Los altos costos de los insumos, el precio del dólar para adquirir las ovas y el cubrir otras necesidades, preocupa a los productores de trucha establecidos en Mutiscua.
Es por eso por lo que demandan del Gobierno Nacional alivios para este sector, teniendo en cuenta que los concentrados y demás insumos que utilizan para el sostenimiento de las piscifactorías, los adquieren a precios elevados.
Preocupados
“Nuestro gremio ha venido sufriendo todo el tema relacionado con los incrementos en los costos de producción e insumos”, aseguró el empresario de la trucha, Néstor Yesid Álvarez, quien hace parte de la cadena productiva de la región.
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Ante esta situación, agregó que, desde la adquisición de las ovas, insumos y demás productos, los tienen que adquirir de acuerdo con las variables del dólar, al ser importados.
Puso como ejemplo que la materia primaria para la elaboración de los concentrados proviene de Estados Unidos, lo que incide en incrementos que están por el orden de los 40% y 50%, desde el año pasado a la fecha.
“Vemos que para nosotros los márgenes de utilidad son mínimos y ante eso hemos venido trabajando a costos o pérdidas, para poder seguir en la actividad piscícola”, afirmó.
Dado los riesgos que implica el producir en esas condiciones, indicó que tiene compromisos y genera trabajo a muchas familias del municipio y la región.
Al hacer una comparación con la adquisición de ovas antes de la pandemia y en la actual temporada, Álvarez sostuvo que antes conseguía la unidad en $120 y ahora el precio oscila a más de los $200.
Cada mes en la truchera, expresó que adquiere mensual entre 25.000 a 30.000 ovas, teniendo pérdidas aproximadas al 20% o 15% en mortalidad.
Las ovas proceden de Canadá y Estados Unidos. Son importadas a Bogotá, en donde se las envían a los aeropuertos de Cúcuta o Bucaramanga.
En cuanto los concentrados, explicó que el bulto de 40 kilos tiene precios que van desde más de $200.000 a los $170.000, dependiendo del tamaño o las primeras etapas de la cría de las truchas.
Para sacar a la venta una trucha de 500 gramos, el productor dura cuidándola y alimentándole entre 12 y 14 meses, dependiendo de las condiciones climáticas.
Sobre el precio del kilo al por mayor, manifestó que está entre los $14.500 y $15.000.
“Después de la pandemia no hemos podio subirles mucho a los precios por mantener la clientela, así trabajemos con pocas ganancias”, destacó.
Mutiscua, productor por excelencia en la provincia de Pamplona.
Cambios de actividad
El municipio en tiempos pasados tenía en la agricultura y mármol las mayores fortalezas. Por esta última actividad se había ganado el respeto a nivel local, regional y nacional por el desarrollo que le imprimía a la economía.
Pero a partir de 1990, la extracción del mineral decayó con la entrada en marcha del modelo de apertura económica, acelerado por el entonces presidente César Gaviria.
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Con el ingreso al país de materiales que asemejaban el mármol y que se conseguían a precios más bajos, se perdieron muchas fuentes de empleo en el municipio.
De esta manera, al no ser rentable la extracción en las minas de las veredas Sucre, Balegrá y Ospina, la producción quedó cesante.
La producción se da todo el año en los estanques.
Fue así, como poco después, en esa misma década, empezaron a implementarse los primeros estanques artesanales y poco a poco el fomento de la trucha se fue posicionando, alternándose con los cultivos tradicionales de hortalizas y árboles frutales.
En la actualidad en el municipio hay 14 trucheras grandes que producen al mes unas 70 toneladas que van con destino a los mercados de Pamplona, Bucaramanga, Bogotá y la Costa Atlántica.
Generan a diario cerca de 20 empleos directos, más los indirectos o quienes se encargan de los procesos de comercialización y del transporte del alimento.
