos la parcela siempre tuvimos problemas: por el agua, porque corría lo linderos, por los perros...”.

Al ver lo que el vecino gritaba que no respondía por lo que pudiera pasar, doña Miriam le habría manifestado, “¿entonces nos toca quedarnos encerrados cada vez que usted llega?”.

“Yo creo que ese señor ya tenía en la cabeza darnos machete a mí y a mi mamá”, dijo.

Lo que comenzó con gritos e insultos, terminó con sangre. “El señor se le fue a mi mamá de frente, gritándola, me metí en la mitad, sin tocarlo, empecé a retirarlo con mi cuerpo y le dije que se retirara, fue ahí cuando sacó el machete. Cuando vi que le tiró a mi mamá, metí la mano, pensé que el golpe iba con el plan de la macheta, pero fue con el filo, me dio en la muñeca, la mano me quedó desprendida como en un 90%”.

Jackson le gritaba a la mamá que se entraran, “cucha para adentro”, le dijo, creyó que ella lo seguía, pero no fue así. Cuando Jackson ingresó a la casa, volteó y vio que su mamá no estaba, regresó y vio cómo el vecino, con furia, le propinaba el último machetazo a doña Miriam. Fueron tres en total, todos en la cabeza.


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Con el daño hecho, el agresor y un obrero que lo acompañaba, se fueron no sin antes llevarse el celular de Jackson. Desesperado, con la única mano que le quedaba habilitada, el joven entró a la mamá a la casa, pero al llegar al patio doña Miriam se fue desvaneciendo “no me pasa nada hijo, estoy bien”. Luego se desmayó. 

En el afán por salvar a su mamá, Jackson se subió a su carro y salió por ayuda, pero el agresor atravesó un vehículo en el camino para impedirle el paso. “Como pude me metí al monte y pasé. Fui donde un vecino por ayuda y regresamos por mi mamá”. El agresor ya no estaba.

Por cerca de 25 minutos que separan a la vereda con Lebrija, el vecino manejó mientras que Jackson intentaba que su mamá siguiera respirando. Ambos fueron atendidos en el Hospital de Lebrija, pero ante la gravedad de las heridas doña Miriam fue remitida al HUS donde finalmente falleció.

Por su parte Jackson fue llevado a la Clínica Chicamocha donde lograron salvarle la mano. “Una hora más y me hubiese muerto, me dijeron los médicos, porque yo soy paciente anticoagulado”.

Ahora solo esperan justicia. Del agresor no se sabe nada, el caso está en investigación, ya hicimos reconocimiento fotográfico, entregamos el video que mi mamá alcanzó a grabar del caso, y hay relato de testigos.

“Que se haga justicia, a pesar de la edad que tiene ese señor, 71 años. Tiene como 77 demandas desde hace años, es muy mañoso con lo legal, por eso tememos que no pague, pedimos que haya celeridad, justicia y reparación, yo quedé con la mano jodida”.

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