Con fotos, buscan rescatar la memoria del viejo Gramalote

Gerson Correa

Pensar en el antes y después de Gramalote, luego de doce años desde su destrucción, puede causar sentimientos de nostalgia entre los 6.233 habitantes que tenía el pueblo con 153 años de existencia, en especial para aquellos pocos que hoy en día siguen viviendo en lo que sobrevivió después de que una falla geológica destruyera todo a su paso.

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A medida que transcurrió ese 17 de diciembre de 2010, Gramalote se fue convirtiendo en un pueblo fantasma. La evacuación avanzó hasta caer la noche, al tiempo que los movimientos del cerro La Cruz seguían generando temor entre aquellos que aún se atrevían a trastear sus pertenencias, evidencias que hoy en día aún reposan en las fotografías de aquellos lentes que capturaron el recuerdo de días grises y silenciosos.

Por este motivo, las estudiantes Laura Alejandra Buendía García, Leyny Julieth Contreras Londoño y Norayda Roa Pinzón, quienes cursan su último semestre de Comunicación Social en la Universidad Francisco de Paula de Santander (UFPS), se pusieron a la tarea de crear y gestionar un archivo fotográfico público, digital y colaborativo del antiguo municipio con el fin de rescatar aquellas memorias de los habitantes que como se menciona en la leyenda del ave Fénix, resurgieron de las cenizas.

“Nuestro objetivo como grupo era entregar un producto que de cierta forma ayudara a no perder la identidad de lo que alguna vez fue un pueblo completo, aunque hoy en día existe un nuevo municipio ubicado muy cerca, las memorias y las historias aún recorren las calles que hoy son dominadas por la maleza”, señaló Contreras.

Por otra parte, Roa resaltó que la construcción de las narrativas no se basan únicamente en la recopilación del material fotográfico, sino que también se involucró a los pobladores que aún residen en la parte alta del viejo municipio con el fin de poner un sello a las imágenes y contar una historia con ellas, agregarles un valor a sus experiencias y recordar las tradiciones que hoy en día siguen vigentes con las nuevas generaciones, posteriormente obtener cada uno de los elementos contrastando sobre el antes y el después del accidente natural; y finalmente, reunir el contenido en un espacio multimedia.

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Aunque el proyecto en un principio iba enfocado en una producción audiovisual, la pandemia de la COVID-19 y la ola invernal que azotaba en gran porcentaje al departamento, obligó a las estudiantes a reinventarse y bajo la dirección de la docente Sandra Milena Páez, buscaron la manera de cumplir con sus objetivos, pensando siempre en mantener vivos los recuerdos y las vivencias de los habitantes.

El cementerio quedó ‘vivo’ después de la tragedia, pero la naturaleza ya se apoderó del lugar. Foto: Laura Buendía / Cortesía

La virtualidad, un puente

Según explica Laura Buendía, la virtualidad funcionará como puente para conectarse con aquellos que quieran recordar su pasado y para mantener viva la ilusión de aquellos que esperan recuperar la identidad de lo que alguna vez fue su hogar.

“Ya tuvimos un primer contacto y empezamos a reproducir el material en las diferentes instituciones; la UFPS, la Alcaldía de Gramalote, la Gobernación de Norte de Santander y la Biblioteca Pública Julio Pérez Ferrero fueron los primeros interesados en compartir el material y esperamos que con el tiempo, el trabajo contribuya también como una guía para turistas y promover el turismo por el departamento”, resaltó Buendía.

Hasta el momento, el proyecto ha conseguido digitalizar sus fotografías, principalmente de la antigua Parroquia San Rafael, además de algunos espacios de referencia como el cementerio y edificaciones que aún siguen en pie.

El material es de consulta pública y puede observarse en el siguiente enlace: “Gramalote: un municipio arrasado por la tragedia. Imágenes para la reconstrucción de su memoria histórica y colectiva”.