El particular sonido que deja el paso de camiones, carros, buses y demás vehículos sobre el rígido asfalto de la vía Cúcuta-Pamplona se transformó por estos días en movimiento de maquinaria pesada, traslado de rocas, señales de advertencia, sonido de silbatos, y demás elementos debido al cierre de la carretera por cuenta de una creciente que afectó el puente del sector Termales.

A toda marcha trabajan ingenieros, operarios de máquina pesada, topógrafos, autoridades y trabajadores que con maquetes, pare y siga, y otros elementos buscan que entre 48 y 72 horas el tráfico se pueda restablecer, una misión que tiene como principal enemigo el mal tiempo, pues en la noche y amanecer del viernes nuevamente llovió, lo que hace que el plazo se alargue.

Según información suministrada por los operarios, por lo menos hasta el domingo al mediodía, si el clima lo permite, será abierta la ruta que lleva a los cucuteños hacia el interior del país y que desde el pasado jueves a primeras horas suspendió el tránsito debido a la afectación del puente Termales, en el kilómetro 105.

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Según comunicó el Concesionario Unión Vial Río Pamplonita, la cual está a cargo de la vía, más de 40 trabajadores, en turnos de 10 horas, de día y de noche, ejecutan acciones de mitigación para realizar un desvío por donde se busca habilitar el tráfico pronto.

“Hasta el momento se ejecutan actividades para preparar el terreno a fin de poder encauzar la quebrada instalando una batería de tuberías, para luego realizar un relleno y así conformar el desvío vehicular que servirá mientras se trabaja en la reposición de la estructura afectada”, comunicaron.

Desde la Unión Vial Río Pamplonita insistieron en hacer un llamado a los usuarios del corredor vial para seguir las indicaciones de las autoridades de tránsito y de la misma concesión.

Fuerte lluvia
La noche del jueves el agua que cayó por la zona fue de tan altas proporciones que le permitió a Fairy Lorena Jaimes, presidenta de la junta de Acción Comunal de la Vereda Lobatica (Chinácota), llenar una cántara de 40 litros en menos de un minuto, situación que la tiene fuera de su vivienda de habitación al borde la carretera, encontrando refugio donde su mamá. 

“Desde las 4 de la mañana todo se trancó y gracias a Dios fue así porque el puente de Termales ya estaba en muy malas condiciones, luego abrieron la vía y al pasar los carros de carga terminaron de derrumbar parte del puente y allí empezó el caos”, comentó Jaimes.

Entre las 11 de la mañana y las 5 a. m., cuenta la dirigente comunal, la zozobra se apoderó de los transportadores de carga, de los pasajeros y demás personas que quedaron sobre el corredor vial, pues no había información respecto a si se iba a abrir el paso o no, por lo que empezaron a escasear principalmente los alimentos.

“La gente buscaba comida, agua, fue bastante duro, yo con mi moto pude pasar gente, hicimos trasbordo, la gente que no tenía carro sufrió mucho porque le tocaba esperar que los conductores le definieran”, señala.

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El otro reto fue para los transportadores de carga, quienes el jueves no tenían más opción que esperar en la vía, hasta que le comunicaron que finalmente no se iba a conceder el paso sino hasta dentro de tres días.

“Hay muchos productos para llevar para Cúcuta, todo está trancado en Pamplona, aquí nosotros como estamos más cerca llamamos carros de La Donjuana y nos hacen trasbordo, pero también hay necesidad de ir a Chinácota y la vía no está en buen estado, es una situación de emergencia”, dijo.

Ayer, el panorama sobre la vía lucía desolado, la principal estrategia por parte de transportadores y personas fue el trasbordo, pues sobre la estructura del puente solo se permite el paso peatonal y de motos de forma empujada, para no debilitar más la estructura.

A lado y lado del puente, a unos 100 metros de distancia, los transportadores dejan sus pasajeros, principalmente los que provienen del interior del país, a fin de que al otro lado del puente se pueda establecer el relevo que los lleve al destino final en la capital nortesantandereana.

Hay paso peatonal

Ayer, el panorama sobre la vía lucía desolado, la principal estrategia por parte de transportadores y personas fue el trasbordo, pues sobre la estructura del puente solo se permite el paso peatonal y de motos de forma empujada, a fin de no debilitar más la estructura.

A lado y lado del puente, a unos 100 metros de distancia, los transportadores dejan sus pasajeros, principalmente los que provienen del interior del país, a fin de que al otro lado del puente se pueda establecer el relevo que los lleve al destino final en la capital nortesantandereana.

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Uno de esos pasajeros fue Alejandro Ruiz, quien viajó a primeras horas del día desde Bucaramanga y al llegar al puente se encontró con la novedad, optando por el trasbordo como la alternativa para alcanzar a llegar a cumplir una reunión de negocios.

“La verdad la vía está con bastante pare y siga, salimos a las 4 de la mañana desde Bucaramanga y después de 7 horas seguimos en la vía. Estamos esperando que llegue el bus del otro lado para poder llegar”, asegura.

Sin vías
Precisamente, la mayoría del tráfico se está desviando por Chinácota, pero la vía principal entre La Donjuana y ese municipio presenta 20 puntos de derrumbe de los cuales se han recogido más de 600 metros cúbicos de material de arrastre, lo que ha hecho imposible el despeje total de la vía.

La Alcaldía de Chinácota aconsejó que no se transite por esta vía de noche, principalmente, y de hacerlo “será bajo su riesgo y responsabilidad”.

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Opciones como la vía por El Diamante, o Lobatica no están en buen estado aunque varios vehículos optaron por estos pasos para llegar a su destino, principalmente el transporte de pasajeros y de carga, pero pequeños.

Ante esto, la Unión Vial Río Pamplonita sugiere utilizar la vía Ocaña-Cúcuta como alternativa para desplazarse desde y hacia el interior del país.

Emergencias en 27 municipios
La Consejería Departamental de Gestión del Riesgo de Norte de Santander (CDGRD) emitió el monitoreo actualizado sobre la temporada de lluvias que azota al departamento, encontrando 27 municipios con declaratoria de calamidad pública debido principalmente a desbordamientos, taponamiento por lodo y afectación de viviendas, las cuales desalojaron.

Bochalema, Lourdes, Durania, San Calixto, Ocaña, Salazar, Cáchira, Convención, La Playa, Cucutilla, Arboledas, Chitagá, Mutiscua, Pamplonita, Ábrego, Los Patios, Tibú, Chinácota, Cúcuta, Bucarasica, El Tarra, San Cayetano, Hacarí, Ragonvalia, Herrán, Toledo, Teorama, son los municipios afectados hasta el momento.

Hasta ayer, se tenía el reporte de un total de 8.030 familias registradas en la plataforma del registro único de damnificados, la cual fue habilitada nuevamente por parte de la Unidad de Riesgos.

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