En julio pasado, cuando el petrismo estaba disfrutando aún el triunfo de la Presidencia y la consolidación de una gran mayoría en el Congreso, se empezó a hablar de que en el Senado y la Cámara de Representantes se daría una avalancha de proyectos aprobados, con los cuales comenzarían a consolidarse los cambios prometidos en campaña.

Uno de los primeros en advertir un cambio en la dinámica de la corporación en favor de la nueva agenda legislativa fue el presidente del Senado, Roy Barreras, quien aseguró que el Congreso iba a sesionar, si era necesario, de lunes a viernes e incluso el fin de semana, para discutir y aprobar reformas como la tributaria, la política, la pensional, la laboral, entre otras.

Barreras, incluso, se atrevió a dar tiempos concretos de cuándo estimaba que iban a ser aprobadas las reformas y señaló que septiembre sería una de esas fechas.

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Sin embargo, la realidad hoy es que los plazos no se dieron como esperaba el congresista y las cuentas del Gobierno frente al trámite de las leyes y reformas constitucionales que promueve están apretadas, aunque en el Legislativo aseguran que sí alcanzarán a salir adelante las principales iniciativas que se presentaron.

La demora en el trámite, en parte, ha sido culpa del desorden de los mismos ministros, en especial el del Interior, Alfonso Prada, como lo reconocen en la bancada de Gobierno.

Aunque Prada reconoció que a la agenda le cogió el tiempo, está confiado de que los plazos son más justos para los actos legislativos, aunque en el caso de las leyes sostiene que se pueden salvar con la convocaría al Congreso a sesiones extras, si es necesario.

Así van los proyectos

-Reforma tributaria:

El proyecto estrella, como lo ha reconocido el Gobierno, es la reforma tributaria, que es la que dará el oxígeno financiero para sacar adelante la mayoría de los proyectos de la administración nacional.

La iniciativa ya logró un primer y fundamental espaldarazo, con su aprobación en las sesiones conjuntas de las comisiones económicas, de donde salió con un recorte, pues ya no se recogerán 25 billones de pesos sino 21,5 billones.

Su momento definitivo será la próxima semana, cuando las plenarias del Senado y la Cámara la sometan a discusión. Si las mayorías funcionan y no tienen mayor dificultad, el viernes a más tardar estaría aprobado.

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Previo a la reforma, lo que saldrá primero del Congreso es la ley del Presupuesto General de la Nación para 2023, el cual se ajustó y quedó en 405,6 billones de pesos.

-Ley para la ‘paz total’:

La otra ley que es considerada fundamental para el gobierno Petro es la ley de orden público o prórroga de la Ley 423, que es con la cual los gobiernos han dado vida a los procesos de paz, para adelantar negociaciones con los grupos armados.

En esta ocasión la prórroga es para darle vida institucional y normativa a la ‘paz total’, la estrategia del presidente de la República para negociar con la guerrilla del Eln y con otros grupos ilegales que ahora, en esta ley, tendrán la definición de organizaciones criminales de alto impacto.

Sin embargo, para lograr el sometimiento de las organizaciones criminales de alto impacto se requiere un proyecto distinto, el cual todavía no se ha radicado, pese a que el Gobierno viene insistiendo en que es una ley fundamental para la ‘paz total’.

La reforma de la Ley 418 pasará la otra semana a las plenarias del Senado y la Cámara, en donde se espera que tenga discusión entre mañana y el miércoles.

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-Reformas constitucionales:

Pero la agenda legislativa del Gobierno no solo está conformada por proyectos de ley, también fueron incluidos varios actos legislativos con los cuales se buscan cambios importantes.

Por un lado, está la reforma política anticorrupción, que requiere de ocho debates y a la fecha ya alcanzó sus dos primeros en el Senado.

Entre lo aprobado, por ahora, se fijó que en Colombia habrá, por un periodo de ocho años, listas cerradas en la elección de corporaciones, con lo cual se acabará el voto preferente.

No prosperó la implementación del voto obligatorio, el cual no contó con el apoyo del Gobierno Nacional y de la mayoría de la coalición mayoritaria.

La reforma también incluye la paridad de género, la posibilidad de que los congresistas sean ministros y se mantuvo la financiación de las campañas preponderantemente estatal.

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Para que la reforma siga viva y logre ser una realidad en 2023, debe ser aprobada en la Cámara en el tercer y cuarto debate, antes del 16 de diciembre.

También avanza la reforma constitucional que crea una Jurisdicción Agraria y Rural en el país, para solucionar en especial conflictos de tierras. Esta fue aprobada en su primer debate por la Comisión Primera de la Cámara.

“Este proyecto sí que ayuda a continuar con la política de reforma agraria, de profundización de la solución del conflicto de la tierra en Colombia. Están haciendo ustedes un aporte a la historia de Colombia con esta reforma constitucional”, manifestó el ministro del Interior, Alfonso Prada.

Un acto legislativo más que acompaña el Gobierno es la reforma que permite legalizar el consumo del cannabis, el cual ya pasó su trámite inicial en la Cámara de Representantes. Ahora irá al Senado a tener otros debates, antes del cierre de las sesiones ordinarias.

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