En los últimos tiempos, mientras va tomando más fuerza el cuidado de la mente, se conocen más y más trastornos de la personalidad o de la salud mental, algunos de los que se sabía solamente su nombre y de otros que sí son totalmente nuevos.
En esta oportunidad, La Opinión le cuenta sobre dos de estas patologías que afectan las relaciones interpersonales y la salud mental de muchas personas en el mundo.
Se trata de la psicopatía y la sociopatía. Aunque ambas se basan principalmente en que no se piensa en el bienestar del otro, en la psicopatía hay un componente hereditario, es decir, hay elementos genéticos que pueden llevar a la persona a desarrollar el trastorno, independientemente del entorno en el que se críe, mientras que la sociopatía se basa más en el contexto en el que se desarrolla la persona.
“La psicopatía se trata de un trastorno que implica dos componentes, uno conductual y el otro a nivel cognitivo. Las personas que lo padecen sólo piensan en el bienestar propio, no tienen empatía, nunca se percatan de los demás antes de realizar alguna acción y eso los lleva a que cometan acciones dañinas, manipulen, mientan y hagan cosas que afectan a los demás”, explicó Frank Orduz, psicólogo y director de la especialización en Criminología y Psicología Forense de la Universidad Simón Bolívar.
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Es importante destacar que ambas tienen muchas similitudes. Hay estudios que muestran que los cambios a nivel cerebral de las personas con psicopatía, serían muy similares a los cambios que generan en el cerebro las vivencias de una persona que crece en un contexto violento y/o de abuso.
El especialista en salud mental aclaró que la sociopatía, aunque suele asociarse con el trastorno antisocial de la personalidad, estos son diferentes y aún se siguen estudiando. El primero es más conocido como una psicopatía secundaria y el segundo, como un trastorno de la personalidad.
Difícil diagnóstico
Diagnosticar estos padecimientos es muy difícil en el campo de la psicología, de acuerdo con Orduz, dentro de los manuales de diagnóstico la sociopatía aún no está definida y la psicopatía tampoco, pero el conocimiento sobre las mismas se ha apoyado en la realidad.
“A través de estudios que se han hecho en cárceles, por ejemplo, se han encontrado personas que tienen una manera distinta de expresar y que obviamente sus comportamientos están muy ligados al tema del delito, pero ahora hago una aclaración, no necesariamente un psicópata termina delinquiendo, aunque tenga las capacidades de mentir, calcular, ser frío, manipulador, arriesgado, que no le importe dañar el otro, porque incluso pueden ser políticos, una persona en una relación sexoafectiva o un líder social o religioso”, puntualizó.
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Destacó que no se debe hablar ni pensar siempre en el delito, pero son unas características que sí pueden conducir a ello a la persona que lo padece.
Para determinar si una persona es psicópata, se puede realizar una entrevista con pautas aplicadas, la cual fue creada por Robert Hare, quien ha estudiado mucho la psicopatía y señala que hay cierto puntaje dentro de 20 criterios para diagnosticar a una persona psicópata.
Mientras que, para la sociopatía, se puede investigar si la persona creció en un entorno violento.
Recomendaciones
El psicólogo señaló que es muy probable que cerca de todos exista por lo menos una persona con psicopatía. Estudios han demostrado que el 1% de la población mundial padece este trastorno, es por eso que precisó que quienes los rodean pueden identificarlos por sus comportamientos insensibles o la manera en que manipulan.
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“Realmente, la persona que tenga psicopatía no va a cambiar, no hay tratamiento definido, hay estudios para intentar generarles la empatía, pero aún no tienen resultados completos, pero si es una pareja con estos rasgos, seguirá haciendo daño y por lo tanto, se recomienda acabar con esa relación”, puntualizó.
En el caso de familiares, es más complejo porque siempre tienen la intención de sacar un provecho de ellos y se puede convertir en un ciclo sin fin.
Asimismo, las personas con este padecimiento no lo reconocen, por lo que recomendar o dar acompañamiento psicológico a ellos, realmente no generaría avances.
Con respecto a la sociopatía, al ser un padecimiento relacionado con las situaciones que marcaron la vida de una persona, sí existe la posibilidad de generar una intervención, en cambio el psicópata ya viene con eso, por eso es más difícil la forma de mediar con los últimos.
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