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Garajes Webcam: abusos ocultos detrás de la industria del entretenimiento
Los estudios de modelos Webcam en Cúcuta han crecido vertiginosamente durante los últimos años en medio de una fuerte controversia, pero ¿son estos establecimientos centros de explotación sexual?.
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Sábado, 9 de Abril de 2022

De la industria de los estudios webcam en Cúcuta parece que se hubiera dicho todo y todo no es suficiente. A la par de un oficio que se vende como un modelo de negocio rentable y en pleno desarrollo, también existen prácticas ilegales de explotación y violaciones de los derechos de mujeres que llegan al oficio en la búsqueda de un medio de supervivencia.

En la inmensa controversia tejida por el auge que han tenido los estudios webcam durante los últimos dos años, hay opiniones encontradas.

En un extremo, se encuentran los que aseguran que es un trabajo lícito, honesto y normal que ejercen a voluntad quienes deciden hacer de este un medio de empleo. En el otro, sus detractores, que al considerar-lo una forma explotación sexual de personas en situación vulnerable, lo atacan y condenan.

De acuerdo con las organizaciones que trabajan en defensa y protección de los derechos de las mujeres, que bajo coacción se dedican a estas prácticas, existen algunos factores comunes que las hacen vulnerables. Generalmente, se encuentran en situaciones de precariedad económica, falta de protección, ausencia de un entorno de apoyo y de asistencia.


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Como se ha evidenciado en muchas ocasiones, el movimiento migratorio ha influenciado estos hechos y aunque no es una consecuencia, el estatus no regularizado y el estado de vulnerabilidad de los migrantes los convierte en presa fácil de cualquier tipo de explotación, sobre todo, en casos de mujeres que llegan al país sin mayores oportunidades de lograr una fuente de ingresos.

Pero a la par de estos desplazamientos de población, también es cierta la existencia de grupos que desde antes del proceso migratorio, se han dedicado a traficar con menores de edad y se dedican al recluta-miento de adolescentes que bajo engaño o por manipulación traen desde Venezuela para someterlas al trabajos de explotación en el negocio de sexo virtual y de ese tema es del que menos se ha hablado.

Garajes Webcam: abusos ocultos detrás de la industria del entretenimiento

 

‘Los menores venden mucho’

Alejandra* llegó de Venezuela siendo menor de edad. Una familiar le ofreció los medios para viajar desde Venezuela a Colombia utilizando como vía la frontera que comunica con el municipio de Villa del Rosario. A escondidas de sus padres, abandonó su casa y partió hacia un destino incierto que la trajo al mundo de las modelos webcam en Colombia.

De vivir en un entorno familiar, sin marcadas necesidades económicas, pasó a compartir vivienda en un espacio donde funcionaba uno de los denominados garaje webcam (informal) que pertenecía a su parien-te. Ahí tuvo una de las peores experiencias que le ha tocado afrontar: fue forzada a tener prácticas sexuales con una mujer de su propia familia ante una cámara de video. Tenía tan solo 16 años.

El caso de Alejandra no representa a la mayoría, pero sí a un segmento de esas mujeres que en plena adolescencia son sometidas a estas actividades, bien sea por manipulación o por necesidad

Aunque ya ha cumplido la mayoría de edad y rompió relaciones con la persona que la trajo desde Venezuela, este sigue siendo su medio de supervivencia. Ha trabajado en varios garajes webcam y conoce cómo funciona la mayoría. Eso le permite afirmar que este trabajo “es una forma de prostitución, pero virtual”, afirma.


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Cuando todavía era una menor de edad, ella misma sirvió de señuelo para traer de su pueblo natal a otras adolescentes que siendo seducidas por una oferta monetaria, accedían a viajar hasta los municipios fronterizos donde eran llevadas a lugares clandestinos para trabajar en centros ilegales.

Ella afirma que las menores de edad “venden mucho en este mercado”, por lo que su explotación sigue siendo una tendencia en los garajes webcam, donde pueden ocurrir toda clase de violaciones debido, principalmente, a la ausencia de mecanismos para hacer las denuncias, proteger a las víctimas y ofrecerles un acompañamiento adecuado.

Trata de personas

En el negocio ilegal de modelos webcam de Cúcuta existen mafias que operan utilizando jovencitas, que bajo alguna forma de coacción o engaño,  son inducidas a explotación sexual bajo este formato virtual de contenido para adultos.

Una fuente consultada por La Opinión dijo que estas redes operan con una logística que comienza con la captación de adolescentes que traen bajo engaño a la ciudad. Algunas son llevadas a lugares que funcionan como “casas webcam”, donde les brindan hospedaje y alimentación que les descuentan del dinero que generen por el trabajo que hacen.

La misma fuente aseguró que para darle un margen de “legalidad” que exigen las plataformas para el registro de las modelos en el sistema, les sacan una cédula de ciudadanía falsa usando la identidad de una persona inscrita en la base de datos de la Registraduría Nacional del Estado Civil. Mediante un montaje fotográfico logran adulterar el documento para hacer la suplantación de identidad.


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Víctimas de abusos

La realidad que viven las mujeres sometidas a explotación en algunos de los garajes webcam refleja escenas escalofriantes. Hay casos donde son forzadas a desnudarse frente a una cámara para masturbarse, mantener contacto sexual con otras mujeres o con varios hombres, introducirse objetos por vía anal o vaginal y acceder forzosamente a las prácticas más aberrantes.

El caso de Alejandra es uno de ellos. Comenta que ha tenido problemas de salud por esas situaciones. “Yo no pude ni parir a mi hija por vía natural por el dolor que me causaba, imagínate como he sufrido con cada cosa que me piden y uno tiene además que fingir que lo está disfrutando”, relata.

