En la ciudad el Instituto técnico Guaimaral, es uno de los lugares que promueve el aprendizaje de la lengua de señas en los estudiantes.
En la institución hay 60 personas con discapacidad auditiva, que junto a otros miembros de su comunidad, han logrado aprender la lengua de señas durante sus tiempo libres para hacer amistades y sostener conversaciones diarias.
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“Cuando llegué a Cúcuta, no había formación en esta lengua. Me empecé a capacitar con la Federación Nacional de Sordos, y después fui enseñando a los padres de familia que eran los más interesados”, indicó María Inés Velandia, fonoaudióloga y docente de la institución.
Velandia notó que en la ciudad, las personas con esta discapacidad llegaban hasta quinto grado y no avanzaban en su formación académica, luego se logró que continuarán aprendiendo en compañía de intérpretes.
Es así como ahora se cuenta con personas asignadas por la Secretaría de Educación Municipal para promover el lenguaje inclusivo en esta y otras instituciones.
Según la docente, este año se han programado capacitaciones para estudiantes, profesores y padres de familia, alternas a la jornada académica. Lo que ha hecho que las discapacidades no sean un impedimento para comunicarse.
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Una de las personas que cumple su trabajo como modelo lingüístico es Henry Contreras, un hombre que trabaja hace 19 años en el colegio, estudió allí y tuvo que enfrentarse a la falta de elementos educativos para sordos hace más de dos décadas, debido a su discapacidad auditiva.
“La lengua de señas rompe toda barrera de comunicación entre sordos y oyentes. Mi labor ha sido muy importante. Podemos comunicarnos, comprender nuestros pensamientos y sentimientos”, indicó mediante una intérprete.
Contreras es el encargado de hacer los espacios formativos con la comunidad según sus requerimientos, y cuenta que como persona sorda, ve la necesidad de transmitir lo que piensa, para lograr una verdadera inclusión.
En 2020, el Instituto Nacional de Sordos (INSOR), indicó que en Colombia hay 53.000 personas con esta discapacidad, de las cuales, cerca de la mitad utiliza la Lengua de Señas Colombiana.
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Y para 2021, según el Registro para la Localización y Caracterización de las Personas con Discapacidad, la concentración de ciudadanos sordos en el país se da principalmente en Bogotá, Antioquia y Valle del Cauca. Aunque Norte de Santander no lidera la lista, cuenta con 4.407 personas.
Rumbo al aprendizaje
En cada grado del Instituto Técnico Guaimaral, hay personas sordas que poco a poco han logrado recibir conocimientos en las diferentes áreas, al igual que los demás estudiantes que no cuentan con ninguna discapacidad.
“Henry fue una de los que ayudó a promover esta lengua en el colegio, antes solo se dejaba lo que las personas sordas lograran hacer. Él aprendió y le enseñó a otros. Yo asisto a los talleres que el da, para comunicarme con mis estudiantes”, afirmó la docente Gladys Teresa Marciales.
En su experiencia como profesora sostiene que es necesario implementar esta lengua en los procesos de enseñanza, ya que hay asignaturas que requieren de conocimientos técnicos.
“El me dice que poco a poco voy aprendiendo, porque es difícil. Uno como profesor tiene un intérprete que le puede transmitir a los otros los conocimientos. Hay papás que no manejan lengua de señas, solo la lectura de labios, pero ahora han encontrado un mundo diferente”, indicó.
Cuando en el colegio se hacen izadas de bandera, los estudiantes interpretan el himno nacional a través de señas, y también hacen sus presentaciones artísticas para compartirlas con toda la comunidad académica.
El lenguaje inclusivo es una herramienta se va implementando en Cúcuta y en el Instituto Técnico Guaimaral, es donde se concentra el mayor número de docentes enfocado en el tema.
Según la Secretaría de Educación Municipal, para promover la inclusión de lengua de señas en la ciudad, han recibido orientación del Instituto Nacional para Sordos (INSOR) que les ha permitido integrar a las personas con discapacidad solo en esta institución educativa, donde se cuenta con siete intérpretes de lengua de señas.
Cabe mencionar que no solo se trabaja en esta lengua para fomentar el aprendizaje inclusivo, pues en los colegios públicos hay 118 sordos usuarios de castellano oral, 19 usuarios de lengua de señas, 44 con baja visión, 37 con ceguera y 3 con sordo ceguera.
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