A las 9:10 de la mañana del martes 2 de mayo, Andrea Karina Medina, una cucuteña que deambula por el barrio Aeropuerto, iba por la calle 9 con avenida 5 de ese sector, cuando una contracción la tumbó al piso. Un nacimiento estaba a punto de darse en pleno pavimento.

Varias vecinas salieron a auxiliar a la embarazada y una de ellas alertó sobre lo que sucedía en una llamada al cuadrante 3 de la Policía de esa zona. Al otro lado del teléfono habló el patrullero Fabián García Ropero, quien junto con su compañero, el también patrullero Wilson Javier Toro Ibarra, estaban en la zona comercial vigilando en motocicleta.

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La petición en la llamada era una ambulancia o un carro policial para trasladar a La negra, como de cariño le dicen a Andrea Karina. El patrullero contestó que por la gravedad del asunto buscaran montarla a un taxi o un carro particular cuanto antes, mientras ellos llegaban.

Toro Ibarra condujo la motocicleta a la dirección mencionada y llegaron en menos de 5 minutos y la mujer seguía en el sitio. Nadie se ofreció para trasladarla a un centro médico. Los patrulleros llegaron y las quejas por los dolores de parto, los recibieron. La negra estaba bocarriba y con sus piernas juntas, como apretando su dolor.

García Ropero fue directo a ella. Le dijo que miraría qué tanto había dilatado, le pidió a su compañero los guantes que acostumbran a tener y la revisó. Acto seguido: comunicó a todos que el parto se daría en cuestión de segundos.

Entonces pidió a las vecinas colaborar y en un momento aparecieron cobijas, alcohol para esterilizar y tijeras.

La primera cobija en llegar se la pusieron debajo a la mujer embarazada. Y cuando esto sucedía otros dos policías se sumaron a la labor de ayudar a dar vida, se trató de los patrulleros Jesús Sandoval Cartagena y Jorge Velandia Crispín.

Todos seguían las indicaciones de García Ropero y alentaban a la mujer a sacar fuerzas para que pujara y saliera por completo la pequeña criatura.

“Yo la animaba, le decía que ella podía. Le puse mis manos en su barriga para ayudarla en la fuerza que debía hacer. Sus quejas eran muchas por el dolor. Sé que es una tarea dura pero necesitábamos todo y más de ella. Solo pensaba que la bebé o el bebé saliera bien. Eran muchas emociones al tiempo, una adrenalina nunca antes vivida”, dijo Toro Ibarra.

Los uniformados reunieron algunos detalles para la recién nacida.

El trabajo de parto tuvo un momento de tensión cuando se percataron de que la niña tenía enredado el cordón umbilical en el cuello.

“Yo, además de policía, soy administrador en salud y seguridad en el trabajo de la Uniminuto y al estudiar me llamó la atención un docente que trabaja con neonatales y desde entonces lo sigo en redes sociales, así que recordé sus indicaciones”, recordó García Ropero.

Y contó que logró sacarle el cordón umbilical al poder girarle la cabecita a la bebé en una contracción en la que la mamá pudo pujar con mucha fuerza.

“Mi compañero García pidió rápido algo con que cortar el cordón, pasaron una tijera y se esterilizó y él procedió. Luego limpió la cara de la niña y nos dimos cuenta que no reaccionaba, entonces le sobó la espalda y tosió. Cuando lloró sentimos un tremendo alivio”, añadió Toro.

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Después del increíble nacimiento en plena calle, otro policía que no estaba en servicio pero que tenía su vehículo Spark, cerca del lugar, fue quien trasladó a la Unidad Básica de Comuneros a la mamá ayudada por el patrullero Toro y la recién nacida cargada en los brazos de García, donde las atendieron a ambas pero luego fueron trasladadas.

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Aunque Andrea Karina tiene su casa y vive con su abuela, la adicción a las drogas la ha llevado a deambular en las calles y esto la ha puesto en riesgo.

Esta es la quinta hija que tiene la mujer y según contó un allegado, los familiares son los quienes se han hecho cargo de las niñas para criarlas y educarlas.

Tras el emocionante momento en que los policías ayudaron a la mujer a dar a luz en la calle, la abuela ha considerado nombrar a la nueva integrante como Fabiana, en honor al patrullero.

Además, Andrea Karina fue dada de alta luego de que le realizaron una ligadura de trompas.

Los policías que han estado en situaciones donde la vida es arrebatada y hacen todo para que esto no pase, vivieron esta experiencia como el momento más conmovedor de sus vidas.

Los policías vivieron esta experiencia como el momento más conmovedor de sus vidas. 

“Fue una experiencia bonita. Es la primera vez atendiendo un parto”, dijo García Ropero de 29 años y quien lleva 11 años en la Policía.

“La adrenalina vivida fue impresionante. Se hizo todo por ver a alguien venir a este mundo”, añadió Toro Olivares, de 36 años y con 12 dedicados a la institución.

Y aunque no se sabe la suerte de la recién nacida los patrulleros están recibiendo cualquier clase de ayuda como pañales, leche y ropa para contribuir con la familia. Quienes quieran sumarse a esta iniciativa pueden llamar al número del cuadrante: 3174492190.

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