Un avispero político armó la semana anterior el presidente del Partido Conservador, Ómar Yepes Arcila, quien aseguró que si en los próximos meses la actual vicepresidenta de la República, Marta Lucía Ramírez, decide renunciar para aspirar a la Presidencia de Colombia en 2022, su reemplazo deberá ser un conservador y no un uribista.

Sin embargo, la duda que surge para reclamar esa ‘herencia’ política, es que, en 2018, Ramírez fue inscrita junto al hoy presidente Iván Duque  por el Partido Centro Democrático y no por una coalición, pero ella a lo largo del Gobierno siempre ha representado las banderas azules, y el propio jefe de Estado así lo ha expresado en varios eventos académicos del conservatismo.

En este caso, para Yepes, es necesario honrar el compromiso que se estableció desde el momento en que se formó la coalición sellada entre los expresidentes Andrés Pastrana y Álvaro Uribe Vélez. Ramírez se presentó junto a Duque y al hoy embajador ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Alejandro Ordóñez, a la consulta interpartidista de derecha, en marzo de 2018.

La ley señala que ante la eventual renuncia o muerte del vicepresidente, este deberá ser reemplazado por un candidato del mismo partido al que representaba al momento en que fue inscrito. Por eso es que desde las filas del Centro Democrático salieron ya a reclamar que ante el retiro de Ramírez, el encargado de ocupar esa silla tiene que ser una persona del uribismo.

Uno de los primeros en referirse a este caso fue el senador Fernando Nicolás Araújo, quien recordó que Marta Lucía Ramírez fue elegida con el aval del Centro Democrático y venía de un proceso de firmas. “Ningún otro partido puede reclamar la nominación para su eventual reemplazo, si ella llegare a renunciar”, dijo.

Ante esto también se pronunció la senadora uribista Ruby Chagui, quien coincide en que de darse esta renuncia, el reemplazo de Ramírez debe ser un miembro del Centro Democrático.

Si bien el escenario todavía no está claro, lo cierto es que los uribistas ya tienen claro que algunos de los firmes  candidatos a ocupar ese cargo podrían ser la exministra Alicia Arango o al actual ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla.

El presidente del conservatismo, entre tanto, informó que en los próximos días espera tener contacto con la vicepresidenta para indagar sobre su futuro político.

¿Se separan uribistas y  conservadores para 2022?

La posibilidad de que Marta Lucía Ramírez aspire a la Presidencia, como ya lo hizo en 2014 bajo la bandera del conservatismo, aumentó después de que la senadora del Centro Democrático, María Fernanda Cabal, descartara la idea de que Tomás Uribe, hijo del expresidente Álvaro Uribe Vélez, se presente a los comicios de 2022.

“Sinceramente no creo que su hijo (Tomás Uribe) tenga las ambiciones políticas, ni vaya a cometer una decisión tan errática de ser un empresario exitoso para meterse en la jauría de un país depredador en la política. Yo no creo que sean tan bruto para hacer eso”, planteó la senadora Cabal.

A juicio de la congresista, el candidato que ella vería con las cualidades para que el uribismo mantenga el poder en el 2022, es el exministro de Hacienda, Oscar Iván Zuluaga, también aspirante presidencial en la contienda de 2014.

Ante los rumores sobre la renuncia de la vicepresidenta para aspirar al primer cargo del país, se abriría la posibilidad de que Ramírez lo vuelva a hacer por el conservatismo, aunque aún nada de esto se ha definido, pues los exministros Juan Carlos Echeverry, Mauricio Cárdenas, Juan Carlos Pinzón, y los senadores David Barguil y Efraín Cepeda también tienen aspiraciones presidenciales.