A sus 31 años, Yolima Villamizar Suárez, se siente orgullosa de trabajar del fruto de su tierra: Chitagá. Esta ingeniera industrial de la Universidad de Pamplona le apostó a la agricultura limpia y creó su propia empresa: Abonos Orgánicos de Chitagá (Abochi) que ayuda al campesinado chitaguense y de la región.
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En medio de la crisis de la pandemia, Yolima puso en marcha Abochi con el objetivo de contribuir al campo y disminuir el uso de químicos para generar un impacto positivo en la economía de los agricultores y también para lograr mejor calidad en las cosechas.
“Abochi nació para aportar a una agricultura limpia en la que el uso de insumos químicos es bajo y así descontaminar los suelos. Nuestro lema es ‘suelos fértiles, cultivos más productivos’”, contó Yolima.
Los productos
Tras varios ensayos, Yolima comprobó que el abono orgánico a base de caprinaza (producto obtenido del estiércol de los chivos) ayudaba al suelo a devolverle los nutrientes y minerales perdidos por la aplicación de los abonos químicos.
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“La caprinaza es rico en potasio y nos dimos cuenta que funcionaba y que era económica. Empecé a prepararme y a darle el tiempo necesario y vimos la diferencia en la cosecha”, añadió.
Y explicó el proceso que realiza para la caprinaza:
1. Se busca desde el chiquero o donde duermen los chivos.
2. Se lleva a la planta de procesamiento.
3. Se procede a secar y eliminar patógenos para evitar que al aplicarse al cultivo lo contaminemos o lleve hongos que lo puedan enfermar.
4. Pasado alrededor de 3 días, cuando se evidencia que no contiene patógenos el estiércol de chivo se procede a procesar y compostar.
5. Se procede a moler el estiércol de chivo para iniciar el proceso de compostaje.
6. Se le aplica los elementos agrícolas al abono molido y se empieza a monitorear: temperatura, acidez y agua. Este siclo demora aproximadamente 4 días.
7. Después de obtener el ciclo del compostaje se procede a empacar y distribuir.
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Además de este abono orgánico, Abochi también tiene un fertilizante foliar o desarrollo orgánico, del cual su fórmula está diseñada para aumentar y mejorar el rendimiento de sus cosechas, como lo contó la ingeniera industrial.
Ella asegura que este fertilizante permite el incremento de la afloración, crecimiento y desarrollo del fruto.
“Está compuesto por nutrientes altamente asimilables por las plantas, lo que permite una buena cosecha con alta calidad, mejorador de suelos o enraizante. Que se obtiene a través del mineral leornardita, procedente de minas de Colombia, el cual provee un alto contenido de ácidos húmicos y fúlvicos biológicamente activos, por lo que contribuye al mejoramiento de las propiedades del suelo y favorece al desarrollo de las plantas y al cuidado del medio ambiente.”, precisó.
Una empresa con las ‘uñas’
Desde hace un año y medio que nació Abochi, Yolima asegura que no han tenido una sola ayuda del gobierno nacional, ni de la Alcaldía de Chitagá, todo ha sido gracias a sus ganas de emprender y salir adelante.
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“Nos hemos dado a conocer a través de las redes sociales y del voz a voz de la gente que prueba nuestros productos y nos recomienda. Son la mejor ayuda que hasta ahora hemos recibido y estamos agradecidos”, contó.
Abochi hoy le genera empleo a 4 personas de forma directa y unos 10 empleos más son indirectos, además ya cuenta con distribuidores en César, Arauca y Norte de Santander.
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