Con el fin de verificar las condiciones para el inicio de clases, el alcalde Samir Casadiego junto a los secretarios de Educación, Vías e Infraestructura, se reunió con rectores y directores de las instituciones educativas y centros rurales de la ciudad para analizar temas relacionados con el transporte escolar, cupos y seguros estudiantiles, dotación, infraestructura educativa, entre otros.

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Aunque en términos generales los planteles han logrado poner a punto las aulas y espacios comunes, la Alcaldía de Ocaña ha hecho el esfuerzo con la distribución de recursos propios para brindar mayores beneficios y garantías a los estudiantes, según señaló el mandatario.

“Escuchamos uno a uno a los directivos docentes en las necesidades que tiene cada establecimiento en todos los aspectos y las decisiones las tomamos en equipo en favor de todos los niños y jóvenes. Aunque Ocaña no tenga certificada la educación, en donde podemos hacer intervención cuentan con todo nuestro apoyo”, dijo el alcalde. 

Una de las mayores necesidades expuestas fue la falta de personal de aseo. Ante esta situación, en un gran compromiso la administración hará todo lo posible para solventar la situación y lograr que cada plantel cuente con ese requerimiento, indicó el jefe de la cartera de Educación, Raúl Rolando Castro Ojeda.

Los rectores están dispuestos a trabajar de la mano para seguir aunando esfuerzos que permitan una mejora en la calidad educativa.

"Con el alcalde siempre se ha podido trabajar con el diálogo y hemos llegado a acuerdos en consenso. Todos los rectores estamos muy satisfechos porque acudimos a él y siempre tenemos una respuesta y alternativas de solución”, manifestó Fernando Alberto Clavijo, rector de la Institución Educativa del corregimiento de Aguas Claras.

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Es importante destacar que, a través de la Secretaría de Educación, Cultura y Turismo, el gobierno municipal se ha vinculado con el proceso generando una serie de ayudas como las transferencias directas que han permitido el acondicionamiento de las instituciones en unidades sanitarias, infraestructura y dotación tecnológica, lo que hace posible que muchas de ellas logren regresar a la presencialidad en mejores condiciones, recalcó Castro Ojeda.
 

Estrictas medidas de bioseguridad 

El uso correcto de los tapabocas, la aplicación de alcohol antiséptico sobre las superficies frecuentadas, lavarse las manos con jabón líquido y acatar la señalética instalada a la entrada y salida, destacan entre los protocolos adoptados en los planteles educativos.
 
El presidente del colegio de rectores de Ocaña, especialista Oscar Emilio Pallares León, asegura que están listos para desarrollar el calendario escolar. 

“Aquí el compromiso es de toda la comunidad educativa como padres de familia, estudiantes, directivos, personal de servicios especiales y maestros para garantizar un ambiente sano y tomar las precauciones necesarias. Nos hemos venido preparando para la presencialidad total de los estudiantes”, recalcó.

Manifiesta que se suscitan imprevistos, los cuales serán conjurados en la marcha, pero lo importante es garantizar un retorno seguro de los niños a las aulas de clases.

El rector del Colegio Francisco Fernández de Contreras, Hugo Ramón Pérez Angarita señala que los padres de familia deben estar atentos y ante cualquier síntoma sospechoso como dolor de cabeza, afectaciones en la garganta, fiebre y dificultades respiratorias debe abstenerse de enviar a sus hijos y acudir a los especialistas para el tratamiento.

Consideran que las garantías en cuanto a los protocolos de bioseguridad están dadas en estos momentos ya que la secretaría de educación de Norte de Santander hizo llegar a los establecimientos elementos de bioseguridad para iniciar los horarios de clases.

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También se han invertido recursos en infraestructura física y agua potable. “Sabemos que hay más necesidades y hacemos un llamado a la secretaría departamental que gire en los próximos días esos recursos faltantes para avanzar en las escuelas y colegios donde se requieran las adecuaciones”, dijo Pallares.
 

Contratación directa 

El dolor de cabeza de algunos padres de familia especialmente del sector rural corresponde al transporte escolar para unos 900 niños campesinos.

Castro asegura que el fenómeno se ha evidenciado con muchos niños de la zona urbana que se trasladan a los corregimientos de Otaré, Aguas Claras y La Ermita para continuar con los estudios, lo que representa unos $2 mil millones para solventar los gastos y únicamente se cuenta con $400 millones.

Propone transferir esos recursos a cada institución para que coordinen con los aportes de los padres de familia la contratación directa y evitar los descuentos de ley con el fin de rendir la plata.

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De esa manera sería más rápido ofrecer ese servicio a los niños campesinos que tengan dificultades para llegar a los colegios y escuelas de la región.
 

Punto de vista de los sindicalistas 
  

El presidente de la subdirectiva de Asinort en Ocaña, especialista Cristo Humberto Miranda Carvajalino, manifiesta que se avanzó en el proceso de planeación institucional para el mejoramiento durante el año escolar.

“Se deben tomar todas las medidas necesarias, ya que los picos de la pandemia están elevados y las instituciones educativas no fueron debidamente adecuadas desde el punto de vista de infraestructura para recibir a los niños”, señaló.

Aseguró que los maestros no se oponen al regreso a clases, pues ya lo hicieron el año pasado y censura el hacinamiento en algunas instituciones educativas para ahorrar costos. 

“Quiero dejar en claro que para nosotros es mejor volver a la presencialidad plena, ya que durante la pandemia se triplicó el trabajo, no estamos de acuerdo es con el olvido del gobierno hacia algunas instituciones educativas que requieren adecuaciones en las instalaciones”, recalcó.

El sindicato trabaja por la defensa de los docentes y el mejoramiento de las condiciones de estudio de los niños, “ya que el gobierno lanza la política de forma presencial pero no hizo ninguna inversión y los rectores están obligados a acatar las órdenes, eso no quiere decir que estén dadas las condiciones físicas para atender a los estudiantes.  Nosotros mucho antes de la pandemia denunciamos las malas condiciones de la infraestructura educativa, regresamos y continúa igual.  Por ejemplo, la sede del barrio El Llano Echávez de la Normal Superior o la Escuela José Antonio Galán con problemas desde julio de 2019, entonces hay mucho descuido”, afirmó el líder sindical.

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Indicó que muchas escuelas de la zona rural no cuentan con agua potable para cumplir con los protocolos sanitarios.

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