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Lo que no se cuenta es factible que suceda de nuevo: Víctimas
Población vulnerable del conflicto social escribe historias de superación personal
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Javier Sarabia Ascanio
Javier Sarabia
Martes, 2 de Noviembre de 2021

La grandeza del ser humano radica en enfrentar retos y convertir las dificultades en oportunidades para cosechar los frutos, esa es la consigna de los habitantes de la zona del Catatumbo quienes plasmaron esas historias en un ‘Recetario de vida’.

La coordinadora de la Fundación ‘Tierra Encantada’, Kelly Vega, durante el lanzamiento del libro donde la población en condición de vulnerabilidad cuenta historias de superación personal en zona de conflicto, cuenta que esta ha sido una experiencia enriquecedora para el tejido social.

“Fue una experiencia sanadora y reconfortante. Emergieron nuevas habilidades que parecían olvidadas: la costura, la tertulia, la escritura, la capacidad de escucha y el diálogo. Además de reconstruir memoria, los participantes continúan el camino de la reconciliación y la no repetición; al narrar lo sucedido, al sentir empatía por la vivencia y el dolor del otro”, agrega la promotora cultural.

El ‘Recetario de vida’ es un ejercicio de reconstrucción de identidades territoriales por medio del esclarecimiento de la verdad y las memorias colectivas de los sobrevivientes del conflicto. Las dinámicas que permiten este diálogo pasan por varias categorías, como las actividades cotidianas y populares, tradiciones, mitos y formas de relacionarse.

Es un aporte a la reconciliación y a la no repetición, ya que las voces participantes son aquellas que vivieron en carne propia las vicisitudes de la guerra. El proyecto tiene como premisa:  lo que no se cuenta es factible que suceda nuevamente, entonces se espera socializar el producto final con otras poblaciones distantes.

El esclarecimiento de la verdad, la sensibilización y la memoria son nuestra receta para la paz”, explica Kelly Vega.
 

A través de las expresiones artísticas las víctimas superan las adversidades.

El proyecto logra la vinculación de 60 personas en su totalidad víctimas del conflicto armado, desagregado en 20 personas de la población diversa y víctima de Arauca, 20 mujeres de organizaciones sociales del Catatumbo, 20 personas de colectivos en defensa del enfoque de género en Bucaramanga.

La propuesta integra las memorias de tres regiones Bucaramanga, Teorama y Saravena a partir de 24 encuentros en los que los participantes contaron con espacios de diálogo y que brindaron experiencias significativas alrededor de la lectura, la escritura creativa, el dibujo, el pachword, el somograma, los quitapesares, el herbario y rituales de sentires y aromas para sanar el cuerpo. 

En cada uno de los municipios se sumaron aliados para entrelazar la confianza y convocar a los participantes, de la Asociación productiva Marie Poussepin, Asociación de familias víctimas vida y paz (Asfavipaz), Catatumbo Sos Vos, Asocavica, Asociación Amanecer de mujeres por Arauca Amar, Asociación de Mujeres Indígenas Interculturales (Asomi).

 “El ‘Recetario de vida’ lo desarrollamos porque sabemos que la población víctima requiere resignificar los espacios, porque en la implementación del Acuerdo de Paz se han ejecutado proyectos de gran impacto desde la línea de infraestructura pero desde el componente humano poco se comparte, los sobrevivientes al conflicto necesitan mirarse a los ojos y reconocerse en el otro, mirar hacia dentro de sí para emprender nuevos caminos que permitan que ellos mismos sean actores de paz en sus comunidades, porque les permite tener las herramientas para aportar saliendo de la estigmatización.

El arte, la literatura fue nuestra estrategia para conectar con ellos en espacios de escucha en medio de la pintura, de la aguja, el hilo y las telas; los dibujos que permitieron liberar tensiones y hacer recetas mágicas para sanar el cuerpo, el alma y el relacionamiento con los demás” agrega la Comunicadora Social, Jacqueline Arroyo.
 
La metodología estuvo pensada desde la participación comunitaria y la relación horizontal con las voces de quienes protagonizan las historias, que fueron sistematizadas en el drive, con el fin de contar con los insumos para la estructuración del libro Recetario de Vida.

Se aportó en los encuentros con los participantes el componente psicosocial de forma transversal lo que permitió tener en cuenta en cada planeación acciones sin daño, prácticas democráticas, participación comunitaria, comunicación asertiva, respeto por opiniones y experiencias, rituales de sanación y reparación a través del arte, comportamientos en momentos de crisis y la planeación de metodologías de los encuentros sabiendo validar y gestionar la emocionalidad.

Además de visibilizar la verdad sobre los hechos victimizantes, se buscó contar las distintas propuestas de emprendimientos y resistencias que surgieron para seguir viviendo.

Este tema está íntimamente relacionado con el derecho a vivir en paz, para dar paso a historias de vida y relatos de personas diversas durante el conflicto armado de Colombia.

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Los habitantes del Catatumbo tienen su 'Recetario de vida'
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