Jimmy Guerrero, registrado como Erasmo Traslaviña Benavides, estuvo durante 35 años en la guerrilla de las Farc. Dieciocho de esos 35 años, los pasó en el Catatumbo, adonde llegó en 1999, y tuvo que hacerle frente a la incursión paramilitar que se ensañó con esa región del departamento hasta el 2004.
Desde Caño Indio (Tibú), donde hoy permanece como líder del Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación (ETCR), concedió esta entrevista a La Opinión para ratificar su voluntad de paz, exigirle al Gobierno que cumpla con lo acordado y ofrecerse, de ser necesario, para servir como enlace con los demás grupos armados que aún hoy operan en la zona y se resisten a sentarse a negociar con el Estado.
¿Cómo se encuentra el personal en proceso de reincorporación que permanece en Caño Indio?
La mayoría está interesada en cumplir con lo pactado, por eso hemos resistido a todas las dificultades que se han venido presentando. Pero el Catatumbo es una región que no es fácil y tiene muchos conflictos, conflictos a los que el Gobierno no le ha puesto los ojos para ayudarlos a resolver.
¿Qué decirles a las personas que hacen parte del proceso de reincorporación y que ante los incumplimientos y retrasos están pesando en retomar las armas?
Respeto la decisión que cada persona pueda tomar, lo único que puedo decir es que de los que yo tenía bajo mi mando, no se me quedó ninguno, acá llegamos todos. No tengo conocimiento de si alguno de ellos ya no está con el proceso. Yo tengo claro que asumí una responsabilidad con la firma de un acuerdo, y que no puedo echarme para atrás. Sobre lo firmado pesa nuestra palabra y con eso es que estamos comprometidos.
Usted dice ser un hombre de palabra, ¿la va a cumplir entonces?
Sí, nosotros estamos empeñados en continuar, no podemos defraudar al pueblo porque le prometimos que íbamos a apostarle a la paz. Fueron 53 años de confrontación armada, en mi caso fueron 35 años (18 de ellos en el Catatumbo), y ahora estamos de este lado, comprometidos con los catatumberos en acompañarlos y darles buen ejemplo, siempre y cuando el Gobierno nos colabore. Por esa razón no nos hemos querido ir de acá.
Así las cosas, es claro que la voluntad de paz sigue firme…
Los 317 que llegamos acá el 14 de febrero de 2017, que fueron todos los que tenía bajo mi mando, llegamos apostándole a la paz, convencidos de que ya era justo y necesario parar el derramamiento de sangre.
¿Sienten temor en Caño Indio porque la violencia que se vive en el Catatumbo pueda entorpecer el proceso que ustedes adelantan?
Confío en que las personas que están armadas sabrán entender que derramando sangre no se resuelven los problemas; sin embargo, seguimos esperando que todo se calme y mejore. Estoy convencido de que la salida siempre será el diálogo, es la única forma en que se nos puede garantizar a todos el derecho a la vida.
¿Qué mensaje le envía a los que aún permanecen en armas?
En el Catatumbo convergen varios actores armados y ellos están haciéndole seguimiento a este acuerdo, mirando si realmente nos cumplen a nosotros. Si a nosotros no nos cumplen, difícilmente el Gobierno podrá logar acercamientos con esos grupos. Pero si se empiezan a mostrar hechos que puedan convencer a estas personas que están alzadas en armas, de que la paz es el camino, yo mismo podría servir de enlace para que también exista un acercamiento con ellos y así consolidar la paz aquí en el Catatumbo.
¿Y al Gobierno?
Al presidente Iván Duque le digo que como encargado del ETCR de Caño Indio, puede estar seguro de que estamos comprometidos en cumplir. Por eso le pido que mire hacia el Catatumbo, y sobre todo, que cumpla con el tema de la implementación de lo acordado.
En el ETCR de Caño Indio, el personal en proceso de reincorporación se reunió con el jefe de la Misión de Verificación de la ONU en Colombia, quien les ratificó su compromiso con el proceso.
‘El proceso y su implementación van hacia adelante’
Carlos Ruiz Massieu, jefe de la Misión de Verificación de la ONU en Colombia, visitó el ETCR de Caño Indio esta semana y se reunió, entre otros, con Jimmy Guerrero y un grupo de excombatientes en proceso de reincorporación, para escucharles sus preocupaciones y necesidades más sentidas.
“Fue una visita muy buena, tuvimos un diálogo muy franco, y destaco el compromiso reiterado de los excombatientes de este espacio por avanzar en su proceso de reincorporación y de continuar cumpliendo con lo acordado en el proceso de negociación”, sostuvo Ruiz Massieu.
Según el diplomático, el tema que más les preocupa a los que allí permanecen, es el de la tenencia de la tierra, aunque también el de la inseguridad que se vive en la región.
“Nosotros estamos firmemente comprometidos con acompañar el proceso y, en ese sentido, todas las preocupaciones y necesidades que nos manifiestan nosotros nos las llevamos para exponérselas a las autoridades del orden nacional encargadas de darle solución a las mismas”, aseguró.
Finalmente, Ruiz Massieu aseguró que desde la ONU están convencidos de que el proceso de paz y su implementación van hacia adelante, “aunque sabemos que todo esto siempre es muy lento y tiene altas y bajas. Por eso es importante venir hasta aquí (Caño Indio) y transmitirles que las Naciones Unidas están comprometidas con acompañarles y asegurarles que estamos convencidos de que el proceso llegará a feliz término”.