En un hecho reciente y que al parecer no es poco común, tuvo que acceder a las peticiones de un usuario que le solicitó realizar prácticas sexuales mientras él, detrás de la pantalla, cometía actos lascivos con su propia hija que mantenía sentada en sus piernas. “Creo que fue una de las peores cosas que he vivido, porque yo solo rogaba que dejara de hacerlo. En ese momento solo pensaba en mi hija menor”, cuenta. 


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Por si fuera poco, en algunos de estos centros clandestinos, las mujeres son incitadas al consumo de sustancias psicoactivas para mantenerlas “activas y alegres”. Hay casos que revelan problemas de trastor-nos alimenticios porque  las obligan a mantener un peso corporal muy debajo de los índices promedios.

En otros escenarios, son forzadas a tener sexo con sus empleadores y en el caso de las extranjeras, pue-den ser blanco de violencia xenófoba.

Garajes Webcam: abusos ocultos detrás de la industria del entretenimiento

 

Desarrollo del ‘alter ego’

Magaly Castañeda, directora de la Fundación Frida Kahlo, que brinda protección y atención a las mujeres víctimas de explotación sexual y trata de personas en Cúcuta, afirma que las personas que han sido objeto de abusos bajo la modalidad de explotación en garajes webcam, “llegan muy lastimadas emocionalmente”.

Explicó que si bien en estos casos no hay puntualmente cuadros de maltrato físico como ocurre en algunas historias de quienes ejercen la prostitución, si se evidencian daños de otra índole. “Lo que pasa es que algunas personas dicen: bueno es que eso no genera ningún daño porque a mí no me tocan, no pasa na-da, esto no es prostitución. Pero resulta que si le tocan, pero su salud mental que queda por el piso”, explicó.

Castañeda asegura que la mayoría de las mujeres que incursionan en estos negocios lo hacen siendo menores de edad y considera que esto obedece a que “esta es la edad donde puede coaccionar a la mujer. Se aprovechan de su vulnerabilidad”, menciona.

Daniela Sánchez, gestora de caso de la Fundación Fundación Kahlo, explica que en el modelo webcam existe algo muy común que es el desarrollo del “alter ego”. “Es la capacidad que tengo yo de salirme de lo que soy y convertirme en otra cosa. En este caso ellas tienen que aceptar que les gusta porque si no les gusta, no podrían desempeñarse y no podrían generar ‘tokens’”, comenta.


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Detrás de este cuadro se desencadenan una serie de conflictos emocionales que van desde la dificultad de establecer límites en sus relaciones afectivas y una propensión a ser objeto de violencia sexual por parte de sus parejas, hasta la pérdida del deseo sexual. 

“Estas jóvenes llegan con situaciones depresivas muy fuertes y coincidencialmente, por no decir en un 100% para no generalizar, las que hemos asistido han vivido una o todas esas situaciones en su entorno personal”, expresó Sánchez.

Entre lo legal y lo ilegal

En el negocio de las modelos webcam, la línea entre el entretenimiento y la explotación sexual es muy delgada. Sin embargo, existen y no son pocos los estudios que funcionan en el marco de lo permisivo y que funcionan regularmente como “empresas de exportación de contenido para adultos”.

Reinel Robayo, empresario cucuteño y gerente del estudio Femmes Interdites, tiene más de cinco años en la industria. Sostiene que el modelaje webcam es un acompañamiento que dan como empresa a las modelos.

Reconoce que en distintos puntos de la ciudad  funcionan estos centros clandestinos porque en el medio no es un secreto. “Es una realidad que nos toca la puerta día a día, ya sea por comentarios, historias que uno escucha y por las mismas noticias”, comenta.

 

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Afirma que la industria ha crecido tanto positiva como negativamente. “Tristemente personas malinten-cionadas creen que esta industria es para taparse de dinero, sienten que no hay un control y ven como que no los supervisan. Entonces empiezan a contratar a modelos que a veces ni siquiera les pagan lo que corresponde”, expresó.

El empresario no considera que los garajes webcam sean una competencia para ellos, porque no les afecta económicamente con respecto a la demanda. En cambio, si los perjudica por la matriz de opinión que se crea en torno al oficio, a los estudios y a las propias modelos.

“Su impacto está siendo negativo. Empresarios como nosotros somos lo que nos vamos a ver tristemente perjudicados porque no va a generar confianza en la sociedad. Todas las personas que ven o creen que nosotros los empresarios estamos fallando, nos van a igualar a este tipo de garajes”, explicó el gerente. 


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Más allá de las víctimas

Es poco lo que las organizaciones gubernamentales o no gubernamentales han podido hacer para brindar apoyo a quienes son objeto de este tipo de vulneraciones, principalmente, porque la legislación colombiana no brinda herramientas para ofrecerles una asistencia integral, sino que solo busca culpables, explicó un experto consultado por La Opinión.

Por otro lado, no hay programas suficientemente desarrollados como para pensar en las personas más allá de su condición de víctima. “Eso no significa que no existan víctimas, pero hay que hacer un gran diferencia de lo que significa riesgo, vulnerabilidad y explotación porque que no es lo mismo”, expresó.

Esto explica por qué el tema de los webcam ha sido tan controversial. En la frontera de la contextualización, los puntos afines y discordantes se hacen tan invisibles que hay un poco de realidad en cada experiencia. Ni todo es blanco, ni todo es negro.

*Nombre cambiado para proteger la identidad de la fuente.

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