Cerca de 40 minutos en carro, sobre vía pavimentada, separan a Cúcuta de Chinácota, un municipio de clima templado, gente amable, gastronomía diversa y un sinfín de espacios para la diversión que la administración municipal, en coordinación con el Fondo Nacional del Turismo (Fontur), le apuesta a vender como atractivo turístico a nivel nacional e internacional.
El municipio parece estar preparado para mostrar su mejor cara al mundo desde que en los últimos cinco años se construyeron varios hoteles y restaurantes de lujo. Además, se perfilaron varias rutas de senderos ecológicos, y se crearon otros planes con los que Fontur pondrá en el mapa turístico a la población en donde se firmó el tratado que puso fin a la Guerra de los Mil Días.
El crecimiento se ha llevado a un ritmo acelerado, debido a sus atractivos naturales, sitios de interés histórico y cultural, que han hecho que cada fin de semana los nortesantandereanos se dediquen a recorrer el parque principal, la vereda Iscalá, al sur del municipio, y entre otros lugares públicos y privados construidos para mejorar los planes turísticos.
“Está comprobado que el turismo es una plataforma de desarrollo extraordinaria, nosotros estamos planteando la organización, comenzando con la creación de la Secretaría de Turismo en nuestro municipio, desde ahí nacen todos nuestros proyectos y el Plan Decenal de Turismo, que será la hoja de ruta a seguir”, le dijo a La Opinión el alcalde de Chinácota, José Luis Duarte Contreras.
Siguiendo ese objetivo, el mes pasado, la población fue tomada por representantes de agencias de viajes de Bogotá, Cali, Medellín, Bucaramanga y Barranquilla, para que conocieran el destino y este sea incluido en sus planes ofertados.
“El viaje de familiarización (Fam Trip) fue una invitación para que agencias nacionales y medios de comunicación conocieran el destino, esperamos que se pueda potenciar todo lo que tenemos para mostrar. La idea es visibilizar a Chinácota como un destino que te va a gustar”, manifestó Luisa Fernanda Portilla Barco, gestora de Fontur en Norte de Santander.
Lo que hay para ofrecer
En cuanto a la oferta gastronómica, en estos momentos la población cuenta con más de 20 restaurantes de primera categoría, la mayoría en la zona de Iscalá, vía a Toledo. Estos establecimientos han tenido auge y son hoy una de las fortalezas de Chinácota, superando en este ramo a municipios cercanos.
Por su parte, la oferta hotelera y su calidad se ha potenciado, contando en la actualidad con gran número de hoteles, ‘glampings’ y cabañas de descanso que ofrecen una capacidad de 2.500 camas, aproximadas. Chinácota tiene diferentes pisos térmicos lo que ha permitido tener una oferta variada de hospedaje y cultivos que adornan las fincas donde están los hoteles.
Atractivos turísticos
Llegar al municipio es sumergirse en una parte de la historia de nuestro país. En Chinácota, está la Casa del Tratado, una casona en la que, el 21 de noviembre de 1902, se firmó el tratado de Wisconsin que puso fin a la Guerra de los Mil días.
En el parque Ramón González Valencia está el templo parroquial San Juan Bautista, cuya construcción inició en 1867 por el presbítero Laureano Manrique. Sus torres se terminaron de construir en 1908 por el padre Luis María Figueroa. En los años cincuenta del siglo XX se adornó con el Cristo Rey entre sus torres.
También se puede visitar la Hacienda Iscalá, lugar donde vivió el general Ramón González Valencia, presidente de Colombia (1909-1910).
En su visita a Chinácota no puede dejar de visitar la Casa de la Cultura, bautizada con el nombre del sacerdote jesuita Manuel Briceño Jáuregui, una casona antigua que ha albergado un club social, un puesto de salud y un cuartel policial, ideal para conocer la historia del municipio y sus representaciones musicales.
En la actualidad, empresarios del turismo, propios y extraños de Chinácota, están diseñando planes para una experiencia con la naturaleza, el paisaje, los lugares históricos, caminos reales y demás riquezas que tiene la población reconocida como la Casita Bonita de Norte de Santander.